¿Cómo está votando el mundo?

Durante el primer semestre del año, millones de ciudadanos ejercieron su derecho al voto en momentos en el que el retroceso de la democracia global es evidente debido al incremento de regímenes híbridos que pugnan por políticas públicas autoritarias impuestas por los líderes y las asambleas nacionales. Países como Bangladesh, Taiwán, India, Rusia, El Salvador, el Parlamento Europeo, Sudáfrica y México, por mencionar algunos, convocaron a elecciones. Millones optaron por la continuidad de sus gobiernos sustentados en el derroche de programas sociales, en la persistencia de la corrupción y en el incremento de la vulnerabilidad de los derechos humanos. Entretanto, otros decidieron dar un giro conservador, nacionalista y escéptico. Paulina Palencia analiza la situación de algunos países del mundo, por regiones, donde se han llevado a cabo elecciones presidenciales, parlamentarias y/o de primer ministro.

La tendencia política en la segunda década del presente siglo marca un panorama favorable para la corriente populista, donde el autoritarismo y el nacionalismo son los actores principales. ¿Qué le espera al mundo en los próximos años cuando la descalificación hacia los otros es el presente de las relaciones gubernamentales? ¿Se mantendrá el statu quo? O bien, ¿se producirá una inestabilidad mundial por el proteccionismo político que podría repercutir en el ámbito económico? ¿La Organización de las Naciones Unidas se mantendrá como el organismo trasnacional por excelencia cuando sus resoluciones son ignoradas por tantos?

África

Senegal eligió al candidato de la oposición Bassirou Diomaye Diakhar Faye como el próximo presidente para un mandato de cinco años, tras días de haber sido liberado de prisión. Mientras tanto, Sudáfrica iniciará por primera vez en su historia, después del apartheid, un gobierno de coalición en el parlamento para que, de este modo, se elija al próximo presidente. El Congreso Nacional Africano —partido que llevó al poder a Nelson Mandela— no logró la victoria. ¿Iniciará una nueva era en la cual el lema será: “Juntos pero no revueltos”?

Burkina Faso no tendrá elecciones este año, pues la junta militar decidió ampliar por cinco años la transición antes de celebrar las próximas elecciones debido a la inestabilidad social y política, tras los ocho golpes de Estado de los últimos años. La razón de esa decisión se centra en la poca seguridad que existe para desarrollar los comicios. ¿Es justificado el retraso democrático? Sin embargo, las buenas noticias recaen en otros: Chad. Mahamat Idriss Déby se convirtió en presidente después de tres años de transición. ¿Países como Sudán, Mali, Gabón, por mencionar algunos, que han enfrentado golpes de Estado, tendrán la misma fortuna que Chad? ¿Cuánto tiempo deberán esperar para gozar de la benevolencia democrática?

América

En febrero se realizaron las elecciones presidenciales y parlamentarias en El Salvador. A pesar de que la candidatura del presidente Nayib Bukele vulneraba la Constitución del país pues prohíbe la reelección presidencial consecutiva, éste logró consolidar su segundo mandato con altos niveles de aprobación —alcanzó 90 por ciento de las preferencias electorales según encuestas locales—con la mayoría de su partido en la Asamblea Legislativa. El proyecto populista que inició hace poco más de una década como alcalde de San Salvador le ha rendido elogios y críticas por igual. Dos de los temas más controversiales y cuestionados son su estrategia de seguridad y el endeudamiento de su país por la compra de bitcoins.

Por otra parte, en mayo se realizaron elecciones —con diferencia de días— en Panamá y en República Dominicana. José Raúl Mulino fue elegido presidente de Panamá al obtener 34 por ciento de los votos y gracias, en gran medida, a su cercanía con el ex presidente Ricardo Martinelli, quien se encuentra refugiado en la embajada de Nicaragua, en Ciudad de Panamá, para evitar una condena de 10 años por lavado de dinero. Por otro lado, República Dominicana eligió la continuidad para un segundo mandato de cuatro años del presidente Luis Abinader. El apoyo ciudadano se debe a su buen manejo de la pandemia por Covid-19, a las políticas migratorias¹ implementadas respecto de la vecina república de Haití, así como a su gestión económica.

Posteriormente, México fue convocado a las urnas el 2 de junio, en las que la oposición constituyó una resistencia vacía que ayudó a catapultar a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidente del país en sus 203 años de independencia. El 60 por ciento de la población votó por la continuidad del proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, denominado la Cuarta Transformación. El populismo republicano dotó a un sistema autocrático en el que el Poder Legislativo le es fiel y sumiso al actual huésped de Palacio Nacional, donde ambas cámaras —diputados y senadores— cuentan con mayoría absoluta y calificada, según sea el caso y donde poco intervendrán los partidos políticos de oposición para dialogar o contraponer ideales de acuerdo a los principios de representación estipulados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. ¿El principal socio comercial de México verá con buenos ojos la continuidad del segundo piso de la Cuarta Transformación, con un Poder Legislativo sumiso a la figura obradorista?

Asia

El primer país asiático que acudió a las urnas fue Bangladesh. Sheikh Hasina fue electa para un cuarto mandato consecutivo, con un abstencionismo de 60 por ciento, pues la oposición trató de boicotear las elecciones debido a la ola de represión que ejerció hacia sus adversarios.

Indonesia, Pakistán y Taiwán también forman parte de la lista. Prabowo Subianto es el nuevo presidente de Indonesia, Él cuenta con un historial antiderechos humanos mientras se desempeñaba como jefe militar, lo que preocupa a la oposición por el inminente retroceso en la materia en la presente era democrática. Pakistán, a su vez, votó a favor de Asif Ali Zardari para su segundo mandato, en una contienda empañada por las acusaciones de fraude electoral, a lo que se sumó el encarcelamiento del ex primer ministro Imran Khan por fraude y corrupción.

En lo que respecta a Taiwán, la influencia de la República Popular China hizo mella en el electorado taiwanés al animar la unificación de una sola China. Sin embargo, no fue suficiente. Los taiwaneses decidieron por una continuidad democrática gubernamental con Lai Ching-te, en la que el nuevo presidente motivará el diálogo con Xi Jinping, en un contexto de reconocimiento internacional cada vez más disminuido, con tensiones militares y políticas en el Mar Meridional, sumado a un frenesí parlamentario, lo que favorecerá un diálogo forzoso entre las partes.

Recientemente, la victoria democrática más grande del mundo se produjo en la India que posee un padrón de 970 millones de votantes, de los cuales sólo participaron 642 millones, según la Comisión Electoral de la India. En consecuencia, Narendra Modi se consagró como primer ministro indio en su tercer mandato consecutivo por cinco años. Por su parte, la oposición califica a Modi como un nacionalista que ha menoscabado la democracia y a las minorías, sobre todo a los musulmanes. Por ello, la oposición mejoró la aprobación de los ciudadanos y le arrebató la mayoría al partido del ministro, provocando que éste buscara alianzas con otros partidos para mantenerse en el poder. Los retos que enfrenta son diversos: desempleo, desigualdad social y económica, crisis ambiental, entre otros.

Con la muerte del presidente iraní Ebrahim Raisi, ¿qué le deparará a la población persa tras los comicios legislativos poco democráticos de mayo?

1. La construcción de un muro fronterizo es una cuestión de seguridad nacional.[↩]