La indiferencia ante Siria

El 6 de febrero de 2023 se recordará como el día en que la Sociedad Internacional le dio la espalda a la República Árabe Siria. Ese día, dos terremotos de 7.7 y 7.5 en la escala de Richter, respectivamente, sacudieron el sudeste de Turquía y Siria, mostrando la ferocidad de la naturaleza y lo endeble que es el ser humano en la corteza terrestre cuando no usa armas de destrucción masiva. ¿Por qué la ayuda fue exclusiva para Turquía y no para ambos países? ¿Qué tanto se conoce sobre el nivel de destrucción del sismo en Siria? ¿Por qué medios internacionales sólo le dieron difusión al amarillismo turco y no al sirio? ¿Por qué la ayuda llegó semanas después a algunas zonas de Siria? ¿Occidente para Turquía y Siria para Rusia?


Cifras oficiales reportan que la catástrofe cobró la vida de más de 50,000 personas. Se calcula que los daños estructurales costarán miles de millones de dólares. A su vez, dejó consigo a 13 millones de damnificados —tanto turcos como sirios—, sumados a la angustia, el sufrimiento, el desasosiego y un total estado de indefensión de millones de refugiados y desplazados en Turquía por la guerra civil que azota a Siria desde 2011. 

La guerra civil en Siria

En 2011 inició, en varios países del norte de África y Medio Oriente, un movimiento prodemocrático denominado “la Primavera Árabe”, el cual pretendía derrocar regímenes autocráticos y corruptos. El movimiento inició en Túnez y se extendió a Egipto, Yemen, Bahréin, entre otros. Hubo movilizaciones y se produjo una inestabilidad política que logró la renuncia de Hosni Mubarak en Egipto y de Zin el Abidín Ben Alí en Túnez. A la par, la revuelta logró asediar al presidente libio Muamar Gadafi, quien posteriormente murió tras ser arrestado.

En el caso específico de Siria, surgieron varios grupos fundamentalistas que planean imponer voluntades, razón por que el actual presidente Bashar Al-Assad combate aproximadamente a mil grupos armados que están en activo en el país, según Charles Lister, analista del conflicto, que hacen del Estado Islámico (isis, por sus siglas en inglés) y de los grupos yihadistas las asociaciones más peligrosas para Siria y para Occidente, ya que ambos auspician la gobernanza y la instauración de un Estado Islámico bajo una ley religiosa llamada sharía.1

El Estado Islámico es considerado por el Departamento de Estado de Estados Unidos como un grupo terrorista de alto riesgo pues contrapone los principios básicos del Islam. La rentabilidad del organismo se nutre mediante extorsiones y robo a caravanas y a fosas petroleras, transfigurándolo como un grupo productivo y con un alto nivel de convocatoria que declara a Occidente como el enemigo a vencer.

Desde entonces ha sobrevenido el caos para varios países de la región que atraviesan un proceso de democratización. En Siria, por carecer de instituciones sólidas, se dificulta el diálogo entre los opositores, sumado al precario desarrollo estructural político que pueda plasmar las libertades sociales de una sociedad fundamentalista que rechaza a las minorías. Lo anterior vislumbra poco optimismo para suprimir el poder de Bashar Al-Assad.

La crisis humanitaria

La incesante guerra por el poder entre las partes y las medidas autoritarias impuestas por el gobierno sirio contra el terrorismo han desencadenado una de las peores crisis humanitarias. Muestra de ello son los 6.8 millones de desplazados internos en el mundo. Muchos de ellos han visto en Turquía a un gran país para salvaguardar sus derechos humanos. Otros lograron llegar a Europa y otros pocos a Canadá. Sin embargo, no todos se benefician de la suerte. Miles han visto frustrados sus sueños en medio del Mar Mediterráneo. Basta recordar al niño sirio de tres años, Alan Kurdi, quien falleció ahogado junto con su hermano, su madre y otros 15 migrantes al voltearse la balsa que los llevaría a su nueva oportunidad de vida.  Su cuerpo inerte llegó a las orillas de las playas griegas en 2015. La fotografía de su cuerpo trastocó los corazones del mundo. Hoy, muy pocos recuerdan el porqué de la tragedia.

Las alianzas internacionales

El régimen sirio cuenta con el apoyo incondicional de dos grandes aliados geoestratégicos que ha beneficiado la gobernabilidad del régimen desde 1970, logrando hacer perdurar varios acontecimientos en la periferia: la invasión a Afganistán, la guerra en Iraq, la Primavera Árabe, el conflicto árabe-israelí y la actual guerra civil. En primera instancia, Siria e Irán han logrado consolidar una coalición frente al Estado de Israel mediante la cual ambos suministran armamento a Hezbollah y a otros grupos de resistencia palestina. Aunado a los múltiples acuerdos de cooperación mutua entre los que destacan el intercambio de información científica, transportación, petróleo, energía eléctrica, etcétera.

Por su parte, el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, ha mostrado su incondicionalidad y su apoyo al régimen sirio. No obstante, las relaciones diplomáticas datan de la Guerra Fría con la Unión Soviética y se fortalecieron cuando el presidente Hafez al-Asad implementó políticas con tintes socialistas durante su mandato de 1970 a 2000. La ubicación geográfica de Siria le permite desenvolverse como una potencia media, al adquirir un rol emblemático en las relaciones internacionales como mediador en las negociaciones de paz. Empero, las vulnerabilidades del statu quo lo obligan a implementar una estrategia de poder en su búsqueda de suministros de armas rusas para su legítima defensa.

Derivado de lo anterior, ¿es por eso que los aliados geoestratégicos fueron los primeros en auxiliar a Siria? Sí, la indiferencia del mundo en relación con Siria se debe a la pésima imagen y a la poca aceptación del presidente Al-Assad por desplegar armas químicas ilegales contra civiles en varios puntos del país. Lo anterior, contraponiendo el desprecio al Derecho internacional humanitario e impulsando la agonía de su pueblo. ¿La sociedad siria debe pagar los costos políticos? Si bien ninguna sociedad debe ser sumida en la precariedad, los intereses geoestratégicos internacionales valen más que la dignidad humana de las víctimas. Prueba de ello es la falta de voluntad política del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para lograr una prórroga de ayuda humanitaria al noroeste de Siria a mediados del año pasado, cuyo vencimiento es el próximo mes de julio. Hoy la situación es mucho peor.

El presente

Después del terremoto la ayuda internacional fue acopiada en gran medida por Turquía y otros actores internacionales para poder transportarla hacia el único puente humanitario “permitido” entre Turquía y Siria: Bab Al-Hawa. Sin embargo, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria, en un informe presentado a finales de marzo, señaló que la ayuda fue insuficiente, tardía y limitada, por diversos factores: la falta de acuerdos y el egocentrismo por parte de la Organización de las Naciones Unidas y de la propia comunidad internacional, provocaron que el gobierno sirio, junto con la oposición, fracasaran en la tarea de suministrar ayuda urgente a los sirios, agravando la situación de 5.4 millones de personas.

Antes del sismo los campamentos de refugiados estaban desbordados: hospitales apenas de pie, miedo a posibles ataques aéreos, insalubridad, escaso alimento y agua; enfrentando una pandemia con el mínimo de recursos médicos y viviendo con emociones desbordadas. Más allá de las justificaciones internacionales, han pasado tres meses del desastre natural y las resoluciones y las disposiciones internacionales quedan a deber ante la gravedad del problema. El actuar debe ser en consonancia con los principios humanitarios y los derechos humanos, mas no con los intereses económicos-comerciales y militares.

Comentarios finales

En esta coyuntura, la inacción condenará a millones de vidas. El mundo se niega a ver en su verdadera dimensión la desoladora situación humanitaria que vive Siria desde hace más de 12 años. ¿Qué otra desgracia tiene que suceder para que los ojos sean puestos en Siria y se tomen las medidas necesarias para dar por concluido el calvario que dejó la Primavera Árabe en 2011?

Es menester que la comunidad internacional muestre interés en el fehaciente retroceso de los derechos humanos que tiene lugar en varias regiones del mundo. En primer lugar por empatía y solidaridad y en segundo lugar por el gran éxodo que se desencadenará durante los próximos años hacia los países desarrollados, alterando la seguridad internacional y ¡vulnerando completamente los principios básicos de la Carta de las Naciones Unidas y los documentos que de ella emanan!


Fuentes de consulta

“El conflicto en Siria […]” Disponible en: https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-72478/UNISCIDP37-5GUTIERREZ.pdf.

“La coalición entre Siria e Irán: naturaleza, desarrollo y desafíos”. Disponible en: http://portal.amelica.org/ameli/jatsRepo/332/3321686003/html/#redalyc_3321686003_ref1.

“Noticias onu. Mirada global, Historias humanas”. Disponible en: https://news.un.org/es/story/2023/03/1519317.

Notas:
  1. En esta ley se plasman primero las obligaciones y luego los derechos. Todos los musulmanes deben seguirla bajo el lema: “Guía al bien y evita el mal”.[]

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