El nearshoring se ha presentado como un medio para agilizar la producción ventajosa para el desarrollo económico del país. Arturo Yamil Alvarado comparte las razones.
El nearshoring consiste en relocalizar los medios de producción del país de origen a otro país que ofrezca condiciones económicas más atractivas, que sea cercano al primero y que permita agilizar el proceso productivo, reduciendo costos y potencializando la eficiencia comercial. Por obvias circunstancias geográficas, México es un hotspot para esta tendencia y compite con Asia y Europa del Este por su liderazgo.
Las ventajas que ofrece el nearshoring se resumen en I) una reducción de costos al mover operaciones a un país con regulaciones más laxas en producción, y II) derivado de la proximidad del país destino, un reducido tiempo de transporte en la cadena de suministro, III) lo que en suma puede generar una posición competitiva favorable frente a los productos ofrecidos por los rivales del mercado que produzcan localmente.
Sin embargo, existen retos a esta nueva tendencia corporativa de los últimos años. Principalmente, la inversión inicial de transportar los medios de producción a un país extraño, lo cual implica financiar no sólo la cuestión material sino también la obtención de permisos, licencias y autorizaciones que, dependiendo el giro del negocio, se requieran, así como demás cumplimientos regulatorios en materia administrativa, laboral, fiscal e inmobiliaria, entre otras.
Así las cosas, el eje fundamental de cualquier empresa que busque incorporarse a la tendencia del nearshoring es tener presente la carga regulatoria, la cual requiere una asesoría jurídica que prevea el compliance necesario para iniciar operaciones de producción en el país destino. Este compliance encuentra su punto de inflexión en las diversas disposiciones de gobierno corporativo y en los códigos de conducta internos que se apliquen dependiendo del negocio. La correcta elaboración de estos manuales y de esta normativa interna es clave fundamental para aprobar y dar cumplimiento a las auditorías que, en su caso, se desarrollen respecto de las empresas.
A final de cuentas, esta tendencia ha influido de forma positiva en la economía mexicana, toda vez que ha incrementado la competitividad en los sectores de manufactura y tecnología, lo que, a su vez, ayuda a mejorar las condiciones de trabajo, derivado del incremento de la oferta de mano de obra y capital humano. Lo anterior también ha venido de la mano de diversas reformas normativas y estructurales que propician que las empresas cumplan con los estándares internacionales en la materia. De esta forma, la satisfacción relacionada con el environmental, social & governance (ESG) se ha convertido en un factor imperativo para la implementación de técnicas como el nearshoring, naturalmente una consecuencia de la inversión extranjera y de la competencia acelerada en los sectores mencionados en el párrafo que antecede. Por lo anterior, se requiere un marco normativo interno en las empresas, claro y eficiente, para explotar el mayor beneficio de esta práctica.
