El MI Francisco Fernández destaca la pasión y los valores en el derecho fiscal, de quien es un aliado estratégico para las empresas. Aborda los temas de formación de equipos, defensa fiscal, cumplimiento tributario y correcta administración de empresas. Discute el paquete económico y la la relación con autoridades. Como abogado fiscalista y asesor de empresas, aconseja la implementación de controles internos preventivos enfocados en un sano y correcto cumplimiento tributario.
¿Por qué dedicarse al derecho fiscal y cómo tener éxito en la práctica?
Francisco Fernández – Dedicarse al derecho fiscal, como a cualquier otra materia o profesión, debe ser por gusto y por pasión. A mí antes me apasionaba el derecho diplomático, el servicio exterior mexicano: quería ser embajador. Pero por azares del destino entré a la práctica del derecho fiscal desde los 22 años de edad y eso me ha dado muchas satisfacciones. La principal ha sido poder ayudar a las empresas, aportarles resultados, ser su aliado estratégico en todos los sectores a nivel nacional. Se trata de una práctica que exige estudio consistente, razonamiento con estructura sólida, fundamento amplio en materia legal fiscal y corporativa, resultados y valores, como el profesionalismo, el compromiso, la confianza, la ética, la integridad, el liderazgo, la lealtad, la confianza, entre otros. Eso es lo que nos permite afianzar nuestra conexión con el empresario y fomentar una relación de negocio largo plazo.
¿Cuáles son los principales retos a los que te has enfrentado como abogado fiscalista?
Francisco Fernández – Hubo muchos retos al armar una estructura sólida de profesionales con valores. En su momento, por ejemplo, tuvimos personas equivocadas en el equipo que nos hicieron retroceder. Pero el know how y la actitud que tenemos ante la vida, frente a todo lo que hacemos y desarrollamos en la cotidianidad, nadie nos lo quita. Esos retos nos permitieron elevar nuestro performance y crecer. Nos gusta, en particular, hacer las cosas con base en valores. Jamás nos ha gustado el camino fácil. Por eso apreciamos mucho lo que hemos construido y seguimos construyendo. Nuestro ímpetu y nuestra disciplina consistentes, además de nuestra actitud de aportar para el beneficio de los clientes, nos obligó a prepararnos en un ámbito muy especializado.
¿Cuál es la importancia de la defensa fiscal en México y cómo puede beneficiar a las empresas y a los contribuyentes?
Francisco Fernández – Definitivamente, aquello a lo que te dediques, sea una pequeña, mediana o gran empresa, o seas un gran contribuyente, el nivel de estructura, el nivel de soporte, el nivel de asesoría que requiere tu empresa deben garantizar el cumplimiento tributario. Esa siempre ha sido nuestra misión. No obstante, para cristalizar un efectivo cumplimiento tributario preventivo muchas pequeñas empresas no tienen acceso a ese nivel de firmas o a ese nivel de asesoramiento. En un plano objetivo, con toda humildad y con toda sencillez, quizás esas pequeñas empresas no requieren una gran estructura de asesoría, sino sólo un contador que les garantice el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. Nos ha tocado crecer con empresas que empezaron siendo muy pequeñas y que hoy en día son muy grandes. Las hemos llevado de la mano, ampliando el nivel de soporte y el nivel de estructura y asesoramiento para que el empresario, del nivel que sea, se pueda dedicar de manera íntegra a hacer producir su negocio delegando esas cuestiones fiscales a profesionales de la materia.
¿Cuál es la importancia del cumplimiento tributario preventivo?
Francisco Fernández – En primera instancia hay que conocer el negocio; identificando, en un plano objetivo, a que se dedica, cuál es su giro y su actividad empresarial y, en consecuencia, cuáles son sus obligaciones fiscales, legales y corporativas; en general, cuáles son las obligaciones que tiene que cumplir: hay que identificar la actividad primaria del negocio y recurrir al grupo de asesores que necesite esa actividad. Al final del día, la cuestión siempre debe de ser preventiva para que el empresario, reitero, pueda enfocarse en la productividad de su negocio sin preocuparse del tema fiscal.
En un entorno empresarial cada vez más globalizado, ¿cómo asesoras a las empresas en cuestiones fiscales relacionadas con transacciones internacionales?
Francisco Fernández – Además de asesores fiscales, corporativos y de abogados, somos asesores de negocios. Tenemos una visión empresarial; no nos formamos únicamente en el rubro técnico-legal y fiscal-corporativo, sino también en el empresarial. Personalmente, me formé en un programa de alta dirección del ipade Business School y en Stanford. Nuestra asesoría, además de basarse en esa visión, se sustenta en una estructura de comprise que sirve de soporte a las empresas para resolver cualquier cuestión legal y en normas internacionales que protegen el patrimonio de los empresarios.
¿Qué opinas del paquete económico? ¿Para qué sirve?
Francisco Fernández – El paquete económico supone una mayor fiscalización por parte de las autoridades, a las que se les otorgan mayores facultades para inspeccionar a los contribuyentes de cualquier nivel. Sin embargo, el paquete económico no debería ser sólo fiscalizador y recaudador, sino que también tendría que incentivar la inversión nacional y extranjera, aprovechando la estratégica posición sociopolítica de México. Mientras más incentivos haya para que las empresas inviertan en nuestro país se fomentarán más empleos y habrá mayor flujo de capital.
¿Qué defectos identificas en las leyes fiscales mexicanas?
Francisco Fernández – Complejidad, mucha complejidad; existe una gran cantidad de obligaciones. Mientras más grande es la estructura, más obligaciones se adquieren. Sin embargo, para eso estamos los profesionales de la materia, para brindar soporte y hacernos cargo del cumplimiento tributario.
¿Por qué la relación entre las autoridades tributarias y los contribuyentes se caracteriza por una tensión permanente?
Francisco Fernández – Definitivamente por los actos de fiscalización a los cuales puede estar expuesto cualquier contribuyente, sea persona física o persona moral. Sin embargo, si una persona cumple oportunamente con sus obligaciones tributarias, no tendría por qué tener ninguna afectación por parte de las autoridades fiscales.
Esas afectaciones no siempre son responsabilidad de la autoridad. Tienen mucho que ver con el control interno de las empresas que a veces declara números inconsistentes que encienden los focos rojos y provocan los actos de molestia de las autoridades fiscales. Por eso hay que estar muy atentos al nivel de cumplimiento y al nivel de eficacia de los controles internos, para asegurar una correcta y oportuna observancia de nuestras obligaciones.
Por ser un abogado emprendedor con un despacho propio, ¿cuáles son los principales retos a los que te enfrentaste cuando iniciaste tu práctica profesional al abrir tu negocio y qué recomendaciones les darías a las personas que tienen interés en hacer lo mismo?
Francisco Fernández – El principal desafío consiste en formar un equipo de líderes, de gente profesional que comparta valores y que quiera evolucionar de la mano de uno, desarrollarse y trascender. Por supuesto, existe un reto previo que radica en formarnos profesionalmente con estudio disciplinado, y otro posterior, que reside en dar resultados a los empresarios que nos han otorgado su confianza. Todo lo anterior supone otros desafíos que hay que tomar en consideración: la confianza en uno mismo, actuar con base en planes disciplinados y definidos y conectar con las personas a las que ofrecemos nuestros servicios.
¿Qué recomendarías a un abogado joven que tiene interés en dedicarse al derecho fiscal?
Francisco Fernández – Estudiar, definitivamente. Estudiar, estudiar y estudiar. Independientemente de la rama del derecho a la que se dedique, debe estudiar todos los días. También es importante conformar un equipo profesional y trabajar con mucha disciplina.