Felipe de la Mata: justicia electoral

Mariana Yamile Cruz Ibarra conversó con el magistrado electoral, Felipe de la Mata, en torno a la justicia electoral y su papel dentro de nuestro régimen democrático. Constitucionalismo, independencia judicial, inteligencia artificial y violencia contra las personas que aspiran a cargos de representación popular fueron algunos de los temas que se abordaron.


La democracia requiere demócratas. Para sostener esta forma de gobierno no basta la Constitución Política, sino que también se requieren mecanismos y prácticas. Entre los mecanismos que el Estado moderno ha implementado para ese fin están los institutos y los tribunales electorales que garantizan que los comicios se puedan llevar a cabo de manera adecuada. Usted ha tenido un rol central en la aplicación y en la reflexión de las normas electorales y, además, ha tenido una gran trayectoria académica en esta rama del derecho. En este sentido, en materia electoral ¿qué significa la justicia?

Felipe de la Mata – La noción de justicia ha ido evolucionando en los temas electorales. Antes la idea de la justicia implicaba solamente el análisis particular acerca de si en las elecciones el voto contaba. En los últimos años, desde hace no más de una década, la justicia electoral ha ido cambiando de punto de vista. Hoy en día lo importante son los derechos de las personas; el tema electoral no se reduce a los partidos políticos, sino fundamentalmente se trata de las personas. Al cambiar el foco del análisis, resulta evidente que son los derechos de las personas los que tienen que potenciar los tribunales para conseguir justicia; por eso el Tribunal Electoral ha priorizado los derechos de los grupos en situación de desventaja; por ejemplo, a través de las acciones afirmativas que se han creado para los miembros de la comunidad migrante, de la comunidad LGBTTTTIQ+, de las personas con discapacidad, de las personas indígenas, y para asegurar la paridad. Ya no es suficiente que los votos se cuenten; ahora se necesita garantizar el ejercicio de los derechos de la gente.

¿Qué papel juega el Tribunal Electoral en el país?

Felipe de la Mata – El Tribunal Electoral ha dejado de ser el tribunal de los partidos para ser el tribunal de las personas. A la luz de esto, se ha visto presionado ampliamente por los partidos políticos porque no les han gustado sus resoluciones. Hay que recordar que hace poco más de un año se presentó una iniciativa en San Lázaro, firmada por casi todos los partidos políticos, por todos los miembros de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), mediante la cual pretendían cercenar las facultades de control constitucional del Tribunal Electoral porque no estaban de acuerdo con que le dieramos prioridad a los derechos de las personas. ¿Cómo era posible que este tribunal hubiera creado —particularmente ésta fue la sentencia que les disgustó— una acción afirmativa para que hubiera una mujer presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE)? Les parecía que era su derecho seguir teniendo varones como presidentes del instituto y esa era la mejor solución para ellos. Esta sentencia, que fue como la cereza en el pastel, hizo que se firmara una iniciativa que si no prosperó fue por el costo político que esos mismos partidos pagaron cuando inmediatamente los colectivos de todas las personas en situación de desventaja, los colectivos de mujeres, los colectivos de personas con discapacidad, salieron a reclamar que no cercenaran las facultades del Tribunal Electoral. Hoy en día es fundamentalmente un tribunal de justicia y, antes que cualquier otra cosa, de derechos humanos.

¿Qué papel juega este tribunal en el constitucionalismo y en la democracia?

Felipe de la Mata – Esta pregunta es superimportante. El Tribunal Electoral es uno de los más progresistas del país. Es un tribunal no ha tenido miedo de hacer interpretación a favor de los derechos humanos. Voy a poner el ejemplo más claro: si leemos el artículo 38 de la Constitución política de manera aislada, pareciera que todas las personas que se encuentran en situación de prisión preventiva oficiosa tienen suspendidos sus derechos político-electorales; la cuestión es qué hacemos con el artículo 20 de la Constitución política que establece la presunción de inocencia. El Tribunal Electoral, desde hace unos años, estableció que las personas que se encuentran en prisión preventiva oficiosa deben seguir ejerciendo su derecho al voto. Ésta será la primera vez que las personas sujetas a prisión preventiva oficiosa puedan votar. El papel del tribunal es progresista, de derechos humanos y —una tesis que he sostenido desde hace unos años— principialista, lo cual quiere decir que más allá del texto de la ley se encuentran los principios de la Constitución.

Recientemente hubo un intento por eliminar la Sala Regional Especializada. ¿Por qué existen estas salas y qué opinión le merece esa propuesta?

Felipe de la Mata – Yo tuve la fortuna de fundar la Sala Regional Especializada (SRE) del Tribunal Electoral. Esta sala ha probado su eficacia, pues no hay en México y, seguramente, tampoco en el resto del mundo, una sala más eficaz de justicia. La sre tiene un promedio de tiempo de resolución de 24 horas a partir del turno; la ley establece que son 72 horas a partir del turno, pero la sala de marras ha alcanzado a reducir ese tiempo porque desde el momento en que se presenta una denuncia inmediatamente, a través de un sistema de cómputo, la sre adquiere la denuncia y las pruebas y va dándole seguimiento a la sustentación, de manera que cuando se presentan físicamente los expedientes en la puerta, por lo regular la sre ya tiene un proyecto.

Estamos hablando de un órgano de justicia altamente eficiente que, además es especializado en temas de justicia, lo que siempre tendría que haber sido una cuestión específicamente de justicia; yo no puedo entender cómo el Consejo General del INE, que no se encuentra integrado sólo por abogados, resolvía los procedimientos especiales sancionadores, cuando se necesita un expertise específico de abogado y, por supuesto, de juez, porque de otra manera pues no se solucionan los conflictos con criterios jurídicos específicos.

Además resultó eficaz y mucho mejor la justicia de la ser. A mí me sorprendió el intento de desaparecerla del año pasado. Cabe decir que fue un intento frustrado, porque en las dos cámaras donde se presentó esta cuestión, terminaron —vamos a decirlo así— rajándose los legisladores. Fue una pésima idea, pues la sre funciona bien y es mejor que si un órgano especializado en términos de justicia resuelva conforme a derechos los procedimientos especializados y sancionadores.

Identidad, autoadscripción, acciones afirmativas y representación. ¿Para usted qué retos suponen todos estos conceptos en materia electoral?

Felipe de la Mata – El primer reto es que los partidos políticos no han querido entrarle al problema. Todas las reformas electorales que siempre se plantean tienen que ver con las necesidades de los partidos —por ejemplo, con temas de fiscalización o de actos de campaña—, pero no se ponen a pensar en los derechos de las personas y cómo potenciarlos. Eso lo hemos tenido que hacer los jueces a través de sentencias, y los abogados a través de las demandas que presentan. Ha sido una vergüenza darnos cuenta de que estos temas no llegan a la legislación, ni a las propuestas de reforma, y que los partidos políticos terminen justo tratando de pensar que la materia electoral es su pastel, cuando es el pastel de la sociedad.

Con las acciones afirmativas el Tribunal Electoral ha conseguido que grupos que históricamente han estado subrepresentados accedan al poder, porque el poder no se autorregula; es decir, el poder no comparte el poder. Más bien, el poder tiende a quedarse entre quienes lo detentan. Si los jueces permitimos que las cosas sigan como se han mantenido en los últimos años, seguiremos teniendo diputados, senadores y gobernadores que son hombres blancos, entre los 40 y los 50 años, heterosexuales, sin ningún tipo de discapacidad, y no habrá ningún grupo en situación de desventaja entre ellos, porque el poder tiende justo a repartirse entre las personas que lo tienen.

Las acciones afirmativas tratan de poner un piso más justo para una mejor sociedad, partiendo del principio de que todas son temporales según la teoría constitucional: tienen que desaparecer cuando ya no sean necesarias, probablemente en algunas décadas. ¿Cómo puede ser que hasta cuando nosotros, en los hechos, creamos 30 distritos indígenas —que no es ni siquiera 10 por ciento de la Cámara—, en un país donde hay 20 por ciento de población indígena, no se garantice el 20 por ciento de las diputaciones para esta comunidad?

Recientemente, algunos actores políticos comentaron que les gustaría que hubiera colaboración entre los poderes. Según usted, ¿por qué es deseable garantizar la independencia del Poder Judicial?

Felipe de la Mata – La independencia judicial es un presupuesto de la división de poderes; no hay división de poderes sin independencia judicial, porque entonces un juez que depende del Ejecutivo o que depende del Legislativo se convertiría, en el mejor de los casos, en un mandadero. El juez tiene que ser radicalmente independiente. Por eso son preocupantes estas iniciativas de reforma mediante las cuales se quiere hacer la selección de jueces a través de la elección popular y de ese modo aniquilar a la carrera judicial. Es una muy mala idea. Lo he dicho varias veces y lo vuelvo a decir. No hay un sistema mejor para la democracia mexicana —estoy convencido— que la elección de jueces a través de carrera judicial. Eso opera para todos los jueces, incluso para los electorales.

Al hablar de una nueva era digital en la que todos los temas se están discutiendo en las redes sociales, hay varios mecanismos que pueden obstaculizar el ejercicio de los derechos (como el de acceso a la información y el de libertad de expresión). ¿De qué manera la inteligencia artificial, las granjas de bots y los deepfakes pueden afectar a la justicia electoral?

Felipe de la Mata – Nos encontramos en un contexto interesante. Esto tiene muchas connotaciones. La primera cuestión son los bots y los troles que están metiéndose con la justicia electoral. Los partidos políticos, los candidatos, los políticos en general, por supuesto que están tratando de presionar a los jueces a través de bots y de troles y también están molestándose entre sí. La conversación digital prácticamente se está perdiendo, sobre todo en algunas redes sociales. La segunda cuestión son los algoritmos, como los de algunas redes sociales que empiezan a propiciar que sólo haya un diálogo circular entre determinadas personas que piensan igual, lo que puede ser un reto frente a la democracia plural. La inteligencia artificial en las cuestiones electorales va a ser un gran reto, tratándose de spots de televisión, de spots que se generen para redes sociales. Esto detona una pregunta: ¿de qué manera nos puede ayudar la inteligencia artificial para impartir justicia? Ese será un gran reto. Todavía no me queda muy claro hasta dónde la justicia puede prescindir del factor humano, es decir, de la prudencia. Si las máquinas pueden aprender a ser prudentes, un tema que es evidentemente ético, todavía no estoy convencido con plenitud de que eso pueda funcionar.

Entre marzo y abril de este año hemos visto que hay candidatos a cargos de representación popular que lamentablemente han sido asesinados. ¿Cree que la violencia criminal está presente en los comicios? Desde la justicia electoral, ¿cómo se puede contrarrestar este problemas?

Felipe de la Mata – Desde enero dije que el tema del crimen organizado en las elecciones era el gran elefante en el cuarto. Es una vergüenza que las autoridades electorales no queramos hablar del tema; me parece que ante una reforma electoral inminente tenemos que hacer replanteamientos en torno del sistema electoral. Estamos frente a un problema muy grave. ¿Cómo resolverlo? Esa es la cuestión. Creo que debemos replantear todos los cánones de votación para que, en su caso, podamos tener, por ejemplo, voto anticipado, voto por internet, voto a través de centros de votación, voto en máquinas electrónicas en ciertos momentos, y esa es una posibilidad que se tendrá que explorar, e incluso que no haya, en algunos municipios, campaña por tierra, sino solamente campaña física, con pendones y cosas así, o campaña por aire, para garantizar, por un lado, el principio de equidad y, por otro, para evitar que haya presiones hacia los candidatos.

Tenemos que asumir que estamos ante el reto de que puede haber autoridades electas que pudieran pertenecer a cárteles del crimen organizado y entonces, en una próxima reforma electoral, habrá que enfrentarse el tema de manera directa y puntual y buscar soluciones claras ante este problema que ya es muy grave.

¿Quisiera dar un mensaje de despedida?

Felipe de la Mata – A todos los jóvenes que piensan que el derecho es una carrera que no deben estudiar, porque ya hay muchos abogados, yo les diría lo contrario: que busquen sus sueños, que traten de alcanzar un mejor mañana, un mejor derecho, una mayor justicia y, lo más importante, que quieran ser jueces, porque los jueces podemos cambiar al mundo.

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