Cofece y la simplificación orgánica: ¿una reforma que podría transformar la competencia económica en México?


Ante la potencial eliminación de la Cofece a través de la propuesta de reforma de simplificación orgánica, Katia Paulette Hernández Castellanos nos acerca al trabajo de esta comisión y el impacto directo que tendría en la vida de las personas.


La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) es un organismo constitucional autónomo (OCA) que no forma parte de los poderes tradicionales del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), ya que goza de autonomía técnica, operativa, regulatoria y presupuestal, así como de personalidad jurídica y patrimonio propio. Tiene como mandato constitucional promover, proteger y garantizar la competencia en todos los mercados, con excepción de la radiodifusión y las telecomunicaciones, pues el Instituto Federal de Telecomunicaciones es el encargado en estas áreas particulares.

La Cofece cuenta con diversas facultades para cumplir con su mandato constitucional. Por un lado, realiza investigaciones y sanciona prácticas que impiden el funcionamiento eficiente de los mercados, y, por otro, analiza, identifica e impide la creación de estructuras de mercado que faciliten o incentiven conductas anticompetitivas, a través de las notificaciones de concentración. Es decir, la Cofece puede investigar presuntas conductas anticompetitivas y además puede autorizar, condicionar o rechazar la fusión o adquisición de empresas cuya operación sea amenazante para cierto mercado.

Si bien lo anterior puede sonar abstracto, resulta conveniente analizar el impacto real en los hogares mexicanos de los mecanismos empleados por la Cofece para garantizar la competencia económica. Por ejemplo:

Investigación de prácticas monopólicas absolutas en el mercado de distribución de medicamentos. La Cofece identificó diversas conductas de colusión de algunos distribuidores de medicamentos en el periodo 2006-2016.1 Primero, la Cofece descubrió que determinados distribuidores de medicamentos se habían coludido para no proveer de medicamentos a las farmacias en ciertas fechas. Así, no incurrirían en costos y generarían un ahorro a expensas de los inventarios de las farmacias y de las necesidades de los consumidores finales de los medicamentos. Posteriormente, la Cofece determinó que algunos distribuidores se habían coludido al compartirse información confidencial de sus clientes en cartera morosa, para evitar venderles medicamentos hasta que pagaran su deuda al distribuidor correspondiente. Nuevamente, algunos distribuidores se coludieron para que todos otorgaran el mismo porcentaje de descuento a las farmacias y realizaran el mismo incremento en el precio de diversos medicamentos, eliminando así cualquier tipo de competencia en la oferta de medicamentos.

Las conductas descritas anteriormente generaron un daño aproximado de 2,359 millones de pesos para las familias mexicanas en la compra de medicamentos. Por eso la Cofece impuso multas de alrededor de 903,479,000 pesos y por primera vez inhabilitó a distintos directivos de las empresas involucradas en estas prácticas monopólicas absolutas.

Autorización condicionada de concentración entre Soriana y Comercial Mexicana.2 La Ley Federal de Competencia Económica permite, a los agentes económicos que buscan concentrarse (esto es, realizar la compra de otra empresa), proporcionar propuestas para evitar que su fusión afecte la correcta competencia en el mercado implicado. También la Cofece puede imponer condiciones de manera obligatoria, por lo que las empresas involucradas tienen la opción de aceptarlas y llevar a cabo la operación, o no hacerlo y desistirse de ella. 

Así pues, Soriana y Comercial Mexicana hicieron pública su decisión de llevar a cabo su compra, aceptando las condiciones impuestas por la autoridad de competencia y comprometiéndose a cumplirlas. Ambas partes informaron que, de las tiendas sujetas a condiciones, 14 serían retenidas por Comercial Mexicana y excluidas de la transacción, mientras que las restantes serían compradas por Soriana para su posterior venta. 

En consecuencia, la Cofece estimó que de haberse autorizado esta operación en sus términos originales (es decir, sin condiciones), la empresa resultante podría haber incrementado los precios 5.26% en los 27 supermercados locales que presentaron riesgos a la competencia. En este sentido, las condiciones impuestas por la Cofece a la transacción le ahorraron a los consumidores de esos supermercados locales 343,863,000 pesos, cifra que equivale a comprar 260,000 canastas básicas de alimentos mensuales.

Estos son tan sólo dos ejemplos de la implementación y la efectividad de las acciones tomadas por Cofece para salvaguardar la competencia económica en México y, de paso, el bolsillo de las familias mexicanas. Sin embargo, hay muchos casos de éxito año con año, en diversos sectores como gas, luz, computadoras, medios de transporte, parques industriales, celulares, hoteles, centros comerciales, entre muchos otros, que replican el beneficio en la economía del país. Para esto, los encargados de la competencia económica deben estar altamente calificados en aspectos jurídicos, económicos y de especialización técnica.

De acuerdo con el posicionamiento de la Cofece respecto de la aprobación del dictamen de simplificación orgánica,3 esta autoridad de competencia ha impuesto multas históricas por más de 13,000 millones de pesos a grandes empresas que abusaron de su poder afectando a las y los mexicanos. Asimismo, ha generado ahorros para los consumidores en productos de necesidad básica como papel higiénico, gas LP, transporte, pollo, tortillas, huevo, medicinas y gasolinas, al menos por 36,000 millones de pesos. De esta manera, por cada peso asignado a la comisión se han generado 152 pesos en beneficio para las y los consumidores.

Pese a lo anterior, la reforma de simplificación orgánica propone eliminar a la Cofece para delegar sus funciones a la Secretaría de Economía. Esta modificación implica la pérdida de independencia y autonomía para ejercer las facultades de investigación en los mercados, así como para imponer sanciones, pues como consecuencia de la centralización propuesta ahora las decisiones en materia de competencia económica podrían estar influenciadas por intereses gubernamentales y políticos coyunturales. 

También se podría perder la especialización técnica, evidentemente necesaria, de los funcionarios de la autoridad de competencia, puesto que se eliminaría el riguroso procedimiento de nombramiento de los titulares de la Cofece que hoy establece la Constitución. Pero, sobre todo, se rompería el principio de “pesos y contrapesos” que busca evitar la concentración excesiva de poder en un solo órgano del Estado.

Si recordamos el esquema en el que se encontraba la antigua Comisión Federal de Competencia (Cofeco), que tenía naturaleza jurídica de órgano desconcentrado de la Secretaría de Economía, podremos notar que si bien la regulación de la competencia económica en México persistía, la población no tenía los mismos beneficios en sus hogares, ya que, indiscutiblemente, la falta de autonomía presupuestal repercute de manera directa en la autonomía técnica y operativa. 

Es indudable que la Cofece presenta áreas de oportunidad, como: i) el régimen de sanciones, el cual debe asegurar la efectividad de sus resoluciones acorde con la magnitud de los competidores y los mercados; ii) la necesidad de intensificar la vigilancia en determinados mercados; iii) la falta de difusión de información en un formato accesible y comprensible para la ciudadanía, y iv) la urgencia de fortalecer la colaboración interinstitucional a nivel tanto nacional como internacional, para intervenir en los mercados de manera oportuna.

Desde una perspectiva más optimista sobre la reforma propuesta, sería deseable que los motivos del gobierno actual para implementar cambios tan significativos en la administración pública federal se orienten a reducir las áreas de oportunidad de la Cofece, en lugar de responder a razones políticas. De no ser así, México podría perder una autoridad en competencia económica que ha generado beneficios tangibles para la población, a cambio de una mayor concentración de facultades, justificada por argumentos poco aplicables como la eliminación de duplicidades, la reducción de la burocracia y la optimización de los recursos públicos. Sobre este último punto debe mencionarse que la autonomía no implica necesariamente altos costos, especialmente cuando se considera su impacto positivo en el bienestar económico de las familias mexicanas, además de ser clave para la protección de diversos derechos humanos.

Finalmente, es importante recordar que la eliminación de la Cofece contravendría varios compromisos internacionales que México ha asumido en materia de libre competencia, libre comercio y derechos humanos. Entre estos compromisos se incluyen el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y los acuerdos con la Organización Mundial del Comercio (OMC), los cuales exigen la existencia de organismos independientes encargados de regular la competencia económica.

En respuesta a la pregunta inicial: sí, esta reforma puede transformar sustancialmente la competencia económica en México. 

Notas:
  1. Comisión Federal de Competencia Económica, Análisis de casos [en línea], https://www.cofece.mx/wp-content/uploads/2021/10/art-ColuMed-28oct2021.pdf [fecha de consulta: 4 de septiembre de 2024].[]
  2. Ibidem, https://www.cofece.mx/wp-content/uploads/2017/11/Soriana-Comer-v8.pdf#pdf.[]
  3. Ibidem, https://www.cofece.mx/posicionamiento-respecto-a-la-aprobacion-del-dictamen-de-simplificacion-organica/.[]

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