Salvador Gutiérrez analiza cómo el derecho aduanero puede promover la equidad y la justicia social a través de su estructura y prácticas.
La justicia social en el derecho aduanero es un tema complejo que implica analizar cómo las normas y prácticas aduaneras impactan en la equidad y el bienestar de la sociedad. No existe una definición única de justicia social en este contexto, pero se puede entender como la búsqueda de un sistema aduanero que:
Reduzca las desigualdades: Evitando que las regulaciones aduaneras favorezcan a ciertos grupos económicos o países en detrimento de otros.
Promueva el desarrollo: Facilitando el comercio justo y el acceso a mercados para países en desarrollo.
Proteja los derechos: Asegurando que las operaciones aduaneras respeten los derechos humanos, laborales y ambientales.
¿Cómo se relaciona el derecho aduanero con la justicia social?
Recaudación de impuestos: Tradicionalmente, el análisis de los impuestos al comercio exterior se ha centrado en su función recaudatoria y su impacto en la balanza comercial. No obstante, una perspectiva de justicia social exige considerar las siguientes dimensiones:
- Proporcionalidad y progresividad: Un sistema tributario justo en el comercio exterior debe evitar gravar desproporcionadamente a los sectores de bajos ingresos. Imponer altos aranceles a productos básicos importados, por ejemplo, genera un impacto regresivo al encarecer la canasta básica. En contraste, un sistema progresivo, que grava en mayor proporción la importación de bienes de lujo o consumidos principalmente por sectores de altos ingresos, contribuye a una distribución más equitativa de la carga tributaria.
- Destino de los ingresos: La justicia social no se agota en la forma en que se recaudan los impuestos, sino que se extiende a su destino. La inversión de los ingresos provenientes del comercio exterior en programas sociales, educación, salud e infraestructura pública, especialmente aquellos que benefician a las poblaciones vulnerables, es crucial para reducir la brecha de desigualdad. La transparencia y la rendición de cuentas en el manejo de estos recursos son fundamentales para evitar la corrupción y asegurar su efectiva canalización hacia fines socialmente beneficiosos.
- Impacto en la producción nacional: La imposición de aranceles puede jugar un papel en la protección de industrias nacionales estratégicas, generando empleo y desarrollo local. Sin embargo, esta protección debe ser cuidadosamente calibrada para evitar la ineficiencia y la creación de monopolios. Los impuestos al comercio exterior también pueden utilizarse como mecanismo de defensa ante prácticas comerciales desleales, como el dumping, que perjudican la competencia y la industria local.
- Consideraciones internacionales: La justicia social trasciende las fronteras nacionales y exige un sistema de comercio internacional justo. Esto implica evitar que los países desarrollados impongan condiciones desfavorables a los países en desarrollo, promoviendo relaciones comerciales equitativas y la cooperación internacional para combatir la evasión fiscal y el contrabando, flagelos que erosionan la recaudación y profundizan las desigualdades.
¿Qué desafíos existen para lograr la justicia social en el derecho aduanero?
- Corrupción: La corrupción en las aduanas, que incluye sobornos, contrabando y tráfico de influencias, distorsiona el comercio, genera competencia desleal y priva a los Estados de ingresos fiscales. Además, socava la confianza pública en las instituciones y perpetúa la desigualdad.
- Falta de transparencia: La opacidad en los procedimientos aduaneros, la falta de información pública sobre regulaciones y la discrecionalidad en la aplicación de las normas abren la puerta a la arbitrariedad y la discriminación. Esto dificulta el cumplimiento para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas (PYMES), y crea un terreno fértil para la corrupción.
- Complejidad: Las regulaciones aduaneras, a menudo complejas y burocráticas, imponen costos de cumplimiento desproporcionados a las empresas, especialmente a las PYMES, que carecen de los recursos y la experiencia de las grandes corporaciones. Esta complejidad puede actuar como una barrera de entrada al comercio internacional, limitando las oportunidades para las empresas más pequeñas.
- Disparidad: La falta de armonización entre las regulaciones aduaneras de diferentes países genera incertidumbre y costos adicionales para las empresas que operan a nivel internacional. Esta disparidad puede dificultar el comercio entre países en desarrollo, que a menudo tienen menos recursos para adaptarse a diferentes sistemas regulatorios.
¿Qué se puede hacer para promover la justicia social en el derecho aduanero?
Superar estos desafíos requiere un enfoque integral que involucre a gobiernos, empresas, organizaciones internacionales y la sociedad civil.
- Fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas: Implementar mecanismos de transparencia en las operaciones aduaneras, promover el acceso a la información pública y fortalecer los mecanismos de control y sanción de la corrupción.
- Simplificar y armonizar las regulaciones: Reducir la complejidad de las regulaciones aduaneras y promover la armonización a nivel internacional para facilitar el comercio y reducir los costos de cumplimiento.
- Promover la participación y el diálogo: Fomentar la participación de la sociedad civil y otros actores relevantes en la formulación de políticas aduaneras y promover el diálogo entre los diferentes actores involucrados en el comercio internacional.
- Considerar el impacto social de las políticas: Evaluar el impacto social de las políticas aduaneras y diseñar medidas de apoyo para los sectores que puedan verse afectados negativamente.
- Promover la cooperación internacional: Fortalecer la cooperación internacional para combatir la evasión fiscal, el contrabando y otras prácticas ilícitas en el comercio internacional.
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