Consejos para la enseñanza del derecho en línea

La educación a distancia no es nueva. Desde hace muchos años, universidades como la UNAM cuentan con programas a distancia que en su origen se impartían sin necesidad de internet; en Estados Unidos se aplican, desde hace una década, modelos flexibles como el propuesto por Brian J. Beatty, los cuales promueven la educación a distancia o en línea con ayuda de internet, y en la red hay numerosos cursos en línea masivos y abiertos (conocidos como MOOC, por sus siglas en inglés). En este escenario de educación digital, los autores ofrecen diversas recomendaciones para la enseñanza del derecho.1


El año 2020 fue icónico para el sistema educativo de México ya que obligó a escuelas y profesores a operar bajo la modalidad en línea. Herramientas como Zoom y otras para llevar a cabo videollamadas se convirtieron en el medio de moda para impartir una clase. En el caso de los profesores de derecho, se podría decir que descubrimos áreas de oportunidad en el mundo digital para desarrollar nuestra labor docente, pese a que éstas ya existían.

La realidad es que ya hace mucho tiempo la enseñanza del derecho debía transitar de los modelos tradicionales a los modelos con elevado uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

A continuación presentamos algunos consejos para el uso de TIC en la enseñanza del derecho que no sólo aplican en el contexto de la pandemia, sino que deberían ser parte de la vida cotidiana de quienes enseñan derecho en los diversos niveles de estudios.

Ambientes virtuales de aprendizaje

El uso de ambientes virtuales de aprendizaje debe ser promovido y consolidado por los centros de enseñanza del derecho en la formación de sus docentes. Plataformas educativas como Moodle facilitan los procesos de enseñanza para el profesor y el estudiante. Ahí se pueden colocar recursos y actividades digitales, guardar calificaciones, aplicar exámenes.

En estos espacios fluye la comunicación entre profesor y estudiantes de manera muy efectiva. Además, permite el uso de medios sincrónicos y asincrónicos. Asimismo, debe olvidarse la idea de que un ambiente virtual de aprendizaje es un repositorio. Por el contrario, se trata de un salón de clases en el que el estudiante vive una verdadera experiencia de aprendizaje.

No todo es Zoom

En relación con el punto anterior, es cierto que Zoom es un muy buen instrumento para realizar encuentros virtuales en tiempo real muy aceptables; sin embargo, hay que considerar que no es un aula virtual y su propósito no es facilitar el proceso de aprendizaje en los mismos términos que un ambiente virtual.

Es cierto queZoom puede ser muy eficaz para videollamadas de trabajo, para cuestiones de tutorías y para establecer algunas comunicaciones con pocos estudiantes. A pesar de esto, no se pueden colocar objetos virtuales de aprendizaje en él, por lo cual resulta una herramienta insuficiente para el proceso de enseñanza del derecho.

Además, las sesiones enZoom pueden tener ciertos inconvenientes, como los ruidos ajenos a la clase, la falta de señal de internet que otorgue una conexión estable y hasta un excesivo uso de datos celulares para quien utiliza la plataforma sin una red. Pueden existir casos de estudiantes que tengan que compartir la computadora con alguien más en su casa y, aunque parezca increíble, es posible que haya estudiantes para quienes tener una computadora en casa todavía sea algo difícil.

En el caso del profesor, ponerse frente a una cámara, por más que sea desde su computadora, puede implicar serios problemas como los siguientes: el nerviosismo ante el hecho de que su charla pueda resultar más tediosa; incluso la postura y la actitud del profesor frente a la cámara es importante, ya que de ella puede depender la posibilidad y el éxito de capturar la atención del estudiante.

Zoom es un muy buen instrumento para realizar encuentros virtuales en tiempo real muy aceptables; sin embargo, no es un aula virtual y su propósito no es facilitar el proceso de aprendizaje en los mismos términos que un ambiente virtual.

Entonces, Zoom es una buena herramienta para ciertas actividades enfocadas en la resolución de dudas, pero no puede ser el eje central del proceso de enseñanza del derecho.

Hacer una planeación

El trabajo en línea o a distancia requiere más preparación de la clase, lo que, por supuesto, es bueno. Tal vez aquellos profesores que tengan una formación pedagógica en educación conozcan la didáctica que implica esa planeación, pero en muchos casos los profesores de derecho no están acostumbrados a elaborarla, por lo menos no de todo el curso.

La planeación didáctica permite contar con una ruta de todo lo que se hará durante el semestre para lograr los objetivos planteados por el programa de estudios. No se trata de un documento flexible, razón por la cual no se puede modificar con el paso de los días. Así se evita la improvisación y se tiene claro el cómo, el cuándo y el dónde del proceso de aprendizaje. Las modificaciones a esta planeación también pueden ser programadas, pero al término del curso y sólo si se requiere actualizarse.

En este sentido, la planeación permite al estudiante tener conocimiento de cómo va a funcionar el curso, en sus temas, sus actividades, sus formas de evaluación y en los requisitos para su desarrollo.

Diagnóstico

Durante los primeros días de cada curso es importante conocer qué tanto saben los estudiantes de cada materia. De esta forma el profesor evaluará los conocimientos que necesita el alumno para comprender los nuevos contenidos del curso y sabrá qué punto de partida debe considerar para la planificación de éste.

Recordemos que, sobre todo en el primer semestre, los estudiantes provienen de distintas escuelas, razón por la cual sus conocimientos pueden ser distintos, y a través de un diagnóstico el profesor puede nivelar y, en su momento, potenciar las capacidades de cada alumno.

Diseño instruccional

En cursos a distancia o en línea el diseño instruccional es vital e incluye algunos de los aspectos señalados con anterioridad. En concreto, el diseño instruccional ayuda desde la planificación de todo un curso hasta el diseño de una actividad enfocada en el logro de un objetivo didáctico.

Los profesores que enseñamos derecho no podemos limitar la clase a pláticas, lecturas o exposiciones de los estudiantes. Es necesario planificar actividades digitales, determinar qué objetivo de enseñanza-aprendizaje se pretende cumplir y cuál es el medio más adecuado para alcanzarlo.

Así, el alumno tendrá muy claro a dónde va con una actividad, qué debe hacer, cuándo lo debe hacer y cómo lo debe hacer. Aquí, los profesores tienen que desarrollar la habilidad de describir muy bien las instrucciones que el estudiante debe seguir al realizar una actividad y que ésta cumpla su objetivo.

Recursos y actividades con TIC

La enseñanza del derecho ya tiene que dejar atrás los medios tradicionales de enseñanza y transitar a uno preponderantemente digital. Los profesores debemos contar con un conocimiento amplio de recursos en internet que ayude al logro de objetivos didácticos. Desde cuestionarios sistematizados en Moodle hasta blogs, Google Drive, mapas conceptuales, actividades H5P, videos, uso correcto de procesadores de texto, buscadores de referencias y otras TIC que impliquen una verdadera experiencia de enseñanza. También imágenes 3D, realidad aumentada y otros que sin duda favorecen el aprendizaje.

Esta clase de recursos desarrolla el pensamiento crítico, el emprendimiento y el trabajo colaborativo y estimula la creatividad y otras habilidades importantes no sólo en el entorno de estudio sino en el ámbito laboral.

Gamificación

Otro elemento que se puede incluir en los cursos es el aprendizaje a través de juegos. En este caso la gamificación permite mejorar los resultados de aprendizaje gracias a que el estudiante aprende jugando. Este mecanismo es tan eficaz que un alumno puede aprender sin darse cuenta y en poco tiempo, lo cual puede resultar muy satisfactorio en el proceso de aprendizaje.

Además, se estimula la competencia, la superación, la toma de decisiones y otras habilidades vinculadas con procesos legales.

Evaluación formativa

En la educación a distancia es muy importante que el profesor diseñe actividades de evaluación, las cuales funcionan como un sistema de control o de seguimiento del aprendizaje del alumno, con base en recursos didácticos integrados al curso, y que éstos sean calificados. Sólo de esta manera el estudiante sabe cómo va su proceso de aprendizaje al ser evaluado y retroalimentado durante el curso.

Además, lo ideal es que se trate de una evaluación formativa y que ésta sume al finalizar el curso, que no se deje todo para un examen final en el que el estudiante se concreta a memorizar conceptos y definiciones con el único propósito de aprobar.

Es relevante que cada lectura, video, sonido y presentación implique una actividad y que ésta sea evaluada por el profesor.

Cuestionarios que propicien el pensamiento crítico

Plataformas como Moodle permiten construir cuestionarios sistematizados que, una vez programados por el profesor, no requieren mayor esfuerzo para su calificación. Sin embargo, los cuestionarios pueden tener un enfoque crítico, no sólo que implique memorizar.

Evitemos el aprendizaje memorístico ya que éste se aísla y, en consecuencia, no se recuerda. Es necesario promover el enfoque crítico y reflexivo en el estudiante por medio de preguntas que deberán resolverse con el desarrollo de cada tema y concluir el tópico con cuestionamientos que permitan entrelazar el siguiente tema por revisar.

Para lograr lo anterior, el profesor puede recurrir a instrumentos como la taxonomía de Bloom y verificar cómo diseñar un cuestionario que maximice los diversos niveles cognitivos. Incluso, un cuestionario de opción múltiple puede ser de la mayor complejidad para el alumno y más eficaz en el proceso de enseñanza-aprendizaje, si se construye de manera adecuada. Tampoco hay que perder de vista que se trata de que el estudiante piense y use su capacidad cognitiva, no de que repruebe.

Comunicación con el estudiante

La comunicación entre los estudiantes y los profesores es un punto toral en esta forma de enseñanza. La única manera de propiciar un acercamiento con el alumno se logra a través de un mensaje vía la plataforma. Así que es importante que estos mensajes sirvan para acompañar al estudiante en su proceso de aprendizaje.

Si nunca enviamos un mensaje para saber cómo avanzan los alumnos, éstos empiezan a sentirse abandonados o a percibir una falta de interés por parte del profesor. Así que el docente debe sacar provecho de los mensajeros que plataformas como Moodle ofrecen y mantener una comunicación constante.

Retroalimentación

Además de la evaluación para el estudiante, es importante para él saber en qué cosas acierta y en qué consisten sus errores; así que el profesor debe hacerle saber los desaciertos de una actividad y qué hacer para mejorar.

Es claro que para lograr lo anterior el docente requiere tiempo para realimentar, sobre todo en materias que implican el desarrollo de escritos para un proceso penal, civil, de amparo, mercantil o de algún otro tipo, en que sin la retroalimentación es probable que no se logren los objetivos de enseñanza planteados.

Uso de rúbricas

En relación con el punto anterior, en el caso de la plataforma Moodle, el profesor puede diseñar rúbricas de evaluación en las actividades para que él y el estudiante tengan certeza de qué deben realizar, qué debe contener una actividad y cuál será la calificación que obtendrá al cumplir o no con ellas.

Asimismo, esas rúbricas facilitan la labor evaluadora del docente.

Guía de aprendizaje

Incluir guías de aprendizaje instruye y orienta a los estudiantes en cuanto a la descripción de la materia y la secuencia de actividades de aprendizaje y los ayuda a lograr los objetivos planteados. Es un compromiso entre los profesores y los alumnos sobre los aprendizajes que se esperan.

Exponer la utilidad de cada tema

En muchos casos, los estudiantes pueden preguntarse: ¿para qué sirve estudiar este tema? En cada asignatura y en cada tema es importante que el profesor explique qué utilidad tendrá para el alumno, sobre todo en el desempeño profesional. Si el estudiante entiende esto, tendrá para él sentido el desarrollo de los recursos y las actividades diseñados por el profesor.

Conclusión

La enseñanza del derecho en modalidades a distancia o en línea requiere que el profesor maneje de forma cabal el contenido de la materia. De la misma forma, es importante que el profesor, con ayuda de las universidades o de los institutos, mediante sus planes institucionales, se enfoque en el desarrollo de habilidades digitales y docentes para su buen desempeño en estos entornos.

La digitalización de la educación ha llegado para quedarse. Si bien es cierto, como comentamos al prinicipio, la educación en línea no es nueva, tal vez no era tan conocida ni famosa o no se consideraba tan necesaria como lo es ahora. Los profesores del derecho formaremos a operadores jurídicos que en la actualidad están iniciando su educación básica bajo la modalidad a distancia por medio de TIC, motivo por el cual el compromiso y la responsabilidad son mayúsculos, así que no podemos quedarnos atrás y debemos superar los retos a los que nos enfrentamos y adaptarnos a la nueva forma de enseñar el derecho.

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Notas:
  1. Proyecto PAPIME PE 301521. La Cátedra Digital. Referencias: Beatty, B. J., Diseño de cursos híbrido-flexibles, 2019.[]

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