Nuhad Ponce Kuri: datos personales, derechos humanos y democracia

El derecho a la protección de los datos personales fue elevado a rango constitucional en 2009. A la fecha, con el auge de las redes sociales, el uso y la protección de los datos personales, aunados a una falta de conciencia colectiva sobre el trabajo en conjunto que tienen que hacer sociedad y gobierno para la protección de la información privada de las personas, ha generado numerosas controversias y debates en la materia. Nuhad Ponce Kuri, en conversación con Ángel Gilberto Adame, nos comparte sus reflexiones al respecto.


Nuhad Ponce Kuri es licenciada en Derecho y Maestra de Derecho de la Empresa por la Universidad Panamericana. Actualmente preside el Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Es miembro de la International Association of Privacy Professionals, del Consejo Directivo Nacional de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, Colegio de Abogados, A. C. (ANADE).


Te voy a plantear algunas preguntas sobre dos temas que marcan quién es Nuhad Ponce Kuri. Vas a ocupar el año que entra la presidencia de una de las barras de abogados más importantes del país. Las mujeres siguen ocupando espacios; ya tuvimos aquí una presidenta del Consejo del Colegio de Notarios, tenemos a la presidenta de la Barra, tuvimos ya una directora de la Facultad de Derecho. Cada vez es más normal eso, ¿o tú cómo lo percibes? ¿hay presión para ti? Porque parece, a veces, que hay presión para las mujeres.

Nuhad Ponce Kuri – Muchas gracias. Fíjate que, al contrario, yo creo que entre más apertura haya a buscar talento, a preservar el talento, más se ayuda a las instituciones. Yo creo que todos como seres humanos tenemos mucho que aportar, tenemos habilidades, tenemos características diferentes para trabajar en equipo y me parece que este tipo de apertura, esta búsqueda realmente de talento, nos ayuda a todos a formar precisamente y nutrir barras, colegios, asociaciones, y me da muchísimo gusto que podamos estar aquí el día de hoy, que podamos platicar en este tenor.

Cualquiera, no importa si es hombre o mujer, cuando tiene uno de estos cargos, tiene a su vez una gran responsabilidad. Claro que hay presión, pero sin duda con un equipo nutrido las cosas salen adelante.

¡Muchas felicidades! Ahora en relación con el tema de datos personales: ¿cómo llegas, por qué te interesa y por qué el despacho Ponce Kuri se ha identificado tanto con el tema de protección de datos?

Nuhad Ponce Kuri – Hace como 18 o 20 años estaba trabajando en un despacho donde teníamos a varios clientes extranjeros; entre ellos, algunos españoles. Ahí se daba mucho el tema de protección de datos, sobre todo en Europa, pues en México todavía no había evidentemente una normativa. Hablaban extensamente de seguridad de la información, de protección de datos, de cómo existe un valor para nuestra información en el mercado. Yo empecé a interesarme por estas empresas que buscaban esa protección, ese clausulado que en México pudiera proteger los datos; y era un poco como hablar del espacio exterior, algo todavía no descubierto en ese entonces.

Es ahí cuando surgió un interés de mi parte, pues era algo totalmente diferente porque, al ser un tema multidisciplinario, me ayudó a entender el otro lado de la moneda. Muchas veces no sabemos cómo se utilizan los medios electrónicos lo que nos lleva a concluir que se requiere ser un físico nuclear para poder hacer un hackeo, por decir algo, y no es así. Aprender y construir con otras profesiones me ayudó mucho a pensar en una posible oportunidad para el derecho en esa materia, pues si bien siempre va atrás de la realidad, en temas tecnológicos se distancia años luz. Por ello incursioné en el tema y empecé a generar una cultura de la privacidad, una conciencia del valor de nuestros datos y nuestra información. 

En 2009 se reformó la Constitución General para que en el artículo 16 se incluyera la protección de la privacidad de los datos personales y los derechos ARCO, para preparar el terreno para que en 2010 se publicara la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares, y posteriormente en 2017, la de sujetos obligados; esto generó el contexto para pensar que nuestros datos tienen un valor; debemos de saber qué tenemos, para qué lo subimos, cómo lo utilizamos, y buscar la seguridad de los individuos a través de la seguridad de su información y de la protección de sus datos personales.

Leí un libro de una mexicana que estudia en Oxford, Carissa Véliz, quien pone el dedo en la llaga: sí tenemos regulación los particulares que manejamos información de terceros, una serie de restricciones, pero Véliz señala lo que está aconteciendo en las redes sociales; es decir, tenemos leyes pero nos la pasamos, una y otra vez, regalando nuestra información, y ahí no veo el aparato del Estado defendiéndonos o defendiendo lo que estamos haciendo en redes sociales. ¿Cómo ves? 

Nuhad Ponce Kuri – El tema de redes es interesantísimo. Si bien es cierto que existe un factor detonante para custodiar nuestra información y tenemos que ser nosotros mismos (quién mejor que nosotros para decir qué sí, qué no), también es cierto que con el boom de las redes sociales todo el mundo empezó a subir y compartir todo de manera indiscriminada y, repito, sin tener conciencia; el Estado, efectivamente, lo que está buscando –y hay ya un par de iniciativas– es que se publique una ley de ciberseguridad, pues tienen que estar pendientes de todo lo que pasa en el ciberespacio y de las cuestiones que en ese contexto puedan ocurrir.

En este contexto y en este tenor, la persona, nosotros como seres humanos somos quienes tenemos ese primer control, qué comparto y qué no, qué subo y qué no, cuando yo me uno a una red social ¿realmente veo qué me va a pedir?, qué datos me está pidiendo para generar un usuario y contraseña; normalmente la verdad es que todos decimos: dale a todo que sí; pero en realidad no estamos viendo que nos están pidiendo, y con base en la ley nos tienen que pedir el consentimiento, y el consentimiento es ese famoso click y esa famosa palomita en “sí, acepto”. En la mayoría de redes sociales nos piden consentimiento para que, todo lo que se publique, pueda ser utilizado, distribuido, vendido o comercializado. 

Es muy importante generar una conciencia para saber realmente qué vamos a compartir y qué no, y saber que esto es un trabajo entre sociedad y Estado, y por sociedad me refiero desde el más chiquitito hasta el más grande, porque ahora el alcance tecnológico va desde menores de edad hasta adultos mayores, entonces es un deber en conjunto generar esta conciencia sobre el uso de nuestros datos e información, para que también cuando exista obviamente la regulación, todo fluya.

Suena complejo querer regular a transnacionales como Facebook, es decir, que una norma mexicana regule a este tipo, ya no de transnacionales, sino de corporativos globales que, por la información que tenemos, incluso son capaces de influir en una elección, en una guerra, etcétera.

Nuhad Ponce Kuri – Qué interesante pregunta haces. Yo pienso que esta es una de las pocas leyes extraterritoriales, pues no le importa dónde está tu servidor o si no tienes alguna sucursal o algún establecimiento aquí; simplemente aplica porque se está tratando con una serie de datos, en supuestos establecidos en la ley y el reglamento. 

Una empresa trasnacional tiene que cumplir con una regulación; esto importa porque el flujo transfronterizo de datos no se detiene y tenemos todos que estar en un común denominador reflexionando qué necesitamos y coadyuvar con las autoridades; muchas veces los ciberdelitos no se cometen en el mismo entorno geográfico, por ejemplo,  alguien en las Bahamas mandando una campaña de phishing y nosotros cayendo en México. Estas leyes tienen que ser extraterritoriales para que podamos tener un tratamiento, una sanción del delito realmente eficiente y buscar cómo regularnos todos. 

El tema de la elección que refieres fue interesante porque mucha gente al principio pensó que se había tratado de un hackeo y no fue así. Muchas veces cuando conduces una conversación puedes ir obteniendo preferencias de manera indirecta, puedes ir escuchando a lo mejor lo que alguien quiere y eso te ayuda a generar un discurso en un sentido o en otro.

El alcance en las redes es exponencial, y es por eso que se utilizan muchos de estos datos; por ejemplo, un buscador almacena los datos ingresados por un usuario, si alguien tiene convenio con ese buscador es posible que éste le pase el historial a aquél con el objeto de crear un perfil del usuario a partir de dicha información. Estas leyes pretenden generar conciencia en las personas al momento de compartir sus datos personales.

Hay otro tema que a mí me llama mucho la atención. Participamos en la iniciativa del Código Civil de la Ciudad de México, en una reforma en materia sucesoria. Pienso que está relacionado con este tema de datos personales en nuestra actividad en redes sociales: el famoso derecho al olvido. Se ha discutido en Europa la posibilidad de decidir qué pasa o cuál es el tiempo que debe estar mi información expuesta públicamente en redes. Esto está en el Código Civil de la Ciudad de México, la posibilidad de decidir qué quiero que pase con mi vida digital. Pero el debate continúa frente al interés público. ¿Dónde estamos, qué es eso, qué será lo más moderno en tema del derecho al olvido?

Nuhad Ponce Kuri – Esto es importante ponerlo en la mesa. A ver, el derecho al olvido en México se ha equiparado a un derecho de cancelación, en México tenemos los derechos ARCO: Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición, y el de cancelación se ha tomado para hacer las veces de un derecho al olvido. Lo que significa que si alguien tiene mis datos y ya se agotaron las finalidades para las que los tenía o no tiene por qué tenerlos, se deben cancelar. 

Efectivamente, en Europa está regulado el derecho al olvido. El primer caso es de una persona que tenía una deuda que ya había liquidado: cuando buscaba su nombre en Google aparecía como deudor, aunque ya no tenía tal calidad, y eso tenía implicaciones en que, al investigarlo, ya no le daban créditos. Fue chistoso y hasta en un sentido medio contraproducente porque ahora todos sabemos su nombre y sabemos que fue deudor, por haber sido el primer caso sobre derecho al olvido.

Claro que hay una contraposición de derechos; qué pesa más, el derecho a la información o el derecho a la privacidad, y son dos derechos que siempre van a estar en constante pugna, y la verdad es que es muy casuístico en qué momento pesa más uno u otro, ¿qué pesará más? saber que una persona es asesino serial, por ejemplo, y que va a pedir un trabajo a un kínder, o el derecho de esa persona a decir “ya me arrepentí, ya compurgué mi pena, ya no quiero que nadie sepa eso”.

Que no tengo derecho a una segunda oportunidad sin que mi pasado me esté marcando…

Nuhad Ponce Kuri – Correcto. Nosotros, por ejemplo, no solíamos ir por la vida compartiendo nuestra temperatura; actualmente en cualquier lugar el que uno entre, le toman la temperatura e incluso le hacen llenar cuestionarios de salud donde colocamos datos personales sensibles, pero por un tema de salud pública; es entonces cuando el derecho a la información, en este caso, pesa más que el derecho a la privacidad, en algunos otros será diferente y pesará más otro derecho. 

En México el derecho de cancelación está previsto bajo ciertos supuestos; yo creo que siempre se van a tener que ponderar los derechos dependiendo del supuesto que estemos tratando. No es blanco y negro.

Tú eres presidenta del Consejo Consultivo del INAI. Yo pienso que antes funcionaba mejor, hoy como que vemos al presidente de la república pidiéndole que libere la información de un periodista, pero por otro lado vemos a una autoridad un poco más cerrada de lo que percibía yo antes en el tema de acceso a la información. Recuerdo que utilicé la plataforma del INAI y obteníamos fácilmente la información, alguna vez con alguna reticencia, pero como que ya estábamos rompiendo la cultura de la autoridad de negarla, ¿eso tú crees que sigue evolucionando o estamos en un pequeño retroceso, o está detenida?, ¿sigue funcionando el INAI como tal, a la par de los cuestionamientos que está teniendo en el poder?

Nuhad Ponce Kuri – El INAI como Organismo Constitucional Autónomo, sigue funcionando bien, yo creo que otra vez es un tema de acomodo, es un tema que tenemos acerca de defender a nuestros organismos autónomos, porque son los que realmente ayudan o coadyuvan a que la democracia funcione.

Me gusta que el INAI tenga este Consejo Consultivo, que tengo el honor de presidir en este momento; somos un órgano ciudadano, un órgano totalmente honorífico, nombrado por el Senado de la República. Nuestras opiniones no son vinculantes, son un consejo técnico–jurídico que damos para guiar a la autoridad.

El INAI está en plenas funciones, haciendo bien su trabajo. Como ciudadanos, me parece, tenemos que involucrarnos más; como te decía en una de las preguntas anteriores, quienes detonamos la protección de los derechos aludidos somos la ciudadanía. Hay que trabajar en equipo en busca de un mejor México.

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