Janeth Viñas y Lesly Valencia: mujeres en la abogacía

La experiencia de las juventudes en la abogacía se encuentra atravesada por diversos elementos, como la identidad. ¿Qué significa para una joven estudiar Derecho? ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta y cómo los supera? ¿Es consciente de la diferencia? ¿Se asume parte del cambio? ¿Cuál es su experiencia en los espacios de toma de decisiones? Éstas, entre otras preguntas, responden las dirigentes del consejo estudiantil de la Universidad Panamericana.


Janeth Viñas Herrera es la Presidenta de la Sociedad de Alumnos de la Universidad Panamericana. Es titular del área de Voluntariado en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo.

Lesly Fernanda Valencia González es la Vicepresidenta de la Sociedad de Alumnos de la Universidad Panamericana. Se dedica al litigio en materia penal. Es autora de diversos textos de investigación y divulgación.


En el marco de celebración del Día de la Abogacía hay que recordar el importante papel de las mujeres abogadas en la actualidad. A lo largo de los años hemos sido testigos del gran avance que han logrado las mujeres en diversos sectores, ocupando cada vez más espacios, como las facultades de Derecho. Sin embargo, a pesar del aumento tan grande que ha habido, nos encontramos aún con una gran cantidad de obstáculos en nuestro desarrollo.

¿Qué opinan sobre el incremento que se ha producido en los últimos años de mujeres abogadas en los diferentes ámbitos laborales, académicos, sociales y políticos?

Lesly – Sí ha habido un aumento, pero no es suficiente. Hace poco leí que, por ejemplo, en la Universidad Panamericana hay más estudiantes mujeres que hombres en la Facultad de Derecho; no obstante, lo malo es que la presencia de las mujeres se queda ahí: en las aulas. Este aumento de mujeres en las universidades no se materializa en los despachos ni en las grandes firmas; hay ciertas áreas en el Derecho en las que todavía hace falta mucha más participación de las mujeres, como en el Derecho penal. Nosotras, que somos jóvenes y estamos en espacios de toma de decisiones, debemos aprovechar los mecanismos que tenemos a nuestro alcance. Es nuestra responsabilidad dar el ejemplo desde la trinchera que ocupamos en nuestro consejo estudiantil; ser guía de nuestras compañeras para que también ellas puedan ocupar los cargos que nosotras ocupamos, haciéndoles creer que también es posible para ellas.

Janeth – Ahondando un poco sobre lo que decías, acerca de que las mujeres no ocupamos puestos de mando en firmas o en política, hay que destacar que recientemente algunas mujeres sí han estado ocupando estos puestos. Y eso es alentador, como decía Lesly, para que las juventudes constatemos que existe la oportunidad. Vaya, la rectora de la Universidad Panamericana es mujer; voltear a ver a tu máxima autoridad de la escuela y darte cuenta que es mujer, nos permite pensar la posibilidad de llegar así de lejos. Ver a abogadas como Nuhad Ponce ocupando puestos de alto mando, sí te alienta a decir: “Bueno, se puede lograr; quizás el camino no sea tan fácil, pero se puede lograr”. Un reto importante que debemos enfrentar para que el aumento de mujeres en la abogacía no se quede en las aulas, es creer en ellas como profesionales. Nos hemos percatado de que muchas veces se toma por hecho que los hombres saben suficientemente de la materia jurídica cuando llegan vestidos de traje a algún lugar; con las mujeres, por el contrario, a pesar de su apariencia física y su arreglo personal, persiste la duda hasta que se les escucha hablar y desenvolverse. 

Empoderar a las mujeres para que sientan confianza y se atrevan a ocupar puestos importantes, es una de las acciones urgentes para superar los obstáculos de género.

Lesly Valencia.

Como mujeres jóvenes en formación de abogadas, ¿cuáles creen que son los retos más importantes a los que se han enfrentado en la escuela y en el mundo laboral? 

Janeth –El acoso y el típico comentario machista: “Es una licenciatura de hombres, ¿qué hace una mujer aquí?” Por parte de algunos profesores y empleadores siempre ha habido ofensas; tanto en las aulas como en el espacio laboral las relaciones son diferentes con las mujeres. Es muy distinto, por ejemplo, que un hombre pasante salga a comer con su jefe, a que una mujer pasante haga lo mismo: se ve muy distinto, se siente muy distinto, y cuando un jefe invita a comer a una mujer, no se sabe cómo tomar esa invitación. 

Janeth y Lesly
Janeth Viñas (izquierda) y Lesly Valencia (derecha). Mujeres en la abogacía

Lesly – En una ocasión organizamos una conferencia en la Universidad Panamericana sobre la importancia del papel de la mujer en la abogacía. Nos acompañaron personalidades como Nuhad Ponce y Claudia de Buen. Durante el acto hice una dinámica con algunas de mis compañeras: les pedí que me compartieran por mensaje de texto sus experiencias tanto en la universidad como en el trabajo para socializar nuestros sentires y nuestras experiencias en relación con la violencia de género: muchas me enviaron mensajes con comentarios acerca de las situaciones a las que se habían enfrentado: “Como eres niña, el profesor fue más condescendiente contigo”, “Lo que pasa es que le gustabas al profesor”, “Llegaste muy lejos porque le atraías a tu jefe o algo hiciste a cambio”.

¿Ustedes cómo han superado estos retos?

Lesly – No se trata tanto de superar, porque siempre nos quedamos con algunos enojos que también está mal guardar. Yo no estoy de acuerdo con que siempre tengamos que demostrar a las personas que sabemos y que nuestra opinión tiene valor. Sin embargo, analizando el contexto, sí tenemos que luchar, estudiar, prepararnos y dar a conocer nuestra problemática. Es nuestra responsabilidad como abogadas jóvenes y debemos asumirla convirtiendo a los hombres en nuestros aliados.

Mujeres en la abogacía

A la luz de lo que comentan, y a pesar de que nuestro Derecho promueve la igualdad, aún queda mucho por hacer. ¿Qué acciones podríamos llevar a cabo para alcanzar la igualdad? 

Janeth –Algunas propuestas que sería bueno implementar, no sólo en los ámbitos legislativo o judicial, sino también en las escuelas y en el sector privado: impartir cursos acerca de género a jefes, altos directivos, compañeros y mujeres que operan el Derecho, para generar una conciencia de igualdad y promover la inclusión de las abogadas en los espacios de toma de decisiones, no con base en cuotas de género, sino considerando que muchas de ellas también tienen las aptitudes para ocupar esos cargos.

Lesly – Empoderar a las mujeres para que sientan confianza y se atrevan a ocupar puestos importantes.

¿Consideran que algunos compañeros de la carrera de Derecho realmente están conscientes de los retos a los que, como mujeres, nos enfrentamos en el mundo de la abogacía?

Lesly – Algunos sí; otros, no. Yo creo que por el hecho de ser hombres nunca lo van a experimentar o nunca lo van a sentir como nosotras. Pero hay algunos compañeros que son más comprensivos, y otros, que de plano no. Es nuestra responsabilidad hacer notar a nuestros colegas de estudio las particularidades de nuestra lucha. Lo que dije antes: volverlos nuestros aliados para que también nos apoyen a romper los techos de cristal. 

Janeth –Algunos entienden la problemática porque se han querido acercar y han querido ver de qué manera nos pueden ayudar. Es difícil que nosotras nos acerquemos a explicarle nuestro punto de vista a alguien que tiene ideas machistas y retrógradas.

Lesly – Vivimos en una sociedad machista, lo cual no tiene nada que ver con el hecho de ser hombres, pues también hay muchas mujeres que replican las prácticas de la cultura machista. Se trata de compartir nuestros puntos de vista para generar empatía. 

Es nuestra responsabilidad dar el ejemplo desde la trinchera que ocupamos en nuestro consejo estudiantil; ser guía de nuestras compañeras para que también ellas puedan ocupar los cargos que nosotras ocupamos, haciéndoles creer que también es posible para ellas.

Lesly Valencia.

En este sentido, ¿qué puntos hay que atacar para que haya mayor visibilidad del problema en las instituciones educativas? 

Janeth –Mejorar los protocolos e incluir sanciones en contra de los profesores para evitar la impunidad si se prueba que maltratan a las estudiantes con base en el género. Muchas veces a algunos profesores se les considera vacas sagradas y por esa razón se sienten intocables y con el derecho de tratarnos de manera irrespetuosa. Por eso se debe generar un ambiente equitativo y justo en las escuelas. Si no se consigue lo anterior deberíamos alzar la voz ante las autoridades.  

Lesly – Recibir apoyo por parte de las autoridades para generar condiciones de igualdad en la universidad ayuda a todos los que ejercemos la abogacía. En ocasiones es un poco difícil, por las consecuencias que una piensa que pueden producirse, pero aun así debemos promover la igualdad en los espacios que ocupemos. Pienso, por ejemplo, en las conferencias sobre género que organizamos desde el consejo estudiantil. En la dinámica a la que me referí antes, leí ante nuestras ponentes invitadas, frente a los directivos de la universidad, las experiencias sobre violencia de género que mis compañeras me habían compartido. Sentí temor al hacerlo, pero al final los directivos me respaldaron.

En relación con los cargos que ocupan en el consejo estudiantil de la Universidad Panamericana, ¿han observado mayor participación y más aportaciones de mujeres en la abogacía, en comparación con años anteriores? 

Janeth –Sí, incluso en el consejo estudiantil. En el consejo en el que participamos hace dos años había paridad: éramos 50 y 50 por ciento. En el nuestro hay más mujeres que hombres. 

Lesly – En el ámbito estudiantil hay más participación de mujeres que de hombres en la actualidad.

Lesly y Janeth
Janeth Viñas (izquierda) y Lesly Valencia (derecha). Mujeres en la abogacía

¿Qué tan complicado ha sido para ustedes encabezar el consejo estudiantil? 

Janeth –Es un gran reto. Hay mucho trabajo detrás de cada actividad; mucho tiempo de preparación, de selección de personalidades y temáticas para las conferencias que ayudan a ampliar la perspectiva de los estudiantes. La gestión de nuestros proyectos ante las autoridades nos ha tomado tiempo y nos hemos consolidado como un importante puente de comunicación entre estudiantes y autoridades.

Lesly – Hemos tenido un desafío muy importante: cambiar la forma de pensar de los alumnos para que se involucren con los quehaceres de la comunidad estudiantil. En las facultades de Derecho, conforme avanza la licenciatura, uno pierde la noción de por qué está estudiando la carrera: para hacer justicia y contribuir a la solución de los problemas de la comunidad. El reto es devolver ese interés a los estudiantes.

Es muy distinto, por ejemplo, que un hombre pasante salga a comer con su jefe, a que una mujer pasante haga lo mismo.

Janeth Viñas.

En este sentido, ¿qué las inspiró a postularse como presidenta y vicepresidenta, respectivamente, del consejo estudiantil de la Universidad Panamericana?

Lesly – Un amigo nuestro nos invitó a formar parte del Consejo. Él ahora participa en la política, pero entonces nos tomó en cuenta para formar parte del proyecto. El consejo estudiantil se enfrentaba al gran problema de la burocracia, lo que generaba el desinterés estudiantil. Nosotras tomamos esa apatía como un reto, que fue esencial para permanecer en el consejo.

Janeth –A nosotras nos había gustado el consejo estudiantil, pues habíamos descubierto que se podían hacer cosas para fomentar la comunidad entre los estudiantes y había proyectos a los que queríamos darles continuidad.

¿Cuáles son los mejores logros del consejo estudiantil?

Janeth.  Hemos instaurado un programa de difusión de vacantes en nuestra cuenta de Instagram para que los estudiantes cuenten un espacio práctico para buscar trabajo. En cuanto a temas de género, organizamos conferencias el Día Naranja de cada mes y logramos que el protocolo se reformara en dos ocasiones para incluir algunas opiniones de las estudiantes. Asimismo, hemos organizado diversos debates con la participación de la Universidad Panamericana y otras universidades, como el Instituto Tecnológico Autónomo de México, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Tecnológico de Monterrey. Organizamos el programa Padrinos Bibliográficos, mediante el cual convocamos a profesores y a estudiantes con el propósito de que donaran libros para los alumnos que no cuentan con suficientes recursos para adquirirlos. De igual modo, instrumentamos el programa Entrepreneur, el cual consistía en conversatorios con figuras relevantes del mundo jurídico.

Lesly – También hemos organizado algunos concursos externos de escritura y de debate, y diversos cursos con la colaboración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Promovimos que los estudiantes participaran en diversos conversatorios y entrevistas con personas consagradas del medio jurídico, con base en el diálogo y la reflexión, para convencerlos de que sus opiniones son valiosas. Gran parte de nuestro trabajo está enfocado en la promoción de un pensamiento colectivo que propicie la mejora de la comunidad. Un elemento importante para lograrlo ha sido la organización de actividades ajenas al Derecho, como las deportivas. 

Por último, ¿qué les dirían a las mujeres que sueñan con ser abogadas pero se sienten frustradas por la situación que vive la educación?

Lesly – Es muy importante tener metas claras para que los obstáculos no sean motivo suficiente para desertar. También es fundamental que las mujeres estén seguras de lo que quieren para su vida. Esto será motivo suficiente para no dejar de luchar y para no dejarse intimidar.

Janeth – El tamaño del reto es el tamaño de la satisfacción. Yo les sugeriría que no dejen a un lado su pasión si realmente se quieren dedicar a la abogacía. 

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