Como una colaboración entre abogacía® y el podcast Upstanders, nos acercamos a Art Lien, ilustrador de la Corte Suprema de Estados Unidos, para platicar acerca del trabajo que ha realizado desde el arte para comunicar lo que sucede durante los juicios.
Entrevista realizada por: Ibrain Hernández, Santiago Miranda, David F. Uriegas y Mateo Mansilla-Moya
Arthur Lien es un dibujante estadounidense conocido por ilustrar los procedimientos de la Corte Suprema de Estados Unidos. Comenzó su carrera como court sketcher en 1976. En 1978 fue el dibujante de la Corte Suprema para CBS. Sus bocetos son utilizados por varias organizaciones de noticias, incluido el New York Times, NBC News y SCOTUSblog.
¿Cómo empezaste tu carrera en el arte?
Art Lien – Dibujaba desde pequeño. Cuando llegó el momento de ir a la universidad no sabía muy bien qué iba a hacer, pero siempre se me dio bien el arte, así que fui a la escuela de arte. Me gradué allí, pero ¿qué hace uno con un título de arte? Estaba pintando casas y tejados. Nuestro gobernador aquí en Maryland, el gobernador Mandel, iba a ser juzgado y una de las emisoras locales convocaba a dibujantes, así que unos cuantos amigos y yo nos presentamos a la prueba y conseguí el trabajo. El primer día que fui al tribunal asistí a una audiencia previa al juicio en una sala muy grande. Todo el mundo estaba muy lejos y los materiales con que dibujaría no eran los adecuados. Fue un desastre; me despidieron el primer día, pero me di cuenta en qué había fallado. Luego volví y conseguí el trabajo. Hice esa primera prueba y un par de cosas más. Había mucho trabajo en Washington, que está a sólo 40 millas de mí, así que me presenté a las tres cadenas de aquella época: CBS, ABC y NBC. La CBS me dejó hacer una prueba y ese fue el comienzo de mi carrera.
¿Y cómo llegaste a la Corte Suprema?
Art Lien – La CBS tenía un artista muy famoso en ese momento, Howard Brody. Había sido dibujante de combate durante la Segunda Guerra Mundial y vivía en California, pero la cbs lo asignó en la Costa Este para cubrir el Tribunal Supremo y el Senado. Entonces no había cámaras en el Senado. Cuando la cbs me aprobó, Howard Brody me tomó bajo su férula y me llevó al Tribunal Supremo por primera vez. No fui capaz de terminar un solo boceto; luego fuimos al Senado, pero allí fue aún peor.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Howard?
Art Lien – Fue maravilloso, realmente lo admiraba. Era un hombre muy amable; un tipo realmente maravilloso. Cenábamos juntos. Me gustaba tanto su trabajo que empecé a copiarle. Una noche, mientras estábamos cenando, me dijo: “Mi mujer ha visto tus dibujos y ha pensado que eran míos. Quizá sea mejor que desarrolles tu propio estilo”. Y así lo hice.
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¿Cuál es tu juez favorito en la Corte Suprema?
Art Lien – Me encantaba dibujar al juez Breyer, no sólo por su lenguaje corporal y por sus gestos, sino también porque las preguntas que hacía solían ser largas e hipotéticas, a menudo graciosas, y daban mucho tiempo para dibujarlo mientras las planteaba. Una de mis favoritas ha sido Sotomayor: usa brazaletes, es algo compacta, y por alguna razón la encuentro muy fácil de ilustrar.
Algunos jueces no son fáciles de dibujar, como la jueza O’Connor; no hay nada en ella a lo cual uno pueda aferrarse. Era una mujer muy guapa, pero no tiene nada de lo que uno se pueda agarrar. El juez Kennedy era difícil para algunos artistas. Recuerdo que cuando Kennedy llegó a la Corte, USA Today entrevistó a un colega mío, otro dibujante, de quien se dijo que había dibujado a Kennedy con una cara de vainilla.
Estás hablando de las dificultades de dibujar a una persona. ¿Qué buscas en una escena o en una persona o en una situación? ¿Qué intentas representar?
Art Lien – Antes me fijaba en la cara y en los rasgos de las personas; hoy lo hago en la forma en que establecen el lenguaje corporal, en la manera en que usan las manos e inclinan la cabeza; creo que eso transmite mucho más que el hecho de tener la nariz y los ojos en el lugar correcto.
¿Hay algún aspecto difícil de dibujar en el Tribunal Supremo? ¿Terminas todos tus bocetos durante las audiencias?
Art Lien – Sí, termino todos los bocetos cuando estoy en la sala. Los argumentos suelen durar una hora, aunque a veces se alargan un poco. Llevo lápiz y papel; no añado color hasta que bajo a la sala de prensa. Todo lo termino durante el día. Y en cuanto a las dificultades de dibujar en la sala, casi todo es difícil, especialmente un caso grande. Estamos apretados allí como sardinas. Yo estoy en una pequeña alcoba detrás de dos filas de la prensa, y luego hay varias filas de abogados que han sido admitidos en el colegio de abogados, y luego más abogados. Hay filas y filas de cabezas delante de mí. Cojo un par de cojines para elevarme un poco. Hay un abogado en el atril. Detrás de él hay ventanas, y si es un día soleado, todo lo que veo realmente es una sombra. Así que es muy difícil. Durante años hubo dos nichos en los que nos sentábamos, y el que tenía la mejor vista daba hacia el abogado. Me senté allí durante años porque mi concentración la tenía en el abogado que argumentaba el caso. Después de unos 20 años finalmente me di cuenta de que la mejor historia era la de los jueces en el banquillo y las preguntas que formulaban, así que me trasladé al otro nicho, donde podía ver más la parte posterior de la cabeza del abogado que argumentaba, pero también podía ver a todos los jueces.
¿Sientes que los jueces u otras personas están posando o son conscientes de que los estás dibujando?
Art Lien – No lo creo. No, la verdad no. Ahora bien, en una sala de tribunal, en una sala de juicio normal, especialmente durante un descanso, es diferente, pero en el Tribunal Supremo no, no creo.
¿Te metes en los casos e investigas algo sobre los jueces, los abogados o cualquier actor antes de una audiencia?
Art Lien – Lo hago, pero antes no lo hacía. Llevo allí 40 años y durante los primeros 20 realmente no sabía lo que estaba pasando. Pero empecé a mirar los sumarios y me di cuenta de que eran demasiado profundos para mí. Ciertamente leo los informes de prensa de los casos que se presentan.
Una de las mejores cosas que me han pasado es que he trabajado para la nbc durante la mayor parte de mi carrera, pero sólo cubre los pocos casos grandes. Los últimos 10 años, más o menos, he estado trabajando para cotus Blog, que cubre todos los argumentos. Y me encanta porque es un gran recurso y básicamente he estado allí para presenciar casi todos los argumentos.
Además, lo que ayuda es que he estado allí el tiempo suficiente para que cuando los abogados argumentan y se refieren a casos anteriores —digamos Chevron, o algo así— yo estuve allí para Chevron, así que finalmente entiendo lo que está pasando.
En primer lugar, eres un artista, pero de alguna manera has conseguido este contacto con la parte política y judicial. Como artista, ¿cuáles son tus límites a la libertad que tienes para elaborar tus retratos?
Art Lien – Es una buena pregunta. Soy más un reportero que un artista y en esa posición sí tengo limitaciones. No creo que pueda aportar mi punto de vista personal, pues no soy un dibujante editorial. No comento lo que estoy presenciando. Sólo intento contar la historia de lo que estoy observando. Nunca estoy totalmente alejado de la circunstancia, porque estoy en medio de la situación. Pero tiene que haber una cierta distancia respecto de lo que estoy cubriendo. Intento no insertar mi propia opinión. Lo que pretendo es no influir en la opinión política del pueblo estadounidense.
Me acabo de jubilar, así que quizá ahora pueda decir algo un poco diferente, porque el juez Thomas, por ejemplo, durante muchos años no hablaba, se reclinaba en su silla y se limitaba a mirar el techo. A menudo lo incluía en mis tomas amplias con todos los jueces. Pero enviaba un cierto mensaje de que no participaba como otros jueces. Así que sí, supongo que en casos como este aportaba un comentario personal.
¿Existe alguna norma impuesta por los tribunales que los dibujantes judiciales deban seguir para hacer su trabajo?
Art Lien – Sí, y cada juzgado es diferente. He notado cambios a lo largo de los años. Cuando empecé, siempre dibujábamos al jurado, pero hoy en día casi siempre se nos pide que no lo hagamos, sino que sólo tracemos sus contornos, o que emborronemos sus caras, lo cual es comprensible cuando se trata de un juicio por terrorismo o por mafia, por ejemplo. Pero hoy en día eso se aplica a cosas realmente aburridas, como los delitos de cuello blanco, en que no parece apropiado. Además, algunas salas de justicia son más complacientes con los artistas; otras simplemente nos hacen la vida más difícil. Es muy diferente dondequiera que vayas.
Los caricaturistas políticos de finales del siglo xix en Estados Unidos, que a menudo intentaban buscar los hechos, la verdad y la objetividad con ellos a través de su trabajo, estaban conscientes de que su labor era informar a la sociedad y de que su trabajo podía influir en la opinión pública, al grado de que podían determinar qué presidentes serían elegidos. ¿Crees que estás influyendo en la gente de esa manera?
Art Lien – Estás hablando de una época anterior a la fotografía. Creo que la fotografía actual se ha apoderado de esa circunstancia. Con una foto la gente realmente cree, aunque con las falsificaciones de hoy es difícil que lo haga. Todas las apuestas están en marcha, pero no creo que ahora se tenga esa influencia.
Has dibujado el Senado y has sido parte de momentos históricos como los juicios de destitución. ¿Podría hablarnos de eso? ¿Y en qué se diferencia del trabajo en los tribunales?
Art Lien – Los juicios de destitución son muy diferentes, porque se trata de un proceso político. He sido testigo de tres impeachments: uno de Clinton y dos de Trump. Son diferente al procedimiento normal del Senado. Lo raro es ver al presidente del Tribunal Supremo, simplemente sentado ahí, repitiendo lo que le dice el parlamentario.
Hay una declaración política de los artistas que ayudan al gobierno. Por ejemplo, durante la inauguración presidencial de Joe Biden cantó Lady Gaga; al final de la noche estuvo Katy Perry en el National Mall iluminada por fuegos artificiales. ¿Por qué en México, por ejemplo, si un artista actúa durante una inauguración presidencial o en cualquier acto relacionado con la política, ese artista suele ser juzgado?
Art Lien – En Estados Unidos ocurre algo muy diferente. Con eso están diciendo: “Por favor, voten”, pero no inducen por quién votar. Así que quiero decir que es un poco obvio en qué dirección están tratando de moverse.
Tienes razón en que los artistas están muy involucrados en el proceso político en Estados Unidos,. Sí lo están, aunque no sé si todos los artistas lo hacen, pero ciertamente siguen una tradición de expresar su opinión. Acá la primera enmienda es un tesoro.
Bueno, volvamos a la sala del tribunal. Ciertamente, en una sala de justicia, si llevas un pin o cualquier cosa que te identifique con un bando, te dirán que te lo quites. Recuerdo que en el Tribunal Supremo un dibujante entró con una camiseta de la cnn y le dijeron que se la pusiera al revés.
También recuerdo que hice una pancarta para SCOTUS Blog durante el movimiento de George Floyd, básicamente por las protestas en Whashington. La pancarta suponía una declaración que incluía dos estatuas del Tribunal Supremo, desde atrás de la estatua titulada Contemplación de la Justicia, y había helicópteros volando alrededor. Creo que los colores eran naranjas y morados. Y supongo que allí yo estaba haciendo una declaración.
Recuerdo que esas pancartas se hicieron muy famosas en las redes sociales. Recuerdo especialmente la de la jueza Ginsburg cuando falleció, en 2020, y la del juez Breyer cuando se retiró. ¿Podría contarnos un poco más sobre la historia que hay detrás de ellas? ¿Cómo ha sido su experiencia con scotus Blog?
Art Lien – Cuando empecé a trabajar con scotus Blog me pidieron que hiciera esas pancartas. Al principio hacía una especie de fila afuera del juzgado. Llegaba allí muy temprano, hacía las pancartas, las escaneaba, las subía y luego iba a escuchar los argumentos. Una mañana el argumento fue Yates vs. U.S., una ley después de la de Enron y Sarbanes Oxley, aprobada porque se cometió un delito por destruir pruebas. Esa ley se utilizó para procesar a un pescador que tenía una captura ilegal y la tiró. Caminando a la corte esa mañana sólo imaginé ilustrar a todos los jueces en trajes de pescadores. Ese fue el comienzo de las pancartas más imaginativas. A partir de ahí todo empezó a despegar.
¿Cuál es el punto de los bocetos de la Corte? ¿Tienen alguna relevancia social?
Art Lien – Sólo estoy ahí, soy un mal necesario. Sustituyo a la cámara que no puede entrar. Realmente nos respetan muy poco. Estoy allí para documentar y creo que eso es algo muy importante. Es curioso porque cuando empecé no quería llamarme a mí mismo dibujante de tribunales. Ya sabes que entonces era una especie de artista menor. Eso ha cambiado con el tiempo.
¿Crees que el dibujo de la Corte puede tener algún impacto en los juicios?
Podría ser, pero no creo que deba tenerlo.
¿Cómo podría tener algún impacto en los juicios?
Art Lien – A veces puede convertirse en el centro de atención. Había un colega mío que hizo un boceto del jugador de futbol americano Tom Brady que no resultó muy bien: se hizo viral y se convirtió en la historia, en lugar del caso. Creo que a veces los dibujantes pueden convertirse en la historia. Y eso echa por tierra el juicio.
Como artista, estoy seguro de que te sientes emocionado cuando empiezas a dibujar en un juzgado. ¿De dónde viene esta emoción? ¿Qué es lo que la enciende?
Art Lien – Yo no la llamaría emoción. La llamaría ansiedad. Supongo que es como le ocurre a cualquier artista. En cierto modo, me siento muy mal porque si es un caso importante no quiero estropearlo. Me preocupa si voy a conseguir un buen asiento. ¿Cómo van a ir las cosas? Hay todo tipo de circunstancias que me hacen sentir muy tenso y lo que intento siempre primero es calmarme. Puedo dibujar mucho mejor cuando me relajo. Así encontré un montón de pequeños juegos mentales. Algo muy importante es conseguir el asiento correcto, donde realmente se pueda ver lo que está pasando. Me di cuenta a lo largo de los años que lo que creía que podía ser el mejor asiento resultó que no proporcionaba una escena tan buena. A veces consigo un asiento realmente malo y resulta que es el lugar correcto. El personal del tribunal mueve los monitores y todas las cosas cambian en la sala.
¿Necesitas obtener algún tipo de aprobación de los jueces o del tribunal o de cualquier otra parte?
Art Lien – Normalmente no. Pero hice la primera ronda de comisiones militares en Guantánamo y en ese caso todo lo que hice tuvo que pasar por el sensor.
¿Te sientes responsable de la forma en que representas a esta gente, es decir, en relación con los personajes que dibujas?
Art Lien – No quiero que me digan cómo dibujarlos. Y me lo han sugerido. Nunca lo he aceptado. Pero conozco un caso en Guantánamo en el que a la artista se le dijo que el sujeto de su dibujo quería que se cambiara algo de su apariencia, y ella lo hizo.
Acabo de leer que el juez Brennan dijo que se le representaba como un duende. En relación con la jueza Ginsburg, me parece que a veces dibujas sus manos muy grandes y ese es un rasgo que no me gustaría destacar en una mujer si yo la retratara. No digo que esté mal ni nada por el estilo. Me parece interesante y encantador.
Art Lien – No me había dado cuenta de que estaba dibujando las manos de la jueza Ginsburg demasiado grandes. Normalmente lo compruebo. Pero es sólo mi percepción. Probablemente me equivoqué. No he visto sus manos, ni nada por el estilo.
Sí, recuerdo que tenía las manos muy nudosas y que ostentaba varios anillos en las manos. Supongo que me fijaba en eso. Pero realmente no soy consciente de ello. Trabajo con un plazo de entrega muy apretado. Necesito sacar los bocetos de inmediato, así que no tengo tiempo para pensar en las proporciones correctas y no dibujar las manos demasiado grandes. En cuanto al juez Brennan, sí parecía un duende. Dibujé lo que vi, nunca se me había ocurrido que lo estaba haciendo parecer un duende hasta que él lo mencionó. Era muy bajo y cuando estaba en el banquillo básicamente sólo veíamos la parte superior de su cabeza.
Por su parte, durante un tiempo la jueza O’Connor se sometió a quimioterapia y en esa época usó una peluca. Me di cuenta de que sabía que la estábamos mirando y en algún momento comentó que le resultaba incómodo que lo hicéramos no pude dibujarla en esa situación.
Recientemente anunciaste que te retiraste al final de este periodo de la Corte. ¿Hay alguna experiencia que cambió tu perspectiva sobre tu trabajo durante todos estos años en el Tribunal Supremo? ¿Qué te gustaría hacer cuando te jubiles?
Art Lien – Creo que lo único que he aprendido durante este tiempo es relajarme, dejarme llevar, no preocuparme tanto y arriesgarme, y permitir que las cosas sucedan. Si haces algo durante el tiempo suficiente, te vuelves bueno y puedes encontrar tu nicho. No iba a hacer más dibujos una vez que me jubilara, pero en realidad estoy asumiendo un tipo de tarea diferente. Siempre me ha gustado dibujar cuando veo obras de construcción. He hecho bocetos con la maquinaria y los trabajadores, por ejemplo. Así que me han contratado para hacer eso. Es una especie de programa de residencia de artistas para un promotor. Quiero algo diferente. He terminado con la Corte Suprema.
Conoce más sobre el trabajo de Art Lien a través de su sitio web aquí, o escucha la entrevista completa en Spotify: