La tendencia latinoamericana de los gobiernos de izquierda

Los universitarios hablan es un espacio abierto a la comunidad estudiantil que cursa la licenciatura en las instituciones de educación superior. Pretende ser un escaparate en el que los universitarios opinen libre y responsablemente sobre temas de actualidad. En esta entrega participan estudiantes de la Escuela Libre de Derecho que dan su visión respecto de un tema específico y actual: la tendencia de los gobiernos de izquierda en América Latina.


Alternancia a la izquierda

Desde México hasta Chile el mapa político de América Latina cada vez se parece más al de principios de la primera década del año 2000, cuando la conocida “marea rosa” se apoderó de la región. Los gobiernos de derecha establecidos firmemente durante casi dos décadas han sido reemplazados por gobiernos de izquierda.

Las elecciones de los últimos años se han enmarcado en contextos de polarización creciente, la tendencia antioficialista demuestra que hay un sentimiento de insatisfacción en la ciudadanía, el voto ahora es guiado por la búsqueda de un combate a las desigualdades, por lo que en 2018 México inició un nuevo giro hacia la izquierda, lo mismo que los gobiernos latinoamericanos de 2019 a 2022. Le siguieron Argentina, Bolivia, Perú, Honduras, Chile y Colombia; con el triunfo de Lula, las izquierdas gobernarían los siete países más poblados y las seis economías más importantes de la región. 

El disentimiento respecto del significado y el lugar de la izquierda está inmerso en la tensión entre distintas concepciones y contenidos pero también entre lógicas políticas constantemente plurales y contrarias como la hegemonía y la autonomía.

Pero sin importar las ideologías de gobierno vale la pena hacer hincapié en los sistemas electorales de América Latina que están materializando una verdadera alternancia en el poder, ya que no es un solo grupo el que lo tiene acaparado. Tal parece que la ciudadanía ya está consolidando la democracia mediante la exigencia y el ejercicio de sus derechos.  

Mirna Molina Alonso, Escuela Libre de Derecho

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¿Deberíamos estar sorprendidos?

Victorioso salió Lula da Silva el pasado 30 de octubre en las elecciones presidenciales. De este modo, Brasil se suma a la tendencia latinoamericana de votar líderes izquierdistas. Latinoamérica se inclina hacia la izquierda, dando lugar a una discusión política interesante: ¿cuál es la causa de este fenómeno? 

La respuesta no es tan sencilla como pretenden algunos. Dirán que los discursos populistas y demagogos venden mejor y que los proyectos sociales que “regalan dinero” son la razón del éxito de la izquierda en América Latina, pero las cosas no son así de simples; hay que tener memoria histórica. 

Durante las últimas cuatro décadas los gobiernos de Latinoamérica han sido principalmente de derecha, pero su llegada al poder ayunó de un auténtico respaldo popular. La realidad es que fueron intereses estadounidenses los que facilitaron la entrada al neoliberalismo latinoamericano a través de la Operación Cóndor o la United Fruit Company, por ejemplo. Dictaduras y resistencias violentas a la oposición, financiadas por los vecinos del norte, de la década de 1950 a la de 1970 dieron lugar a los gobiernos recientes que prometieron gran crecimiento económico y no lo lograron. 

El efecto era claro: los pueblos latinoamericanos se cansaron de una estrategia de derecha que prometía riquezas que sólo llegaron para los pocos bien colocados y prefirieron votar por un discurso más sencillo, un discurso que entienden y que no sigue el modelo que estancó aún más la movilidad social y que redujo el poder adquisitivo de las monedas en los países de América Latina. 

Arturo Yamil Alvarado Díaz Slim, Escuela Libre de Derecho

El anacronismo: “la derecha y la izquierda”

Las cinco economías más fuertes de América Latina —México, Brasil, Chile, Colombia y Argentina— actualmente son gobernadas por presidentes que se ostentan de izquierda, por lo cual resulta indispensable saber el origen de la acepción de este concepto. 

El 28 de agosto de 1789, la Asamblea Constituyente de Francia discutía la disyuntiva fundamental de la Revolución francesa respecto de la continuidad o no de la monarquía. Durante el debate el grupo más conservador se encontraba a la derecha del presidente del organismo, y del otro lado, en las sillas de izquierda, se hallaban los revolucionarios que pugnaban por un cambio radical.

Derivado de este acontecimiento histórico se comenzó a catalogar a las diversas ideologías políticas como la “izquierda” y la “derecha”. Sin embargo, retomar estas metáforas es revivir en el inconsciente colectivo alusiones como las que lista Gabriel Albiac: la ilustración frente a la tiniebla, la racionalidad frente al irracionalismo, la laicidad frente a la religión…

En ese sentido, el hecho de que los debates y los discursos políticos contemporáneos se centren únicamente en apelar a estas dos “tendencias”, implica dejar a un lado los tonos grises, como si hubiera regresado en el tiempo y volviéramos el siglo XVIII de nuevo.

Sujetarnos a esta dicotomía sin tomar en consideración los complejísimos fenómenos sociopolíticos —en concreto de Latinoamérica— sería borrar de la historia los regímenes totalitarios y populistas que datan de 1940: las muertes, las desapariciones forzadas y todos los esfuerzos que se han hecho para lograr las transiciones democráticas en nuestro continente.

Silvana Torres Alfaro, Escuela Libre de Derecho

¿Y ahora qué hacemos con América Latina?

Tras la elección presidencial de Brasil, finalmente Lula da Silva triunfó sobre Jair Bolsonaro. No obstante, más que una victoria de un candidato sobre otro, ese hecho implicó un cambio de rumbo en el modelo de Estado brasileño respecto del que se había adoptado los últimos cuatro años.

Para muchos, la derrota de Bolsonaro constituyó un gran logro, pues se le ha calificado como un político de extrema derecha, afín al incremento del poder militar, lo cual deviene especialmente riesgoso para un país que apenas en la década de 1989 abandonó la dictadura militar. Sea como sea, el presidente electo hoy es Lula, quien resulta ser afín a la izquierda, sumándose así otro líder a la “ola” actual de gobiernos de izquierda en Latinoamérica. 

¿Cuál es la razón de esta tendencia? El jurista Rodolfo Vázquez ha advertido el fenómeno de la “desilusión cosmopolita”, acontecido en últimas décadas, el cual se funda en el fracaso del laissez faire y del neoliberalismo que prometían ofrecer una solución a todos nuestros problemas, aunque en la actualidad han acarreado desigualdad y resentimiento. Quizás una consecuencia lógica del fenómeno descrito sea buscar el cambio optando por un gobierno de izquierda.

Hegel ha descrito la historia como un proceso dialéctico formado por opuestos; de modo que cuando se ha apoyado cierta idea, la tendencia suele ser huir al extremo contrario posteriormente, y solo una vez probados ambos extremos se alcanza una síntesis, que en el caso de América Latina podría ser no la derecha ni la izquierda absolutas sino un sano equilibrio entre el liberalismo económico y el Estado de bienestar.

Alejandro Ávila Valladares, Escuela Libre de Derecho

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