Rafael Quintana Miranda presenta la semblanza de Amalia González Caballero de Castillo Ledón (Santander de Jiménez, Tamaulipas, 18 de agosto de 1898-Ciudad de México, 3 de junio de 1986), la mujer embajadora plenipotenciaria con el mayor rango del servicio exterior mexicano.
“Amalia González Caballero de Castillo Ledón, hija de Vicente González Garcilazo y María Caballero Garza, llevó a cabo una destacada trayectoria académica y artística. Inicialmente se formó como maestra en la Escuela Normal de Maestros de Ciudad Victoria, Tamaulipas, y posteriormente obtuvo su licenciatura en lengua y literaturas hispánicas en la Universidad Nacional de México. Además, en la capital, se especializó en declamación y arte teatral en el Conservatorio Nacional de Música.”1 En 1927 contrajo matrimonio con el historiador, literato y político mexicano Luis Castillo Ledón, adoptando sus apellidos en su carrera política y en la autoría de sus obras. Tuvieron tres hijos: Luis Antonio, Beatriz y Gabriela.2
Su dedicación al campo literario la llevó a destacar como reconocida dramaturga, siendo autora de obras como Cuando las hojas caen, Cubos de Noria y Peligro-Deshielos, ésta última reeditada y representada como La verdad sospechosa en 1963. Asimismo, exploró el ensayo con su libro Cuatro estancias poéticas.
“Su incursión en la política mexicana ocurrió en 1929, durante el gobierno del presidente Emilio Portes Gil, cuando fue comisionada voluntaria en actividades a favor de la niñez mexicana. Desde ese momento fue reconocida y asignada en cargos oficiales, nombrada titular de la Oficina de Educación y Recreaciones Populares del Distrito Federal.”3 Siempre con su pensamiento social, consideró este compromiso, que la llevó a ser designada fundadora de la Dirección de Acción Cívica y de la Asociación Nacional de Protección a la Infancia.
Todo lo anterior formó parte de sus ideas, de su pensamiento y de su inteligencia, y su razón propia, que en divulgación general incluyó la promoción del teatro de masas, la apertura de centros culturales y museos, así como la creación de la Unión de Actores Teatrales Mexicanos, en su época moderna y contemporánea.
Logró obtener una partida económica del gobierno de Emilio Portes Gil para la fundación de La Comedia Mexicana, la cual albergó el repertorio teatral de obras de autores mexicanos.
Esta distinguida dama fue una de las fundadoras del Ateneo Mexicano de Mujeres, en 1934, donde también fue presidenta; en esa fundación se trataron temas como proyectos educativos, científicos, literarios y periodísticos para combatir los prejuicios y las ideas contemporáneas de género.
“Doña Amalia González Caballero de Castillo Ledón fue una destacada reformadora social: sufragista incansable, diplomática —la primera— e intelectual, usó su estratégica influencia a favor de la construcción de instituciones culturales y educativas que hasta nuestro días persisten y luchó hasta conseguir, al lado de otras mujeres de su tiempo, el derecho de todas a votar y ser votadas, hecho de gran trascendencia en toda nuestra América.”4
Más tarde, “colaboró con colegas interesadas en la educación, la ciencia, la literatura y el periodismo, para hacer frente a los prejuicios de la inclusión de la mujer en estos ámbitos a la vez que escribían obras literarias y de divulgación para difundir temas como las ideas del feminismo o la educación.”5
Doña Amalia pronunció un discurso frente a la Columna del Ángel de la Independencia el 15 de septiembre de 1938; en ese momento, “Amalia aprovechó la oportunidad ante los atentos espectadores para celebrar la llegada del voto femenino como un hecho histórico ocurrido gracias al presidente Cárdenas, pero no sucedió así, pues en el Congreso la propuesta fue rechazada, provocando el descontento en las agrupaciones de mujeres que de inmediato protestaron, pero no fueron escuchadas, y así quedó frustrado el reconocimiento que tanto se había buscado”,6 aunque esto no significó una derrota total.
“Castillo Ledón participó en muchas de las reuniones en las que se redactó la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas en 1948 y que se convirtió en el principal instrumento internacional en la materia y referencia indispensable de las constituciones de la posguerra. La influencia de la mexicana y de otras delegadas como Hansa Mehta, de India, lograron que la declaración adoptara una redacción incluyente y más precisa al establecer que los derechos humanos no sólo eran de los hombres sino también de las mujeres.”7
En 1949, como presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres, participó en la redacción del artículo de la Declaración de los Derechos Humanos relativo a la protección de la maternidad y la infancia dentro de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, como representante de México en dicha comisión, con el objeto de que se incorporara en la Carta de las Naciones Unidas.
“En abril de 1952, aún durante la presidencia de Alemán Valdés, Amalia volvió a México de una misión en el extranjero, y puso manos a la obra para la organización y fundación de la Alianza de Mujeres de México, apoyada por el presidente saliente y secundada por Adolfo Ruiz Cortines, el presidente entrante. A partir de ese momento los hechos tomaron un curso más tenso, pues ante el cambio de gobierno se exigió de nueva cuenta el sufragio femenino y el reconocimiento de los derechos civiles para las mujeres; en esta ocasión ya se contaba con una organización fuerte y dispuesta en manos de la Alianza de Mujeres de México, encabezada por Amalia, además de otras organizaciones de índole político.” Durante su candidatura, Ruiz Cortines estableció su postura respecto de este tema: “Consideró que tenían derecho a participar en política no por igualdad o un sentido de justicia, sino porque desde su hogar ayudarían a los hombres, resolverían con trabajo, fuerza espiritual y moral problemáticas tales como la educación y la asistencia social”.8
“Para Amalia González Caballero de Castillo Ledón la diplomacia era una actividad incomprendida y dura, con fuertes exigencias y poco reconocimiento. Su labor en las conferencias y comisiones internacionales fueron un honroso cargo, usando las palabras de Alfonso Reyes. Más allá de ese honor destaca la importancia de su trabajo para el reconocimiento de las mujeres como inobjetables sujetos de derechos humanos y para el mejoramiento de su situación en el mundo y, sobre todo, en el continente americano.”9
Su trabajo diplomático como embajadora fue, primero en Suecia, Finlandia y Austria y luego en Suiza, en los tiempos de la Guerra Fría.
Esta prestigiada mujer firmó su carta de retiro en el periodo presidencial de Adolfo Ruiz Cortines, siendo el último país que representó a México como embajadora en Suiza.
Cuando regresó de su actividad diplomática, el presidente Adolfo López Mateos la invitó a participar en el gabinete como titular de la Subsecretaría de Asuntos Culturales, dependiente de la Secretaría de Educación Pública, cuya designación la convirtió en la primera mujer mexicana en tener un cargo de ese nivel en el Poder Ejecutivo federal.
“La Subsecretaría de Asuntos Culturales tuvo funciones muy amplias que abarcaban desde los institutos nacionales de Bellas Artes y Antropología e Historia, el Departamento de Bibliotecas, la Oficina de Cooperación Intelectual, el Instituto Latinoamericano de Cinematografía Educativa, hasta la coordinación de las labores culturales y educativas de la UNESCO.”10
Fue la primera mujer en dar el grito de Independencia en nombre del presidente de la República, el 15 de septiembre de 1959, en Dolores Hidalgo, Guanajuato.11
Los méritos de esta tamaulipeca la han llevado a descansar en el mausoleo que la patria ha destinado a sus hijos más grandes. Sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores de la Ciudad de México, junto con otras ilustres mujeres como Virginia Fábregas y María Lavalle Urbina.
“Es cierto que nuestro personaje recibió muchos homenajes, reconocimientos, condecoraciones y premios en vida, y qué bueno que tuvo oportunidad de disfrutarlos con orgullo. También es cierto que son numerosas las escuelas, auditorios, centros culturales, calles y colonias de Tamaulipas, Nayarit, y otras partes del país, que llevan su nombre. Así como el principal teatro de Ciudad Victoria, capital de su estado natal. Y que su imagen ha sido reproducida por pintores mexicanos famosos en cuadros y murales. Pero hacía falta ir más allá de lo visual para profundizar en la complejidad de un personaje de la talla de Amalia González Caballero de Castillo Ledón. Permite entender las razones por las que se le considera una persona ilustre.”12
Con la colaboración de María del Carmen Guadalupe Salinas Riestra y Ángel Pichardo Díaz.
Bibliografía
Cano, Gabriela, “El ‘feminismo de Estado’ de Amalia de Castillo Ledón durante los gobiernos de Portes Gil y Lázaro Cárdenas”, Relaciones de Estudios de Historia y Sociedad, núm. 149, El Colegio de México, México, p. 50.
Dios Vallejo, Delia Selene de, “La participación de las mujeres en la democracia”, en La revolución de las mujeres en México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México/Secretaría de Educación Pública, México, 2014, p. 141.
Hidalgo Vázquez, Argelia Abril, “Presentación del Ateneo Mexicano de Mujeres”, en El Ateneo Mexicano de Mujeres y la revista Ideas, 1934-1947, tesina de licenciatura, pp. 25-26.
Informe de la participación de Amalia de Castillo Ledón en la Comisión de Derechos Humanos en Lake Success, Nueva York, 22 de julio de 1948, p. 148.
Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, González Caballero de Castillo Ledón, Amalia: entre las letras, el poder y la diplomacia, Archivo General de la Nación, Archivo Histórico Genaro Estrada de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Archivo Privado de Amalia González Caballero, México, 2016, p. 162.
Peña Doria, Olga Martha, “La estela literaria, política y social de Amalia de Castillo Ledón”, en Mujeres y Constitución: de Hermila Galindo a Griselda Álvarez, Instituto Nacional de las Revoluciones de México/Secretaría de Cultura/Gobierno del Estado de México, México, 2017, pp. 145-146.
Pichardo Aguilar, Ivonne Miroslava, Amalia González Caballero de Castillo Ledón, reporte, unam, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Derecho, México, 2023, p. 2.
Portes Gil, Emilio, Quince años de política mexicana, Ediciones Botas, México, 1941.
———, Raigambre en la Revolución en Tamaulipas. Autobiografía en acción, 1972, Gobierno del Estado de Tamaulipas, México, 2008.
Tuñón Pablos, Enriqueta, Tres momentos claves del movimiento sufragista en México, (1917-1953), en La Revolución de las Mujeres en México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México/Secretaría de Educación Pública, México, 2014, p. 90.
Hemerografía
Anaya, Marta, Amalia de Castillo Ledón, “Retrato de una gran dama”, entrevista publicada por Interviú, México, semana del 16 al 22 de agosto de 1978, núm. 21, pp. 55-57.
Berman, Sabina, “Prólogo a Sabina Berman y Denise Maerker”, en Mujeres y poder, Raya en el Agua, México, 2000, pp. 11-20.
Poniatowska, Elena, “Amalia de Castillo Ledón”, México en la Cultura, México, 14 de marzo de 1955.
Zanolli Fabila, Betty Luisa, “La enseñanza del arte dramático en el Conservatorio Nacional de Música en México”, Conservatorianos. Revista de Información, Reflexión y Divulgación Culturales, núm. 6, noviembre-diciembre de 2000, pp. 67-69.
Fuentes tecnológicas
http://www.scielo.org.mx/pdf/rz/v38n149/2448-7554-rz-38-149-00039.pdf>. Consultado el 12 de noviembre de 2023.
https://inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/492/1/images/Mujeres.pdf>. Consultado el 12 de noviembre de 2023.
http://148.206.53.231/tesiuami/uam1301.pdf>. Consultado el 12 de noviembre de 2023.
http://148.206.53.231/tesiuami/uam1301.pdf>. Consultado el 12 de noviembre de 2023.
https://inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/492/1/images/Mujeres.pdf>. Consultado el 12 de noviembre de 2023.
Notas:- Ivonne Miroslava Pichardo Aguilar, “Amalia González de Caballero Ledón”, reporte, unam, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Derecho, México, 2023, p. 2.[↩]
- Ibidem, p. 2.[↩]
- Gabriela Cano, “El ‘feminismo de Ede Amalia de Castillo Ledón durante los gobiernos de Portes Gil y Lázaro Cárdenas”, Relaciones de Estudios de Historia y Sociedad, núm. 149, El Colegio de México, p. 50. Disponible en http://www.scielo.org.mx/pdf/rz/v38n149/2448-7554-rz-38-149-00039.pdf. Consultado el 12 de noviembre de 2023.[↩]
- “González Caballero de Castillo Ledón, Amalia, entre las letras, el poder y la diplomacia”, Archivo General de la Nación, Archivo Histórico Genaro Estrada de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Archivo Privado de Amalia Castillo, México.[↩]
- Argelia Abril Hidalgo Vázquez, “Presentación del Ateneo Mexicano de Mujeres”, en El Ateneo Mexicano de Mujeres y la revista Ideas 1934-1947, tesina de licenciatura, pp. 25-26. Disponible en http://148.206.53.231/tesiuami/uam1301.pdf. Consultado el 12 de noviembre de 2023.[↩]
- Olga Martha Peña Doria, “La estela literaria, política y social de Amalia de Castillo Ledón”, en Mujeres y Constitución: de Hermila Galindo a Griselda Álvarez, Instituto Nacional de las Revoluciones de México/Secretaría de Cultura/Gobierno del Estado de México, México, 2017, pp. 145-146. Disponible en http://148.206.53.231/tesiuami/UAM1301.pdf. Consultado el 12 de noviembre de 2023.[↩]
- Informe de la participación de Amalia de Castillo Ledón en la Comisión de Derechos Humanos en Lake Success, Nueva York, 22 de julio de 1948, p. 148.[↩]
- Ibidem, p. 94.[↩]
- Ibidem, p. 197.[↩]
- Boletín de prensa de la Secretaría de Educación Pública del 14 de febrero de 1959, México.[↩]
- Delia Selene de Dios Vallejo, “La participación de las mujeres en la democracia”, en La revolución de las mujeres en México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México/Secretaría de Educación Pública, México, 2014, p. 141. Disponible en https://inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/492/1/images/Mujeres.pdf. Consultado el 12 de noviembre de 2023].[↩]
- Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, “González Caballero de Castillo Ledón, Amalia: entre las letras, el poder y la diplomacia, Archivo General de la Nación, Archivo Histórico Genaro Estrada de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Archivo Privado de Amalia Castillo, México, 2016, p. 162.[↩]