Las instituciones y las prácticas gubernamentales en el territorio mexicano, esconden cientos de miles de historias de personas que están desaparecidas. Norma María Nájera Domínguez analiza las cifras y presenta los beneficios que tendría la cédula de identidad para identificar cuerpos en un contexto de crisis forense.
Cifras de desaparecidos en México
La Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) tiene a disposición de la gente un sitio con cifras de personas desaparecidas desde el 15 de marzo de 1964. Cada día se va actualizando con datos de las fiscalías de los estados.
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas divide en tres partes a las víctimas: 1. Personas que ya fueron localizadas. 2. Desaparecidas (que pudieron ser víctima de un delito). 3. No localizadas (que probablemente no son víctima de un delito).
En promedio desaparecen 32 personas todos los días en México. A octubre de 2023 la cifra es de 111,942 personas desaparecidas y no localizadas. Las mujeres representan 26,461, los hombres 84,828 y las personas indeterminadas 653 (véase el cuadro 1).
Los cinco estados donde más se registran estos casos, de acuerdo con la CNB, son los guientes Estado de México, Jalisco, Tamaulipas, Nuevo León y Sinaloa.
| Total: 296, 882 | |||
| Personas desaparecidas y no localizadas.111,942 personas37.71% | Personas localizadas184,940 personas62.29% | ||
| Personas desaparecidas98,730 personas88.20% de desaparecidas y no localizadas | Personas no localizadas13,212 personas11.80% de desaparecidas y no localizadas. | Personas localizadas sin vida13,663 personas7.39% de localizadas | Personas localizadas con vida171,277 personas92.61% de localizadas |
Personas no identificadas en México
En México existe una profunda crisis forense en materia de identificación humana. Según cifras oficiales del documento La crisis forense en México, se han acumulado más de 52,000 personas fallecidas sin identificar.
La mayoría de estas personas (60 por ciento) yace en fosas comunes en cementerios públicos. Estas fosas tienen registros deficientes y una alta probabilidad de extravío de cuerpos. Otras personas fallecidas yacen en instalaciones de los servicios forenses (7 por ciento), en universidades (5 por ciento) o en centros de resguardo forense (1 por ciento).
Las autoridades no han podido informar dónde se encuentra el 22 por ciento de las personas fallecidas sin identificar. La cifra oficial de 52,000 personas es un piso mínimo reconocido por el Estado, pero se estima que existen muchas más personas sin identificar.
Las causas de esta crisis son diversas y profundas. Por una parte, están las causas externas a las instituciones forenses: el aumento de la violencia en los últimos 15 años, en particular las desapariciones forzadas por particulares, los homicidios y el ocultamiento de personas fallecidas en fosas clandestinas. La crisis de violencia ha generado una carga de trabajo inusitada para los servicios forenses del país. En segundo lugar, se encuentran las causas inherentes a los servicios forenses: personal insuficiente, formación inadecuada, poco trabajo interdisciplinario, bajos sueldos y contratos temporales.
Los servicios forenses cuentan con protocolos deficientes, carecen de sistemas de supervisión y de control de calidad, sus bases de datos están subutilizadas y escasamente interconectadas, faltan insumos y equipamiento en los laboratorios. Hay un importante rezago en el análisis de muestras genéticas, extravío de muestras y comparaciones incompletas entre perfiles. Asimismo, los servicios forenses carecen de independencia para realizar su trabajo, pues están subordinados a las decisiones del Ministerio Público, lo cual reduce las posibilidades de un enfoque científico.
La Secretaría de Gobernación se ha referido a una “emergencia forense” en materia de identificación humana y ha anunciado medidas para atenderla. Algunas de esas medidas apuntan a fortalecer los servicios forenses ordinarios, mediante la construcción de centros regionales de identificación. Por otra parte, está la creación de un mecanismo extraordinario de identificación forense, propuesto por el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, y organizaciones acompañantes, el cual intenta aportar una solución más específica, innovadora y de gran escala al problema
Por otro lado, el Informe de Servicios Periciales y Servicio Médico Forense 2023,2 indica que en 2022 se recibieron 130,470 cadáveres y/o restos humanos, de los cuales, 62 por ciento fue identificado, 37.6 por ciento no fue identificado y 0.4 por ciento estaba pendiente de identificar. Asimismo, egresaron 86,929 cadáveres y/o restos humanos; 71,990 identificados y 14,939 no identificados.
Ese mismo año se almacenaron 53,347 cadáveres y/o restos humanos en anfiteatros, laboratorios y centros de resguardo forense. De estos, 10.9 por ciento se identificó, 87.6 por ciento no se identificó y 1.5 por ciento estaba pendiente de identificar.
En cuanto a los registros de información de identificación fisonómica, 93 coordinaciones o unidades tenían registro de filiación, 88 de identificación por señas particulares y 87 de identificación por tatuajes.
La cantidad de datos en los registros de información relacionada con la investigación criminalística de la Fiscalía General de la República fue de 1,181,507. De acuerdo con el tipo de registro, huellas dactilares fue el de mayor frecuencia, al concentrar 67.9 por ciento de los datos.En el mismo periodo, la cantidad de datos contenidos en los registros de información relacionada con la investigación criminalística de las unidades estatales fue de 4,183,180. De acuerdo con el tipo de registro, huellas dactilares fue el de mayor frecuencia, al concentrar 63.1 por ciento de los datos.
Durante 2022 la Fiscalía General de la República y las unidades estatales recibieron 130,470 cadáveres y/o restos humanos (206 y 130,264, respectivamente). Esta cifra incluye cuerpos, osamentas, restos, fragmentos, piezas óseas y otros. Del total nacional, 62 por ciento (80,885) fue identificado, 37.6 por ciento (49005), no identificado y 0.4 por ciento (580) se encontraba pendiente de identificación. En contraste con 2021, la cantidad de cadáveres y/o restos recibidos aumentó 40.9 por ciento.
El total de no identificados es de 112,066 cadáveres recibidos, cadáveres egresados y cadáveres almacenados.
La proporción de los que no fueron identificados en 2022 fue de 38 por ciento, por 13 por ciento en 2021. De los cadáveres y restos recibidos en 2022, el 57.4 por ciento correspondió a hombres, el 11.7 por ciento a mujeres y en 30.9 por ciento de los casos no se determinó sexo.
Por entidades, 29.6 por ciento correspondió a Coahuila, 8 por ciento al Estado de México y 6.3 por ciento a Baja California.
En el 56 por ciento de aquellos casos a los que se les realizó alguna práctica forense, las principales causas de muerte determinadas fueron homicidio, feminicidio, accidentes y suicidios.
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Fosas clandestinas en México
Una fosa clandestina, según la CNB, es definida como el sitio donde una o más personas fueron enterradas de forma anónima y/o ilegal. Una fosa clandestina es cualquier lugar en el que se inhuma ilegalmente uno o más cadáveres y/o restos humanos con el objetivo de ocultarlos, deliberada o indiscriminadamente, para evitar que las autoridades puedan sancionar e investigar las razones de la inhumación.3
La información sistemática y detallada de estos sitios, sus entornos, los restos humanos hallados y los objetos asociados a ellos, es fundamental para el análisis de contexto, pues hace posible la identificación de patrones de ocultamiento y destrucción de restos humanos. El protocolo señala que todas las fosas deben hallarse en el Registro Nacional de Fosas Comunes y Fosas Clandestinas.4
La CNB publicó un mapa en el que se pueden visualizar las fosas clandestinas encontradas en México desde 2006 hasta 2023. De acuerdo con este mapa se localizaron 402 fosas en Tamaulipas, 324 en Veracruz, 269 en Chihuahua, 260 en Guerrero, 219 en Zacatecas, 201 en Sinaloa y 149 en Jalisco; en total, 2,835, y 293 sin entidad de hallazgo registrada.
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Cédula de identidad en México
En algunos países, los ciudadanos desde su nacimiento tienen el derecho y el deber de contar con un documento de identificación oficial. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 4 (párrafo 8), reconoce el derecho a la identidad y a ser registrado de manera inmediata al nacimiento.
En México no existe una cédula de identidad como tal, como existe en otros países, pero sí hay muchas formas de demostrarla. Hay una multiplicidad de documentos, credenciales y claves que son requeridos en diversas situaciones para tener acceso a múltiples servicios y derechos. Los más comunes son la credencial para votar con fotografía del Instituto Nacional Electoral (INE), la cartilla del Servicio Militar Nacional (para hombres mayores de 18 años), el pasaporte, la clave única de registro de población, la cédula profesional, la credencial del Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores, el registro del Sistema de Administración Tributaria (que no emite una credencial); si la persona es menor de edad, la credencial emitida por instituciones de educación pública o privada, y los que cuentan con seguro social, su carnet de identificación.
La credencial para votar con fotografía expedida por el INE es la identificación más usada por la ciudadanía en México. Su origen data de septiembre de 1992, cuando ese organismo insertó la imagen del portador en la mica. A lo largo de más de 20 años de su puesta en marcha la credencial del INE ha tenido diferentes cambios; entre ellos, el periodo de vigencia y diversos candados de seguridad (filtro infrarrojo, código de barras, huella del dedo índice, entre otros).5
Beneficios
La cédula de identidad ciudadana es un proyecto que aún no se ha concretado en México. Si bien esta medida podría traer beneficios, como facilitar la documentación de las personas y evitar el uso de diferentes instrumentos como la credencial del INE, la cédula profesional, la cartilla del Servicio Militar Nacional, el pasaporte, también genera dudas en cuanto a la política de protección de datos personales y los riesgos de un mal uso de las bases de datos.
Un detalle que hay que considerar es que desde 1990 la cédula de identidad tenía que estar en funcionamiento de acuerdo con la reforma legal del artículo 36 constitucional de ese año. Casi un cuarto de siglo después, por diferentes motivos, aún los ciudadanos mexicanos no disponen de esa credencial.6
Notas:- Documento de trabajo a revisión. Disponible en https://versionpublicarnpdno.segob.gob.mx/Dashboard/ContextoGeneral.[↩]
- Informe de Servicios Periciales y Servicio Médico Forense 2023, inegi, comunicado de prensa 524/23, 30 de agosto de 2023.[↩]
- Comisión Nacional de Búsqueda. Disponible en https://comisionacionaldebusqueda.gob.mx/registro-de-fosas-clandestinas/.[↩]
- Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas, Diario Oficial de le Federación, 6 de octubre de 2020.[↩]
- “Cédula de Identidad Ciudadana y Registro Nacional de Población”, Mirada Legislativa, núm. 42, 2014.[↩]
- Ídem.[↩]
