Marcelo Ebrard
Aguilar
2023
Conocí a Marcelo Ebrard desde el inicio de mi posgrado. Por alguna razón conversé con él, primero cuando constituía con Manuel Camacho el Partido de Centro Democrático (PCD) y después cuando fue jefe de Gobierno y yo magistrado electoral regional. Sin embargo, mi verdadera relación con él inició cuando Luz María Rodríguez me contactó para que Marcelo y yo nos tomáramos un café después de la sacudida que para mi vida fue la ilegal destitución de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales. Marcelo me invitó a la Cuarta Transformación y me presentó al presidente Andrés Manuel López Obrador. El resto es de sobra conocido.
El camino de México es la visión retrospectiva, introspectiva y prospectiva respecto de la vida del canciller. En la primera parte se relata su ambiente familiar. Particularmente la abuela feminista y vasconcelista va a forjar una parte importante del desarrollo y el pensamiento que tendrá Marcelo Ebrard en el futuro. Su paso por la preparatoria y los primeros movimientos políticos para frenar el avance de grupos conservadores (muro, por ejemplo) y, por otro lado, corregir las injusticias que eran frecuentes en esos años y hoy en día en los centros educativos y en el mundo rural mexicano, son algunos ejemplos de su formación social.
Creo que también es importante la referencia a su trayectoria en el gobierno del Distrito Federal, ahora Ciudad de México, y a la resolución de crisis. En este libro se da cuenta de la reconstrucción de la Ciudad después del sismo de 1985; el ataque a la contaminación en 1991, que había generado la muerte masiva de aves, incluyendo la afectación a la salud de las personas del Valle de México, y las crisis de seguridad que tanto en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como cuando él fuera jefe de Gobierno de la ciudad, enfrentó para reducir, como hizo, la incidencia delictiva en la capital. En ese sentido, la obra muestra un rostro humano, pero también la eficacia gubernamental de Ebrard.
Como canciller, en la parte introspectiva de su actual encargo, destaca su capacidad para sobreponerse ante una crisis como la pandemia del Covid-19, a partir de la acción de la Secretaría de Relaciones Exteriores para la compra de vacunas que permitió que México no se endeudara y que fuera el primer país latinoamericano en tener esas vacunas, además de colaborar como intermediario para trasladarlas a otros países de la región que no tuvieron la misma visión para enfrentar el fenómeno sanitario.
El libro, El camino de México, también relata las tensiones con el gobierno de Donald Trump y los acercamientos con el presidente Joe Biden, que no han supuesto un reto menor. De hecho, fue Marcelo Ebrard quien negoció satisfactoriamente el T-MEC y consiguió eliminar la amenaza de Trump de aumentar los aranceles a nuestro país. Así, consiguió defender la soberanía, eliminar la idea de tercer país seguro y mantener un camino al desarrollo económico al formar parte del bloque que representa el 18 por ciento del producto interno bruto mundial. Pero, sobre todo, la idea de hacer las cosas diferentes, como en la presentación de las demandas en Tucson, Arizona, y Boston, Massachusetts, contra las armerías y los vendedores de armas, tomando en cuenta que 70 por ciento de las armas decomisadas en el país provienen de alguna serie de condados de Estados Unidos, nos habla de un perfil de servidor público comprometido con el cambio que poco se ha visto en el escenario político mexicano.
Finalmente, la tercera parte de la obra ofrece una visión prospectiva: ¿cuál es el futuro que requiere México? Marcelo lo piensa desde una postura de izquierda, una izquierda que permita vencer las enormes desigualdades del país, mantener la soberanía en diversos asuntos, como lo ha impulsado el actual gobierno, pero también lo piensa en la inversión extranjera, en la inversión privada, en la generación de fuentes de empleo y en el aprovechamiento de las coyunturas por las cuales atraviesa el país. Primero, el crecimiento demográfico; segundo, la fortaleza del peso, que por primera vez se ha convertido en una moneda de referencia global, y tercero, el nivel de industrialización y manufactura del país que representa 62 por ciento de América Latina, las exportaciones récord en Estados Unidos y el equilibrio fiscal. Por supuesto, un área de oportunidad prioritaria es el mejoramiento de la educación de México, pues en este momento el país tiene 9.7 años de educación y debemos pensar en aumentarlo a 12 años en los próximos seis años para darle viabilidad al desarrollo que se necesita.
Hoy como nunca, el país debe profundizar las reformas que el presidente López Obrador ha implementado para reducir las desigualdades sociales y para atemperar y disminuir el gasto superfluo que tuvo y tiene el Estado mexicano en algunas áreas. Para hacerlo se requiere alguien radical que pueda dar los siguientes pasos en el proyecto de la Cuarta Transformación pública de México. Quién mejor que quien ha sido un radical que ha impulsado y conseguido cambios en todos los ámbitos, incluyendo los derechos de las mujeres, de las minorías y del colectivo LGBTIQ+. El libro ayudará a definir, sin ambigüedades, sin ambages, cuál es la mejor propuesta para continuar el camino de la Cuarta Transformación y de México.
Santiago Nieto Castillo
Puedes encontrar la obra, El camino de México, en este enlace.