En una conferencia impartida por John Keane en la Universidad de Tsinghua, Pekín, en enero de 2019 (Letras Libres, trad. Ricardo Dudda, 12-20), el politólogo australiano presentó algunos de los temores de la humanidad ante el imparable desarrollo de la tecnología robótica y de los programas de inteligencia artificial que han suscitado una nueva era de la revolución de las máquinas: la confusión sobre detalles técnicos, el impacto económico y social, el desplazamiento de los empleados de sus puestos de trabajo y la destrucción de la ética laboral, entre otros. Desde Karel Čapek, con su obra teatral Robots Universales Rossum (1920), hasta Ian McEwan, autor de Machines Like Me (2019), y Akela Cooper y James Wan, autores de la historia del filme M3gan (2022), la idea del caos y el apocalipsis que pudieran causar los robots autónomos al desarrollar inteligencias superiores a la del ser humano, se ha enraizado en el imaginario colectivo al grado de que ya no son únicamente los autores de ciencia ficción quienes proponen normas para limitar las acciones de las máquinas inteligentes en estos mundos posibles (Isaac Asimov); activistas, filósofos, científicos y juristas también se han puesto a pensar (y a legislar) al respecto a la luz de un futuro que se sabe inminente, que alcanza al presente, en el que las máquinas autónomas serán esenciales para la vida.
A pesar de este inquietante panorama, el desarrollo científico y tecnológico también ha hecho posible pensar en futuros hipotéticos positivos, donde las máquinas más bien sirvan para proteger los derechos y las libertades de las personas, así como para coadyuvar a los fines que la humanidad, en comunidad, se ha planteado. En este sentido, numerosas empresas (Apple, Facebook, Tesla) han empezado a diseñar programas que aprenden del mundo, para razonar y decidir a partir de la información a su alcance. El quehacer de estas empresas, por supuesto, ha tenido impacto en el mundo jurídico. Este mes, por ejemplo, se celebrará en Estados Unidos un juicio en el que la defensa la hará un robot inteligente desarrollado por DoNotPay; positivos al cambio, los sectores público y privado también han emprendido acciones que instrumentalizan la tecnología para la consolidación de proyectos que rescatan el medio ambiente y construyen un planeta habitable para las futuras generaciones: un caso muy cercano de esto son las ciudades inteligentes que ya están funcionado en diversas entidades federativas de la República. Sobre estos entornos urbanos interconectados nos platican Rodolfo Osorio y Hugo Isaak, de la Subsecretaría de Asuntos Multilaterales de la cancillería, quienes desde el área de vinculación con la sociedad civil trabajan un modelo en coordinación con onu Hábitat. Para ahondar en este tema, Paulina Palencia nos presta su pluma en la sección “Visión Global”.
Las inquietudes no se han hecho esperar. Numerosos retos han surgido que tienen que ser atendidos: ciberdelincuencia y ciberseguridad, derechos en el entorno digital, bitcoins y otras criptomonedas de la tecnología blockchain en el mundo de los negocios, entre otros. ¿Cómo se están enfrentando las empresas y el Derecho a estos cambios? El Derecho, como puede observarse en el párrafo anterior, no ha sido ajeno a este contexto; aunque sí se ha mantenido reacio. Ya lo decía el doctor Miguel Carbonell —consejero editorial de esta revista— en la edición de enero de esta publicación, cuando le preguntamos el motivo de ello: “Históricamente, la abogacía ha tenido un componente conservador. Nos cuesta mucho trabajo cambiar. Y ahora el cambio es muy acelerado”.
Entre las voces que se suman al diálogo en este número sobre empresas y tecnología, para responder a la interrogante que nos aqueja, están David Merino, Rafael Fontana (director de la firma Cuatrecasas) y Rosángela Fernández, quienes nos acercan a el Derecho digital, el Derecho de las empresas y el Derecho para la industria de la moda. Y para responder a los temores que existen sobre el avance en materia tecnológica dentro del gremio, platicamos con ChatGTP, de la compañía de investigación en inteligencia artificial, OpenAI.
Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta A.C., nos platica su experiencia trabajando por la reinserción social y dando voz a quienes necesitamos escuchar para mejorar la justicia penal en México. Ella encabeza este número como un recordatorio de la importancia que tiene, en el contexto antes planteado, seguir construyendo una sociedad más justa e igualitaria. John Keane argumentó en la citada ponencia que el temor que tenemos a los robots inteligentes, es realmente el temor que nos tenemos a nosotros; la tecnología será, al final de cuentas, nuestro reflejo.
Es un gusto, nuevamente, invitarles a sumarse a la lectura de esta edición de abogacía. La voz y la pluma de los juristas®. Sus opiniones sobre los temas reunidos aquí también nos importan en este foro de diálogo. ¡Nos leemos en las siguientes páginas!