Francisco de Rosenzweig: panorama energético

En esta conversación con Francisco de Rosenzweig, socio ejecutivo de White & Case Mexico, se abordan temas relevantes para el sector energético y las empresas.


¿Cuál es el panorama en materia energética durante los siguientes seis años en México?

Francisco de Rosenzweig – Me parece que es un panorama muy alentador. Ciertamente con el fenómeno del nearshoring y con el empuje de una población joven, hay muchas oportunidades de crecimiento económico y demográfico, con base en nuestra vinculación con el mercado más importante del mundo, esto es, el de Estados Unidos. Ciertamente hay una gran demanda de infraestructura, no solamente energética, sino también de conectividad. Y me refiero a conectividad terrestre, marítima y aérea. Desde una perspectiva a seis años, el escenario es muy alentador. Primero, porque habrá oportunidades para el sector privado que podrá colaborar con el gobierno. Segundo, porque hay necesidades muy evidentes, como el suministro de agua y de energía eléctrica, y a mí me parece que a lo largo de la historia de México se ha demostrado que la colaboración entre el sector público y el sector privado constituye una fórmula exitosa y este tipo de inversión, de esta infraestructura, pues llevará tiempo. No es una infraestructura que se pueda construir en unas cuantas semanas, en unos cuantos meses, por lo cual creo que en ese tema la programación y la planeación van a ser fundamentales.

¿Energías limpias y renovables o combustibles fósiles?

Francisco de Rosenzweig – A mí me parece que una combinación es ideal. Hay que recordar que también hay combustibles fósiles, como el gas natural, que son amigables con el medio ambiente. Una buena parte de las grandes centrales de generación del país funcionan por medio de gas natural. La industria manufacturera es mucho más eficiente y competitiva gracias al suministro de gas natural en diferentes regiones del país. Sin duda, hay que privilegiar las energías renovables, pues han sido la base del crecimiento en los últimos seis u ocho años; sobre todo la solar y la eólica. Yo creo que una combinación de ambas es una buena base, una buena plataforma, y eso también propicia que pueda haber tecnologías nuevas, energías renovables, como los sistemas de almacenamiento  que se conocen como baterías, las cuales son indispensables para las fuentes renovables que, por su naturaleza, son intermitentes —es decir, sólo cuando hay sol o cuando hay viento producen energía—. Ya con las baterías que, en términos de economía de escala, se han vuelto muy competitivas, es posible que se vuelvan fuentes robustas, como una planta de combustible fósil. Me parece que la combinación de ambos tipos de energía es ideal, en el entendido de que nuestro objetivo debería tender a energías renovables o, al menos, de ciclo combinado, que sean amigables con el medio ambiente. 

¿México puede aspirar a la autosuficiencia energética, empleando mayoritariamente energías renovables?

Francisco de Rosenzweig – Al día de hoy, México, en términos de suministro de energía eléctrica, es autosuficiente. Cuando hablamos de suministro de combustibles, sabemos que una parte importante proviene del sur de Texas, Estados Unidos; en ese sentido, creo que ha sido un mecanismo que funciona; es un mercado muy líquido, competitivo, con precios atractivos y que, con el tiempo, ha complementado la producción de Petróleos Mexicanos. Una soberanía energética plena en los diferentes segmentos de la producción no es viable, pero creo que tampoco es el objetivo que debemos perseguir. El objetivo tiene que ser una complementación, aprovechando la oportunidad para alcanzar la eficiencia energética, para que seamos más competitivos y tengamos combustibles fósiles o energías renovables a precios competitivos.

¿Las subastas eléctricas deberían regresar?

Francisco de Rosenzweig – A mí me parece que las subastas eléctricas han demostrado ser un medio muy positivo para la conciencia sobre la energía para adquirir electricidad. La Ley de la Industria Eléctrica establece que para adquirir energía eléctrica la Comisión Federal de Electricidad (CFE) debe realizar subastas o llevar a cabo procesos competitivos. Conforme la demanda vaya creciendo, estas subastas tendrán que regresar. Habrá que analizar cuál es la visión del siguiente gobierno sobre las estrategias que podrían ser diseñadas; pero al haber un crecimiento de la demanda, necesariamente la CFE tendrá que reconciliarse con el tema de las subastas. No sabemos si va a ser bajo un esquema similar al que hubo en la primera, la segunda y la tercera subasta, o si tendrá características diferentes, pero me parece que mientras vaya creciendo la demanda del país, lo que es sinónimo de crecimiento económico, será necesario que la CFE tenga mayores fuentes de suministro eléctrico.

En materia de hidrocarburos, ¿las rondas petroleras también deberían regresar? 

Francisco de Rosenzweig – Las rondas petroleras constituyeron un proceso muy exitoso por la forma en la que fueron asignadas; sin embargo, probablemente las expectativas no satisfacieron ni al gobierno ni a los particulares y probablemente ese esquema deba ser replanteado. Yo considero que la complementariedad también es positiva en el tema de los hidrocarburos porque permitirá complementar los esfuerzos de Petróleos Mexicanos. Somos un país muy rico en hidrocarburos que se extraen de manera subterránea y creo que ahí existe una gran área de oportunidad en lo que concierne a extracción, producción y refinación. 

Las políticas empleadas por la actual administración en materia energética crearon incertidumbre en el sector. ¿Hubo salida de capitales de los inversionistas respecto de la materia energética?

Francisco de Rosenzweig – Más bien lo que hubo fueron mayores inversiones; lo que se conoce como rotación de activos. Hubo varios jugadores que buscaron ampliar su oportunidad y su posicionamiento y otros que buscaron otros mercados. En el monto agregado me parece que lejos de haber habido salida hubo mayor inversión.

¿Considera que México es un mercado atractivo en el sector energético para los inversionistas?

Francisco de Rosenzweig – Definitivamente. México, a lo largo de los últimos 30 años, ha recibido inversiones muy importantes en los sectores de gas, petróleo, gas natural, gas lp y electricidad. Desde la reforma constitucional de 2014 esas inversiones se han multiplicado. México es un país de muchas oportunidades. Insisto, está muy cerca mercado más grande del planeta, y el hecho de ser vecino y socio comercial de Estados Unidos lo coloca en una posición geopolítica y comercial inigualable. Es un mercado muy atractivo en términos generales. 

En el ámbito financiero, a partir del 2015 se introdujeron los bonos verdes en la Bolsa Mexicana de Valores. ¿Cuáles son las características de estos bonos?

Francisco de Rosenzweig – Lo que pretenden estos bonos es lograr la descarbonización de las industrias y que haya procesos más eficientes, más amigables y más comprometidos con el medio ambiente. Son compromisos que se hallan en los tratados internacionales y que las empresas asumen con responsabilidad.

¿Qué ventajas proveen los bonos verdes para las emisoras?

Francisco de Rosenzweig – Los bonos verdes tienen muy en cuenta al consumidor y a las industrias. En algunas jurisdicciones diferentes a la mexicana, un usuario residencial —en su casa o en su departamento— puede optar por un suministrador de energía verde, que es pura energía renovable, o bien, como en cualquier otro lado, elegir una mezcla de energía renovable y energía fósil. Las industrias que adoptan normas oficiales mexicanas e internacionales que pugnan por la descarbonificación y son fieles a su compromiso con el medio ambiente, obtienen un sello por sus esfuerzos a favor de la migración en su plataforma de insumos y proveeduría energética. Naturalmente, éste es un tema que en algunos países es muy importante y que puede representar la diferencia entre el hecho de que una empresa preste un servicio o venda un producto.

¿Qué entidades gubernamentales o, incluso, sociales se encargan de vigilar que las empresas cumplan con los compromisos adquiridos cuando adquieren bonos verdes? 

Francisco de Rosenzweig – Hay diferentes instituciones privadas que lo hacen. Aquí hay que recordar que, como parte de la reforma energética, se instituyeron los certificados de energía limpia. Estos certificados tienen un valor en el mercado de acuerdo con los compromisos asumidos por una determinada plataforma de producción. Las instituciones privadas y las organizaciones no gubernamentales son las principales entidades que realizan ese seguimiento.

¿Cuál es el panorama actual del mercado financiero mexicano en el sector energético?

Francisco de Rosenzweig – Si revisamos lo que ha sucedido a lo largo de los últimos cinco u ocho años, podremos constatar que la industria, en general, ha crecido de manera notable. Ciertamente en el sector eléctrico hubo algunas políticas que no fomentaron la inversión ni la certidumbre que algunas empresas esperaban, pero el escenario es muy positivo, porque se requieren grandes obras de infraestructura, tanto energética como de conectividad, lo cual va a permitir que México se posicione sólidamente en esa materia para acceder a los beneficios del fenómeno del nearshoring

Hay dos temas fundamentales para conseguir lo anterior. Primero, garantizar el suministro eléctrico y el suministro de agua; segundo, contar con reglas claras para la industria, con el objetivo de que el inversionista extranjero se sienta motivado para invertir en el país y ampliar sus operaciones. Yo estoy convencido de que habrá muchas oportunidades y que la relocalización de los centros de producción, que en algún momento se trasladaron a Asia o a China, volverán a México, pues constituyen un área de oportunidad enorme no solamente para el crecimiento económico del país, sino para quienes buscan fuentes de empleo con cierto nivel de especialización y de capacitación. Asimismo, la integración de nuestra economía con la de Estados Unidos cada vez será mayor y, sin duda, irreversible.

¿Deberían haber regulaciones más estrictas para proteger a la sociedad en relación con el tema del nearshoring o considera que las regulaciones que existen actualmente en la legislación nacional son suficientes? 

Francisco de Rosenzweig – Me parece que la inversión extranjera es un área de oportunidad para los mexicanos; por ejemplo, está demostrado que las empresas con inversión extranjera, o que realizan operaciones de comercio exterior, en promedio remuneran a sus empleados más de 30 por ciento que las demás. Yo creo que la regulación que existe en México para enfrentar el nearshoring es suficiente; no obstante, si es necesario dar certidumbre jurídica y sentar las bases para garantizar la atracción de la inversión extranjera, cualquier legislación nueva siempre será bienvenida.

Un área de oportunidad, sin duda, será tener una mejor conectividad. En este sentido, creo que el sureste requiere mejor infraestructura y mejor conectividad para que los beneficios del nearshoring y del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá permeen esa región del país y no solamente de Puebla hacia el norte.

¿De qué manera los criterios environmental, social and governance (esg) afectan el funcionamiento de una empresa en México?

Francisco de Rosenzweig – Más que afectar el funcionamiento de una empresa, los esg constituyen un área de oportunidad porque cada vez hay más industrias, contratistas, proveedores, usuarios y consumidores, conscientes del medio ambiente. Es obvio que llevar a cabo una transición energética implica ciertas inversiones y determinados compromisos de las empresas, lo cual suele incrementar sus estándares. Yo veo como algo positivo que haya este tipo de nuevas políticas públicas, pues involucran una serie de ajustes que van a permitir que una entidad o una persona sean más comprometidas y que avancen de manera conjunta con el resto de la comunidad internacional. 

¿Por qué México no apuesta por la energía nuclear?

Francisco de Rosenzweig – En México tenemos una central de energía nuclear. Laguna Verde. Por ser un país rico en hidrocarburos, la política pública que ha mantenido a lo largo del tiempo ha sido principalmente priorizar la energía fósil; más recientemente, en los últimos 10 a 15 años, ha buscado diversificar su plataforma de generación de energía eléctrica, con energías solar y eólica, pero lo cierto es que sólo hay una central que distribuye estas últimas.

La generación nuclear es eficiente, pero, como hemos visto, no es amigable con el medio ambiente. Al menos en los últimos 10 a 15 años, el gobierno no ha considerado la posibilidad de establecer en su territorio una nueva central nuclear. Hay que recordar que esta es una actividad estratégica reservada de manera exclusiva al Estado, y solamente el Estado podría considerar si es necesario o conveniente construir una segunda central nuclear.

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