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Hablando derecho

Para las y los abogados hablar de temas jurídicos en distintos entornos y con distintas personas pareciera irremediable. Pero cuando ese diálogo se da entre abogados y conocedores del Derecho, la experiencia, los resultados, el intercambio de opiniones y la construcción de ideas comunes se convierte en una experiencia formidable. Por eso, cuando en torno de una mesa, compartiendo el pan y la sal, y a veces una copa o dos, nos reunimos dos, tres o más abogadas y abogados ese diálogo y esa gran vivencia se multiplica exponencialmente.

Así las cosas, gracias a abogacía® se ha iniciado una serie de encuentros para replicar esos diálogos que tienen lugar en las comidas entre colegas. Sí, aquéllas que se dan en un restaurante, o en una cantina, o en el comedor de una casa, o al lado del asador, o en la cafetería de la universidad o de la escuela de Derecho, o… en cualquier lugar en el que, como señalé líneas arriba, se reúnen dos o más de quienes, además de hacer del ejercicio del Derecho nuestra profesión, lo hemos hecho nuestra pasión y lo hacemos hablando derecho.

El pasado 5 de julio, en torno de una mesa sin esquinas, sin cabeceras, nos sentamos para comentar el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares (CNPCF) los siguientes invitados: la senadora Olga Sánchez Cordero Dávila (presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República), la diputada federal Aleida Alavez Ruiz (coordinadora del Grupo de Trabajo de la Cámara de Diputados), el magistrado presidente Rafael Guerra Álvarez (Presidente de la Comisión Nacional de Tribunales de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos y del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México), Guadalupe Díaz Carranza (Presidenta del Colegio Nacional del Notariado Mexicano) Laura Rodríguez Macías (coordinadora de Derecho Familiar de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados), Jorge Gaxiola Moraila (ex rector de la Escuela Libre de Derecho, abogado de la Asociación de Bancos de México y del Consejo Coordinador Empresarial), Christian Zinser Cieslik (secretario de la Junta del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México), Diego Guerrero García (jefe de la División de Educación Continua de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México), Alejandro Zegbe Camarena (coordinador del Grupo Técnico Revisor para la redacción del Código), Orlando Cabrera Colorado (Presidente de la Comisión de Derecho Civil de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa) y quien escribe estas líneas.

La premisa de la invitación era contar con su presencia, su opinión y sus propuestas y hacerlo en un entorno menos “acartonado”, como son ciertos foros o espacios en los cuales las exposiciones se van dando unas, después de otras, sin permitir, en la mayoría de los casos, el intercambio de opiniones entre los ponentes. En pocas palabras, hablar como hablamos las y los abogados: derecho y de derecho.

Así las cosas, el diálogo lo inició la senadora Sánchez Cordero quien hizo un reconocimiento a quienes fueron fundamentales para la redacción y la aprobación del cnpcf de forma unánime por las y los legisladores de ambas cámaras, de manera especial a la diputada Aleida Alavez, al magistrado presidente Rafael Guerra, así como a Alejandro Zegbe, coordinador del Grupo Técnico Revisor. A ese reconocimiento nos sumamos cada una y cada uno. Hecho lo anterior, comenzó el intercambio de opiniones. De ellas, todas valiosas, éstas son algunas:

Olga Sánchez Cordero: “Ya se publicó el CNPCF. Este es un primer saque y hemos recibido opiniones positivas, muchas afortunadamente, así como observaciones y consideraciones en el sentido de que distintas instituciones desean su incorporación. Desde ahora cuenten con que recibiremos todas las propuestas y las procesaremos en una iniciativa de reforma que presentaremos al inicio del siguiente periodo de sesiones, con el objeto de concluir, en este mismo periodo, su discusión y su proceso legislativo”.

Rafael Guerra Álvarez: “Este código es un gran trabajo plural, pero para que realmente funcione es necesario capacitar a las y lo los juzgadores, lo cual ya lo estamos haciendo. Y, además, e igual de importante, es tener presente que son necesarios recursos para cada uno de los poderes judiciales de las entidades. Se requieren más de 56,000 millones de pesos para su debida implementación”. Sobre la capacitación, dijo lo siguiente: “Existen cinco modelos de oralidad. en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México los hemos evaluado y aprovecharemos la experiencia que se tiene con la implementación del sistema penal acusatorio para la capacitación”.

Laura Rodríguez Macías: “Es esencial la capacitación de las y los abogados, como también el actuar de forma técnica y ética con el nuevo código. Así podremos aspirar a la justicia pronta y expedita que es la verdadera justicia”. Y agregó: “La falta de presupuesto nos afecta a todos: a las y a los juzgadores, a los empleados de los tribunales, a los abogados postulantes y, sobre todo, a los justiciables”.

Christian Zinser Cieslik: “Tengamos presente que ya tenemos código. Es un gran trabajo que no ha terminado con su publicación; trabajemos en lo jurídico, en la implementación y en la socialización. Ya tenemos el balón y pues hay que jugarlo. Una pronta socialización evitará que haya desigualdad”.

Diego Guerrero García: “Ya estamos dando capacitación en la facultad. Ya estamos formando a los formadores y es momento de aprovechar la experiencia de jueces, de los operadores jurídicos, de la academia y de la propia Facultad en la formación de juristas. Además, los planes de estudio deben ajustarse, no sólo en la Facultad de Derecho, sino en todas las universidades y en todas las Escuelas. Cuenten con nuestro compromiso, así lo ha externado el director Raúl Contreras Bustamante”.

Jorge Gaxiola Moraila: “Veamos la importancia de este código y cómo vio la luz. Contiene elementos de avanzada. Tengamos presente que la justicia se lo debía, por no decir se lo debe, a nuestra sociedad”. También señaló: “La inversión en los tribunales, tanto en el ámbito humano como en infraestructura, es una inversión necesaria y, a la vez, redituable”.

Aleida Alavez Ruiz: “Considero que en este código hubo un gran trabajo jurídico, un gran trabajo legislativo, que partió de acuerdos, lo cual se dio porque hubo, también, un trabajo político que suma, en lo que se requiere, para el proceso legislativo”.

Olga Sánchez Cordero: “Hay varios aspectos que hay que destacar en el código. Yo destacaría, la visión de avanzada, la justicia digital, el juzgar con perspectiva de género, la invitación que harán las y los juzgadores a acudir a los medios alternos de solución de conflictos cuya ley, por cierto, la estamos analizando en este momento, y, desde luego, la oralidad en todas sus etapas. Incluso, se prevé la jurisdicción plena por parte de las y los magistrados de las salas, quienes también deben prepararse para ello. Otro tema que debemos abordar es la colegiación obligatoria para las y los abogados”.

Así se habló. Y sí, se quedaron varias propuestas y varias coincidencias en el tintero o, mejor dicho, en el teclado de la computadora.

La reunión concluyó con el ánimo de seguir sumando esfuerzos por parte de todos los asistentes y de las instituciones que representan y repetir estos ejercicios de diálogo, de cercanía, que, como señalé, generan, además de afecto, propuestas que son comunes, que son de todos, de cada una y de cada uno.

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