A 100 años del nacimiento del jurista Héctor Fix Zamudio, Ricardo Tránsito Santos y Mónica González Contró lo recuerdan a través de su trayectoria profesional y de sus grandes aportes a la disciplina jurídica y a los derechos humanos.
Este 4 de septiembre cumpliría cien años uno de los juristas más notables de nuestro país, nos referimos a Héctor Fix Zamudio. El maestro Fix, como cariñosamente nos referíamos a él en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, dejó una impronta imborrable en los estudios jurídicos, así como en las instituciones de nuestro país y de nuestra región americana. Hoy queremos recordar a este personaje imprescindible, cuyo legado sigue presente y resulta hoy fundamental para iluminar el momento histórico en el que nos encontramos.
Héctor Fix-Zamudio fue una persona de entrañable amistad y de férreas convicciones. Nació en el centro histórico de la Ciudad de México el 4 de septiembre de 1924. Realizó sus estudios principalmente en escuelas públicas. Desde temprana edad se arropó en la Universidad, ya que cursó el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y posteriormente estudió en la Escuela Nacional de Jurisprudencia entre 1942 a 1949, lo que hoy en día es la Facultad de Derecho de la UNAM.
Desde esas aulas del centro histórico de la Ciudad de México afloró su predilección por el estudio del juicio de amparo, los sistemas de justicia, el poder judicial, nutriéndose de las clases de grandes juristas de la época como Alfonso Noriega Cantú, Niceto Alcalá-Zamora, José Castillo Larrañaga, Eduardo García Máynez, Mario de la Cueva, pero también Erasmo Castellanos Quinto, Ofelia Garza, Hilario Medina, entre otros que ayudaron a conformar su visión del derecho, las humanidades y las historia.
Sus tempranas inquietudes lo llevaron a titularse el 18 de enero de 1956 con la tesis La garantía jurisdiccional de la Constitución mexicana. Ensayo de una estructuración procesal del amparo. Trabajo que le valió la mención honorífica en su titulación y que a la postre se convirtió en su primer libro bajo el título El juicio de amparo (México, Porrúa, 1964). Su visión era clara, la máxima institución procesal mexicana debía estudiarse como proceso constitucional y no sólo como institución política, por lo que en su libro inicia lo que llamó la “reivindicación procesal del amparo”.
Posteriormente, realizó su posgrado en la División de Estudios Superiores de la Facultad de Derecho de la propia UNAM donde obtuvo el grado de doctor el 1° de marzo de 1972, con la mención Magna Cum Laude. Dicho trabajo que años después fue ampliado y publicado en España con el nombre de “La protección procesal de los derechos humanos ante las jurisdicciones nacionales” (Madrid, Civitas, 1982).
El joven Héctor Fix era incansable, activo y con un gran interés por el conocimiento, por lo que realizaba diferentes actividades al mismo tiempo para ampliar su comprensión jurídica pero siempre comprometido con sus dos grandes amores, el Poder Judicial y la academia. Poco tiempo después de su ingreso a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, comenzó a trabajar en el Poder Judicial de la Federación; ingresó en 1945 a la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde se desempeñó por diecinueve años en diferentes cargos hasta 1964, cuando renunció para dedicarse como investigador de tiempo completo.
En la academia, comenzó como investigador por contrato en el Instituto de Derecho Comparado (hoy de Investigaciones Jurídicas) en octubre de 1956 y tras renunciar al Poder Judicial Federal, se integró como investigador de tiempo completo en agosto de 1964. Por dos periodos fue director del Instituto, pero su paso en la institución marcó un antes y un después en la investigación jurídica nacional.
Héctor Fix-Zamudio fue una figura clave para la profesionalización de la investigación jurídica nacional. Bajo su visión y liderazgo el Instituto consolidó su independencia y alcanzó prestigio nacional e internacional. No fue sino hasta mediados de la década de los sesenta que se comenzó a institucionalizar la carrera académica en el campo del derecho, ya que había pocos profesores de tiempo completo. Ello ocasionaba que la literatura se concentrara en aquellos ya tenían un prestigio previamente adquirido y que en su mayoría eran abogados que dirigían despachos o trabajaban en la función pública, por lo que no existía un área exclusiva que se dedicara al tratamiento teórico del derecho. La apuesta del Dr. Fix fue apostar por la investigación jurídica de tiempo completo, la selección meritocrática de quienes integrarían el Instituto y la apertura hacia los enfoques del exterior. Con ello hubo un importante relevo generacional que supo aprovechar la coyuntura dentro de la Universidad al tener un Instituto que se separó de la Facultad de Derecho en 1948 y un programa institucional de formación de personal académico. Ambos fenómenos propiciaron la inclusión de jóvenes universitarios que aportaron nuevas visiones del derecho derivado de su formación en posgrados en el extranjero.
Esta visión, de realizar estudios académicos rigurosos, comparando las instituciones de otros contextos nacionales, fueron un sello que marco la vida y obra del Dr. Fix Zamudio. Esto ayudó a la construcción de una agenda de investigación que se fortaleció con cada nueva generación de investigadores que se incorporó al IIJ e incidió decisivamente en el creciente del prestigio de una carrera en la investigación jurídica nacional al perfeccionar el orden jurídico nacional a través del método comparado.
Los estudios y la formación de juristas por parte de Fix Zamudio contribuyeron a la renovación de las instituciones del Estado mexicano y de la propia Universidad. La creación, reforma o desarrollo de las siguientes instituciones fueron gracias a las discusiones, críticas y propuestas del maestro Fix: la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UNAM (1985); la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (1990); el Tribunal Federal Electoral (1990, ahora Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación); el Tribunal Superior Agrario (1992); las reformas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (1987 y 1994) y el Consejo de la Judicatura Federal (1994); el Instituto Federal Electoral (1990); el Instituto Federal de Acceso a la Información (2002); el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (2004); entre otras.
Es importante también destacar el papel del maestro Fix en el escenario internacional. Fue nombrado juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos durante dos periodos de seis años (1986-1997) y también fungió como su presidente. En su paso se desarrollaron nueve opiniones consultivas y se resolvieron quince casos contenciosos, donde se establecieron los primeros criterios por violaciones a derechos humanos por detención ilegal, desaparición forzada y reparaciones. También formó parte de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías, órgano de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
En su primer centenario de vida y obra científica de Don Héctor, queremos recordar la importante contribución que realizó a la transformación de la investigación jurídica en nuestro país. El derecho procesal, el derecho constitucional y los derechos humanos serían distintos sin las aportaciones del Dr. Fix Zamudio. Hoy más que nunca ante un contexto nacional e internacional de riesgo de concentración del poder, desaparición de instituciones protectoras de derechos humanos, amenazas a la independencia judicial, violaciones de derechos humanos, militarización, sumada a la ya histórica desigualdad, es imprescindible volver a los cimientos y redimensionar las tareas pendientes para construir una nueva realidad cada vez más respetuosa de la dignidad humana.
Fuentes
FERRER, Eduardo, Semblanza del maestro Héctor Fix-Zamudio, en FERRER, Eduardo y ZALDÍVAR, Arturo (coords.), La Ciencia del Derecho Procesal Constitucional: estudio en homenaje a Héctor Fix-Zamudio en sus cincuenta años como investigador del derecho, México, UNAM. Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2008.
FIX-FIERRO, Héctor, Héctor Fix-Zamudio y el Instituto de Investigaciones Jurídicas, en FERRER, Eduardo y ZALDÍVAR, Arturo (coords.), (2008), La Ciencia del Derecho Procesal Constitucional: estudio en homenaje a Héctor Fix-Zamudio en sus cincuenta años como investigador del derecho, México, UNAM. Instituto de Investigaciones Jurídicas.
FIX-ZAMUDIO, Héctor Mis otras funciones y responsabilidades profesionales dentro y fuera de la Universidad, en SALAZAR, Pedro e IBARRA, Francisco (coords.), El Instituto de Investigaciones Jurídicas en la vida pública de México, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2018.
