JFK: Cine para desmontar un magnicidio

El cine es un instrumento que ayuda a conocer desde otras perspectivas las historias que se nos han contado. JFK es un largometraje que nos acerca a una narrativa diferente sobre el magnicidio del presidente estadounidense.


Los Kennedy viajaron de Irlanda hacia Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Joseph Patrick Kennedy, el joven de la familia, nació en Boston en septiembre de 1888. Se casó con Rose Elizabeth Fitzgerald y en 1915 tuvieron a su primogénito, al que dieron el nombre del padre, simbólica herencia que incluía los planes de vida política y económica del niño.

La Segunda Guerra Mundial impidió que Joseph Patrick Kennedy Fitzgerald, muerto en combate, cumpliera los designios de su ambicioso padre.

Ese destino pasó íntegro al segundo de la dinastía: John F. Kennedy.

John, dos años menor, destacó en la guerra. Dio el salto a la política, fue representante de su estado, senador y candidato a la presidencia de Estados Unidos. 

En enero de 1961 John Kennedy asumió la presidencia derrotando a Richard Nixon, su rival republicano.

En gira política, el 22 de noviembre de 1963, Kennedy, su esposa Jackie, el gobernador texano Connally y su esposa, y algunos agentes de seguridad, viajan en el Lincoln X 100 descapotable. A las 12:30 se producen disparos desde un edificio en la calle Elm de Dallas. El presidente cae abatido en medio del pánico y el caos. El asesino con su rifle: Lee Harvey Oswald.

En febrero de 1992 se estrena en México JFK, película dirigida por Oliver Stone, sobre un guión de Zachary Slar, basado en el seguimiento del caso por la Comisión Warren y el Comité de Miembros de la Cámara de Representantes (creado en la década de 1970 para investigar los crímenes sobre Kennedy y Martin Luther King), y de los libros del fiscal Jim Garrison y Jim Marrs, este último escritor especialista en conspiraciones políticas. 

Oliver Stone, experto en polémicas, fue criticado con cierta dureza por su tendencia a “ficcionar” la realidad: hechos históricos discutibles, giros de tuerca dramáticos, veracidad contra verosimilitud cinematográfica.

La película muestra el mundo polarizado de comienzos de la década de 1960: la guerra fría, la crisis de los misiles, la frustrada invasión a Cuba, la batalla de los Kennedy contra la mafia estadounidense, Vietnam y Medio Oriente, la cia y las teorías conspirativas en el interior del gobierno norteamericano, entre muchos factores.

John F. Kennedy fue el cuarto presidente de Estados Unidos asesinado durante su cargo. Muchas páginas se han escrito y el cine ha realizado sus propias pesquisas. A seis décadas de ese asesinato las dudas siguen nublando un paisaje político que quizá nunca desvele la verdad.

Los alegatos en el juicio reabierto por el fiscal Garrison, interpretado por Kevin Costner, apuntan hacia el lado oscuro del caso, a la cara velada a propósito de un crimen con resonancias históricas. Manos sucias que recorren los años.

Parecería que las “balas mágicas” de Lee Harvey Oswald, el tirador solitario, siguieron hiriendo a la sociedad estadounidense y modificaron la percepción sobre las potencias mundiales y sus liderazgos.

Oliver Stone, con su muy peculiar estilo, nos cuenta la versión del magnicidio: JFK es una invitación del cine a desmontar un mito, página viva en la historia.

Podría interesarte: «Heredarás el viento: Creacionismo y evolución»

Newsletter

Recibe contenidos e información adicional en tu bandeja de entrada.

Oscar Cruz Barney: derecho y vino

En esta conversación, se descubre el perfil del doctor Oscar Cruz Barney, un importante investigador mexicano, experto en los múltiples vínculos que existen entre...