A partir de 2021, la Fundación Barra Mexicana instituyó el Premio José Luis Nassar —en reconocimiento al trabajo pro bono que este destacado penalista ha realizado a lo largo de su carrera— a quienes realicen un trabajo destacado para apoyar a los grupos vulnerables de la sociedad. El homenajeado nos habla sobre la importancia de que la abogacía asuma con seriedad este compromiso social.
¿En qué consiste el trabajo pro bono de los abogados?
El trabajo pro bono se ha encasillado en el trabajo en los asuntos de personas de escasos recursos. Pero no consiste simplemente en ofrecer asesoría gratuita sin más. La palabra pro bono viene del latín y consiste en una labor social por el bien común.
¿Esta actividad está regulada en México?
El trabajo pro bono no estuvo del todo claro hasta que se establecieron sus bases con la Declaración Pro Bono para las Américas. En México la iniciativa surgió en 2016, cuando diversas organizaciones crearon los Estándares Pro Bono México, que básicamente señalan la prestación de servicios jurídicos gratuitos a personas o a comunidades de escasos recursos, a comunidades indígenas o en condición de vulnerabilidad y a organizaciones de la sociedad civil, entre otras.
¿Por qué debería un abogado realizar este servicio?
Por un lado, hay que considerar que las defensorías públicas no se dan abasto en su labor. Pero también hay que señalar que existe una obligación legal y profesional de los abogados de realizar trabajo pro bono, como señala la Ley de Profesiones. Y, además, se debe presentar un informe de quiénes realizan esta actividad. Más aún, no realizar trabajo pro bono debería tener una consecuencia con respecto a la cédula profesional.
Aprovecho esta oportunidad para invitar a mis colegas, sean despachos, empresas o abogados independientes, a conocer los Estándares Pro Bono México y suscribirlos. Su compromiso en favor del trabajo pro bono hace mucha falta.
¿En qué consiste el Premio José Luis Nassar que desde 2021 entrega la Fundación Barra Mexicana?
La Fundación entrega premios pro bono a un despacho o a un grupo de profesionales destacados, a un profesional o a un asunto particular. Cuando estuve en la presidencia de la Fundación, también promovimos el trabajo pro bono en favor de grupos vulnerables. Es cierto que auxiliar a una persona en particular ayuda mucho, pero el impacto es mayor cuando la asesoría se proporciona a un grupo. Por ejemplo, las mujeres son un grupo vulnerable, aunque no se cumplan los estándares pro bono. Es necesario estudiar la problemática de este grupo (por ejemplo, la violencia doméstica) y proponer y crear leyes.
En ese sentido, el Premio José Luis Nassar se entregará a quienes realicen un trabajo destacado para apoyar a grupos vulnerables.
Para finalizar, ¿qué caso de servicio recuerda con especial afecto?
El de un chico de 21 años de edad acusado de homicidio, que fue sentenciado en primera y segunda instancias, y ya se había presentado un amparo indirecto. Mi hijo, José Luis Nassar Peters, y yo, descubrimos que la defensoría pública había sido muy deficiente, así que lo entrevistamos y no nos quedó ninguna duda de que era inocente. Cuando hablamos con los magistrados y replanteamos el amparo nos dieron un voto de credibilidad, ya que el joven había sido imputado por la policía y sentenciado con base en una relación circunstancial con la víctima en Facebook. La forma en que se presentó la evidencia por la policía y el hecho de que no se hubiera confrontado con el imputado fueron, a todas luces, violatorios del debido proceso. Hasta la fecha, este joven y su familia nos visitan cada año, por estas fechas, para agradecernos lo que hicimos por él.
Y así podría contar casos como la indemnización a los padres del Colegio Rébsamen, la falta de medicamentos contra el cáncer, los médicos que hicieron frente a la pandemia en hospitales públicos sin contar con el equipo necesario y muchos más.
