La era digital y la modalidad de fraude por medio de brokers


Cuando hablamos de brokers nos referimos a un tema de gran relevancia en la actualidad, debido a la creciente preocupación por la seguridad financiera y la prevención de actividades ilícitas en el país. En este texto nos centraremos en dos de sus vertientes: el fraude y el lavado de dinero. El primero se refiere a la utilización de prácticas engañosas o ilegales para obtener beneficios financieros ilícitos, generalmente a expensas de los inversiones que pueden o no conocer del tema; El segunda se produce una vez cometido el fraude, cuando el broker utiliza sus propios servicios para lavar el dinero proveniente de esas inversiones. Es importante hacer un análisis de los riesgos y las vulnerabilidades que conlleva esto en la industria del corretaje en territorio mexicano.

Broker regulado vs. broker ilegal

Estos mecanismos actúan como un intermediario financiero entre los inversores y la bolsa de valores. La función principal de los brokers consiste en facilitar la compra y la venta de activos financieros, los cuales conocemos como acciones, criptomonedas, divisas, etcétera.

En este caso, el broker cobra por prestar ese servicio de intermediario, pero para que éste sea legal debe contar con licencia para operar y cumplir con las características financieras que se establezcan dentro del marco legal. Lo anterior funciona como un broker legalmente regulado. Sin embargo, en esta ocasión, nos concentramos en los brokers falsos o ilegales, normalmente representados por sus siglas sn. A diferencia de las casas de bolsa, que sí están dentro del orden legal, aquéllos generan anuncios a través de redes sociales y youtube y/o páginas web. Una vez que el “cliente” da clic al “llamativo” anuncio o enlace, los direcciona a una página en la que debe registrar sus datos para que un supuesto asesor financiero se ponga en contacto con él/ella. Posteriormente, al recibir la primer llamada, el “cliente” normalmente comete el error de exponer sus necesidades, entre las cuales puede confesar que necesita dinero para resolver conflictos personales o atender alguna enfermedad o alguna carencia; incluso, para invertir en metas a corto o largo plazos. En ese momento los estafadores hacen su “magia” y le ofrecen al “cliente” libertad financiera a través de una inversión.

Seguido del proceso de ingresar su primer capital, las personas son canalizadas a otra área, donde otro funcionario se hace pasar por un corredor de bolsa que tiene como meta “enganchar” a la víctima de esta estafa para que continúe invirtiendo más capital. ¿Cómo? Haciéndole llamadas en las que le explica los pormenores de la plataforma donde deberá realizar sus operaciones y le hace saber cómo opera el mercado, sin saber que esas “operaciones” son manipuladas por el mismo estafador. Cabe mencionar que cuando nos referimos a “enganchar”, lo hacemos porque la primera vez se entrega una ganancia al “cliente” para que confíe y vuelva a invertir. Esta ganancia es mínima comparada con el monto de inversión, pero las personas se dejan llevar por sus necesidades y por la emoción de pertenecer a este mundo financiero.  Posteriormente, continúan las llamadas, involcurándose cada vez más a la vida personal del “cliente”, con fin de conocer qué poder adquisitivo tiene el mismo y convencerlo para que se endeude cada vez más con la promesa de que obtendrá una ganancia irreal. Todos los depósitos que se realizan desde la primera inversión son canalizados a cuentas externas, pero el “cliente” tiene la idea que esa “cuenta” es personal, para uso exclusivo de sus inversiones. 

Pero una vez que el inversor ya no quiere realizar otro depósito, porque ha quedado en “banca rota”, o simplemente se cansa porque no lo dejan realizar ningún retiro, los estafadores le solictan que realice una última operación , la cual manipulan, y le hacen creer que ha perdido todo su capital. Así, el cliente se queda con la idea de que realmente perdió el dinero en la bolsa, como podría suceder en un caso real.

Sabemos que las cantidades de dinero que manejan estos mecanismos de estafa son muy altas, motivo por el cual los estafadores están en constante búsqueda de cuentas bancarias para realizar esos movimientos financieros, lo que deriva en un proceso de lavado de dinero, el cual, sabemos, es un delito grave que consiste en ocultar o disfrazar la procedencia de fondos obtenidos de forma ilícita (fondos que, en este caso, provienen de un fraude). En México, los brokers o casas de bolsa no reguladas, pueden ser utilizadas para lavar dinero a través de diversas operaciones, lo cual se ha vuelto un problema creciente, en especial con el auge de las inversiones en línea.

Así, los brokers que operan sin la supervisión de entidades reguladoras no están obligados a cumplir con estándares financieros y de conducta, lo que aumenta el riesgo de prácticas fraudulentas. Básicamente, podríamos identificarlos por tres características principales que, de inicio, pueden sorprender a los clientes para que inviertan con ellos:

1. Ofertas irresistibles. A menudo los estafadores atraen a los inversores con promesas de rendimientos increíblemente altos y rápidos, que suelen ser demasiado buenos para ser ciertos.

2. Presión para invertir. Suelen utilizar tácticas de presión para que los inversores tomen decisiones rápidas, sin tiempo para investigar o reflexionar acerca de la regulación del broker. 

3. Apariencia de legitimidad. Se logra por medio de la creación de un sitio web profesional, así como de perfiles apócrifos en plataformas como WhatsApp, Skype y otras, con fotografías falsas, generalmente de empresarios, abogados e inversionistas de otros países, para no ser iedntificados fácilmente y proyectando la imagen de una persona de clase social alta, aunque en realidad detrás de esos perfiles hay un grupo perfectamente organizado de estafadores.

Otra cuestion que actualmente está volviéndose muy común, pero que no muchos conocen, es que estas actividades fraudulentas han aumentado su popularidad porque sus impulsores son capaces de manipular el mercado. Sí, los brokers ilegales pueden manipular los precios de los activos con el fin de crear ganancias falsas para sus clientes, atrayéndolos para que inviertan más dinero.

Es importante saber que en México los brokers legítimos están regulados por la Ley del Mercado de Valores. Sin embargo, en cuanto a la legislación penal, existen varias leyes que pueden ser aplicables a los brokers ilegales, los cuales se prestan para la comisión de delitos que a simple vista no son visibles pero que cada vez son más. Estos brokers no están regulados y el castigo para sus delitos se encuentra primordialmente en el Código Penal Federal (artículos 386, 387 y 400 bis), así como en la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (artículo 14).

Un factor importante que influye en que los inversores caigan en esta modalidad de fraude, utilizada en los últimos años a través de medios digitales, es la falta de educación financiera de los clientes, lo que hace que éstos sean más propensos a ser víctimas de este gremio de defraudadores. Al respecto, es importante tomar en cuenta algunas recomendaciones para erradicar este modo sistemático de sorprender a las personas: quien quiera formar parte del mundo de las inversiones y del mercado financiero debe verificar exhaustivamente los antecedentes de los empleados y de los directivos del broker, así como la legalidad y la legitimidad de su procedencia, realizar monitoreo y supervisión regular de las operaciones y las transacciones del broker e investigar las denuncias por fraude o irregularidades que actualmente hay sobre los brokers ilegales.

En este sentido, invito al lector a reflexionar acerca de que los delitos cometidos a través de los brokers son una amenaza grave para la integridad del mercado financiero y la confianza de los inversores (desde los grandes empresarios hasta las personas de escasos recursos económicos que buscan mejorar su economía con la esperanza de pertenecer al mundo de las inversiones), pues esas entidades ilegales pueden causar daños significativos a los inversores y al mercado en general.

Para detectar fraudes es fundamental conocer la regulación efectiva de los brokers reales, así como educar y generar conciencia sobre temas financieros y sus riesgos, sobre todo en la era digital, en la que la inteligencia artificial aumenta las dificultades a las que nos enfrentamos en esta materia. Las entidades reguladoras, los medios de inversiones y los inversores deben trabajar conjuntamente para prevenir y detectar la eventual comisión de delitos a través de este falso modelo de inversión y proteger la integridad del mercado financiero.

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Referencias

Código Penal Federal, “Capítulo iii”, Fraude, 2019. Disponible en https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/cpf.pdf.

Investing.com, Investing.com México, 2019. Disponible en https://mx.investing.com/.

Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, “Capítulo iii. De las entidades financieras y de las actividades vulnerables. Sección primera. De las entidades financieras, 2012. Disponible en https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/lfpiorpi_200521.pdf.

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