El 3 de marzo pasado, destacados especialistas, convocados por el Aspen Institute México, reflexionaron en torno a uno de los temas que más preocupan a la sociedad: la seguridad pública.
Sergio García Ramírez, investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores y profesor emérito de la UNAM, sostuvo en su intervención que una de las razones de la crisis de seguridad pública que vivimos es que se ha olvidado la presencia, el papel, la función y la preparación de las policías, que son el primer respondiente en la lucha contra el delito. ¿Cuál ha sido el resultado de este olvido? Inseguridad y violencia extremas, no sólo en la cantidad de delitos que se cometen, sino en el tipo de violencia con que ocurren y la extrema crueldad que los caracteriza; impunidad, con una sanción a menos del 10% de los responsables de los delitos (en un escenario optimista); Estado de Derecho en riesgo y crisis en su preservación, así como la corrupción, siempre presente.
A su vez, Ernesto Enríquez Rubio destacó que la estrategia de la presente administración federal es inercial y reactiva. Más aún, el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024 es violatorio de los artículos 25 y 26 constitucionales y no tiene congruencia con el Programa Sectorial de Seguridad y Protección Ciudadana 2020-2024. Asimismo, presentó cifras para comprender “la magnitud del desastre que vivimos”: criticó que el Presupuesto de Egresos destine 45% de los recursos a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Secretaría de Marina, 21.4% a la Secretaría de Seguridad Pública y sólo 2.6% al apoyo a los municipios y gobiernos de las entidades, cuando 95% de los delitos que se cometen son del orden local.
También criticó que el gran esfuerzo se haya concentrado en crear una Guardia Nacional que viola los principios del artículo 21 constitucional, además de que debería estar integrada por policías debidamente formados y certificados. Sin embargo, está conformada por 77% de militares y marinos. Finalmente, enfatizó la necesidad de que se trabaje en la formación de policías del orden local, con el reclutamiento, selección, profesionalización, desarrollo humano y servicio de carrera que esto conlleva, lo cual está ausente en la estrategia nacional.
Por último, Juan Velasquez ofreció algunas cifras del fracaso en la estrategia de seguridad pública: en números redondos hay 650 municipios sin policías y unos 900 con menos de 10 policías que apenas cursaron la primaria, sin preparación ni equipo para enfrentar el delito, y que ganan el salario mínimo. Asimismo, mencionó que tenemos una de las policías menos eficientes y más corruptas del mundo; la delincuencia está infiltrada en el 75% del sistema policial; 86% de los policías carecen de certificación, y muchos de los efectivos de las corporaciones reprueban las certificaciones o compran la plaza.
Una de las conclusiones del evento es que si bien no vivimos aún en un Estado fallido, sí tenemos municipios fallidos. En el país hay 55 municipios en los que se ubica el 77% de los delitos que se cometen, en los que está completamente perdido el control del Estado, las organizaciones delictivas tienen el control de la policía y la presidencia, y prácticamente la ley que impera ahí es la que imponen los grupos criminales.
El evento, moderado por Luis Gerardo del Valle Torres, presidente del Aspen Institute México, se inscribe en el marco del Seminario Digital sobre el Sistema de Justicia en México, que realiza emisiones quincenales, en vivo y abiertas al público en general, las cuales pueden seguirse en las redes del instituto y en su página web: www.aspeninstitutemexico.org.
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