Luis Javier Calderón: Panorama actual de la mediación

Los mecanismos alternos de solución de controversias parecen resurgir con nueva fuerza en el escenario de la pospandemia. Conversamos con Luis Javier Calderón Rivera, mediador privado certificado por el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, sobre el escenario actual de la mediación, acerca de estos mecanismos y sobre las expectativas de su uso en el corto plazo.


¿Por qué se dice que los MASC y la mediación son una mejor opción para acceder a la justicia?

Luis Javier Calderón – La mediación significa puertas abiertas; frente a los tiempos limitados de un tribunal, siempre habrá una persona mediadora que puede prestar un servicio cálido, personalizado y directo. Es frecuente que en los tribunales no accedas a un juzgador, o bien que te escuchen muy poco y de modo indirecto a través de documentos escritos. En la mediación el centro de la atención es la persona participante; todo gira en torno de su posible beneficio. Y lo mismo ocurre con otros MASC como el arbitraje o la negociación asistida.

En la mediación el centro de la atención es la persona participante; todo gira en torno de su posible beneficio.

¿Es la mediación un vehículo para la paz?

Luis Javier Calderón – Sin duda, si lo observamos como parte de un posicionamiento académico; sin embargo, estoy convencido de que en ese discurso que apunta a una aporía —la paz local o nacional es difícil cuando la convivencia humana es en sí misma creadora y gestora de conflictos— hemos perdido la oportunidad de explicar a las personas los beneficios concretos de atender directamente sus controversias: resolver las convivencias y la custodia sobre los hijos, acordar cuestiones prenupciales o bien lo relativo a pensión entre ex —cónyuges, la negociación de condiciones de otorgamiento de créditos o de arrendamiento, por señalar algunas. Es tiempo de que la gente sepa que la mediación es un potenciador de todas las relaciones humanas jurídicamente relevantes que está a su disposición para que la utilicen todas las veces que lo requieran.

En otras palabras: las personas pueden hacer negocios más seguros y pueden tener relaciones afectivas más estables, si se permiten la ayuda de una persona mediadora.

¿Por qué si es en apariencia tan útil un mecanismo alterno como la mediación se utiliza más bien poco entre la población?

Luis Javier Calderón – Esa apreciación es correcta; tenemos al menos 25 años perfeccionando el modelo y el uso por parte de la población no es de ningún modo intensivo; tenemos que fijar objetivos para incrementar su utilización, convenciendo a las personas de su utilidad económica y práctica, pero también incorporando el ejercicio pro bono y estableciendo relaciones con la academia y las instituciones públicas y privadas. Es un pendiente el asumir como nuestro trabajo permanente la difusión y la divulgación del uso de los MASC; la persona mediadora debe ser itinerante y nuestro trabajo de apostolado. Veamos, se demostró durante la pandemia que a través de los MASC las personas pueden sin obstáculos, llevar a cabo la resolución efectiva de sus conflictos, aun cuando estos se encuentren ya en litigio. No podemos seguir a la expectativa, dejando que, en promedio, menos de 5 por ciento de la totalidad de los conflictos del país se resuelvan por esta vía.

Las personas pueden hacer negocios más seguros y pueden tener relaciones afectivas más estables, si se permiten la ayuda de una persona mediadora.

Desde tu perspectiva, ¿qué le falta al sistema de mediación para que sea más exitoso?

Luis Javier Calderón – Debemos insistir ante el gremio jurídico: la abogacía nacional debe tener la inteligencia para explorar los MASC y, entre ellos, a la mediación hasta hacer que sea una costumbre. En los estados en los que se encuentra más consolidada esta práctica, como en la Ciudad de México, debemos incidir para que existan propuestas de reformas en todas las materias, incluyendo los puntos de contacto con la administración pública, como los casos de visitas domiciliarias o de verificación para que también exista mediación en ello; debemos crear inteligencia colectiva: vasos comunicantes con la judicatura para conocer la experiencia procesal, es decir, para saber qué esperan los jueces y juezas de nuestros convenios y de ese modo refinarlos y aumentar las buenas prácticas, jamás perder de vista que en el centro de todo el “ecosistema mediador” se encuentran personas que quieren resolver sus problemas.  Esa debe ser la verdadera promesa de la mediación: facilitar la resolución del conflicto humano.

Sabemos que está actualmente como un pendiente legislativo la emisión de una Ley General de MASC. ¿Esto afecta la actividad que actualmente se lleva a cabo?

Luis Javier Calderón – Cualquier cambio legislativo impacta de algún modo; mi expectativa en este asunto es que no existan regresiones en la materia, que el producto legislativo sea únicamente de principios y no de reglas, así como que no resulte en una camisa de fuerza para las soberanías estatales. La mediación surgió desde lo estatal hacia lo federal y debe permitir que eso siga en la medida de lo posible de ese modo. Sin duda, debe haber cierta estandarización en los criterios de selección y de evaluación de los mediadores, siempre basado en competencia técnica y en resultados; si la legislación reduce barreras de entrada, recoge los principios generales de los MASC e incentiva la creatividad de los operadores, será una ley como todas, perfectible pero que ayudará mucho; en caso contrario, los afectados serán los destinatarios últimos: las personas.

Mi deseo es que el legislador federal reconozca el dinamismo de estados como Jalisco o el Estado de México, las prácticas preventivas que admite Ciudad de México o Nuevo León, y que construya una normativa que maximice la libertad, no prohibitiva.

La abogacía nacional debe tener la inteligencia para explorar los MASC y, entre ellos, la mediación hasta hacer que sea una costumbre.

Se habla mucho del uso de nuevas tecnologías, de inteligencia artificial y de justicia descentralizada ¿Qué papel juega la mediación en ese escenario?

Luis Javier Calderón – Todas las herramientas que le sirvan a una comunidad pueden y deben ser optimizadas; yo apostaría primero por dejar que las personas decidan directamente sobre su vida antes de dar lugar a decisiones algorítmicas, pero sin duda deben incorporarse plataformas y aplicaciones que permitan una mejor toma de decisión. 

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