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México 2021: ¿cómo estamos?

Felipe Calderon, Mexico 2021

A un año del inicio del confinamiento en México a causa de la enfermedad por Covid-19, el ex presidente Felipe Calderón reflexionó, a través de una videoconferencia, sobre la realidad actual de nuestro país —la pandemia, la situación económica y la crisis laboral—, así como sobre el escenario electoral que viviremos próximamente, utilizando como hilo conductor de su exposición la metáfora bíblica de los cuatro jinetes del Apocalipsis.

Se refirió, en primer lugar, al corcel bayo, que representa la muerte; en nuestro caso, los fallecimientos producidos por la pandemia. Revisando las cifras oficiales de contagios, recurriendo a los datos ofrecidos por la encuesta serológica nacional (Ensanut Covid-19) y los presentadas por Arturo Erdely, actuario y doctor en ciencias matemáticas y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras fuentes, el ex mandatario concluyó que los datos permiten estimar que hasta febrero habría más de 60 millones de casos de Covid-19 (la gran mayoría asintomáticos). ¿Qué alternativas tenemos en este escenario si el virus se comportara de forma “normal”, sin mutaciones? Posiblemente, una inmunidad de rebaño hacia finales del verano, más que por las vacunas, debido al número de contagios y con el costo en vidas humanas ya conocido —2.6 más casos de los reconocidos en las cifras oficiales, dato estimado mediante el método del exceso de mortalidad que reportan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y otras mediciones, es decir, 326,000 decesos al 24 de febrero pasado—, lo que coloca a nuestro país como el segundo del mundo con mayor tasa de letalidad por cada 100,000 habitantes, sólo debajo de Perú.

El segundo caballo, el negro, que representa las hambrunas, le permitió abordar la situación económica de México, en decrecimiento desde los últimos dos años pero en franco declive en 2020, con -8.5 por ciento, como consecuencia de la pandemia, lo que ha generado la crisis más grave que se ha vivido en las últimas décadas en México. ¿Qué pronósticos es posible hacer para 2021? Por un lado, podría esperarse un repunte derivado de la recuperación económica de Estados Unidos y del crecimiento de las remesas. Sin embargo, la debilidad de nuestro mercado interno y la incertidumbre económica que genera el cambio de las reglas del juego por parte del gobierno —ejemplificado en casos como el del nuevo aeropuerto y la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica— harán que se aleje la inversión, lo que provocará que, de acuerdo con estimaciones de organismos especializados en la materia, México pueda recuperar hasta 2022 el porcentaje de crecimiento que tenía antes del Covid-19, y sólo hasta 2024 el nivel que tenía en 2018. Para efectos prácticos, será un sexenio perdido, afirmó.

Esta crisis es evidente en materia de empleo, con alrededor de 2,380,000 puestos perdidos durante 2020. A este respecto, Calderón subrayó que esta situación no se resolverá mientras el gobierno no atraiga inversión —que liga casi 22 meses consecutivos a la baja, desde un año y medio antes de la pandemia— y, por el contrario, fomente la salida de capitales y la desinversión.

Además, presentó indicadores sobre las medidas fiscales y los apoyos dados por nuestro gobierno para afrontar la crisis por la pandemia: mientras que Estados Unidos ha destinado 16.7 por ciento de su producto interno bruto y el promedio del G20 está en 7.3 por ciento, México se ubica por debajo de países como El Salvador, Honduras, Nicaragua o Belice, destinando apenas 0.7 por ciento, sólo ligeramente arriba de Uganda.

Finalmente, presentó los datos de pobreza en México. En los últimos dos años, la población en pobreza extrema se incrementó en 11 millones, pasando de 9 a 20 millones de personas, y de 52 a 62 millones de habitantes en situación de pobreza en general o patrimonial.

De manera tangencial se refirió a la violencia y la delincuencia —la guerra, representada por el caballo rojo en el relato bíblico—, reflexión que merecerá un espacio aparte, por la amplitud del tema.

Finalmente, aludiendo al jinete del caballo blanco de la metáfora —y la ambigüedad que representa: un salvador o un impostor—, comentó el próximo escenario de elecciones en junio. Con base en diversas encuestas, señaló la clara ventaja con que cuenta Morena respecto de sus oponentes, incluso considerando las alianzas, y expresó su preocupación por el hecho de que dicho partido incluso pudiera obtener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.

En este escenario, presentó los que consideró “factores decisivos de la elección”: 1) la vacunación y, más importante, el manejo —cruel— de la expectativa de vacunación que está haciendo el gobierno; 2) el mejoramiento de la economía por un rebote de la recuperación económica de Estados Unidos; 3) las deficientes estrategias de campaña de los partidos de oposición; 4) la pobre calidad —salvo algunas excepciones— de los candidatos de oposición que están compitiendo; 5) el rol de Movimiento Ciudadano, cuyo éxito paradójicamente contribuye al posicionamiento de Morena al fragmentar a la oposición, y 6) el rol de los siervos de la nación y el uso de programas asistenciales por parte del gobierno, que alteran las condiciones de equidad en la contienda, así como la falta de autonomía de las autoridades electorales.

La conferencia cerró con un exhorto a la oposición para que asuma el papel que le corresponde en este escenario y, dando voz a la ciudadanía, pueda revertir el escenario previsto por las encuestas.

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