Oliver Twist: un acercamiento a las ciencias penales

Este artículo tiene como objeto plantear la lectura de Oliver Twist como una posibilidad para acercarse a diversas perspectivas criminológicas que ayuden a comprender el vínculo entre la pobreza y la delincuencia, y proponerlo como una herramienta práctica para que los operadores jurídicos se desprendan de algunas abstracciones planteadas por la teoría.


«A los fenómenos delictivos se les han atribuido numerosos factores a través de la historia; sus causas han querido ser explicadas desde diversas corrientes criminológicas, atendiendo fundamentos metafísicos, como las posesiones demoniacas, y estudios científicos, como los de César Lombroso con una perspectiva físico-antropológica, o los de la herencia genética basados en los trabajos de Johann Gregor Mendel. Factores individuales y aislados (como infancias rotas) y contextos sociales generalizados son los elementos que conforman los factores criminógenos según las distintas posturas teóricas.»

Comprender los nexos causales entre los factores criminógenos y las conductas delictivas desde las diversas corrientes teóricas puede resultar complejo sin un ejemplo que lo ilustre. En esta tarea puede jugar un papel muy importante la literatura de ficción.

Entre 1837 y 1839, a través de entregas periódicas a Benteley’s Miscellany, Charles Dickens publicó Oliver Twist, una de las novelas que han pasado a formar parte de un breve catálogo de literatura inmortal. Con su texto, Dickens creó, además, una gran herramienta para que quienes operan el derecho puedan acercarse a la criminología de manera que puedan comprender aquellas abstracciones con que son educados.

En su novela, Dickens describió realísticamente el submundo empobrecido de Londres e ilustró su idea de que la pobreza conlleva la delincuencia.1 Sin narrar elementos que puedan obstruir la lectura de la novela, veamos algunos acontecimientos de su historia:

Oliver es un chico huérfano. Vive, en compañía de otros niños, en un orfanato localizado cerca de Londres. A causa de los maltratos que recibe en ese lugar el pequeño Oliver decide huir con dirección a Londres, donde encuentra a Artful Dodger, quien le recomienda quedarse en la casa de Fagin junto con otros niños, quienes —como se percata más tarde en la historia— son carteristas.

Conforme avanza la narración, a Oliver le toca atestiguar un robo que los chicos cometen contra el señor Brownlow, quien confunde al pequeño con uno de los carteristas y lo manda arrestar. Posteriormente, tras enterarse de que había cometido un error, ofrece hacerse cargo de Oliver en su hogar.

Fagin, sabiendo que Oliver tenía conocimiento de los delitos que cometían, envía a Nancy a buscarlo. Nancy es prostituta y amante de Bill Sikes, uno de los trabajadores de Fagin. Exitosamente, ella recupera a Oliver, a quien, después, envían al campo a realizar un robo, en compañía de otro chico, a la familia Maylie. Ahí es herido con un arma de fuego y retenido.

Monks, uno de los hombres de Fagin, intenta sacar a Oliver de donde lo tiene la familia Maylie. Nancy se reúne con el señor Brownlow y con Rose Maylie, quien viajó a Londres, para contarles el plan de Fagin para recuperar a Oliver y les habla de la posibilidad de frustrar a Monks en su intento. Sikes se entera de la traición y asesina a Nancy; posteriormente se mata a sí mismo por accidente.

Dice Kate Lohnes, escritora de la Universidad de Iowa, que Dickens conocía bien el contexto de pobreza de Londres, pues después del encarcelamiento de su padre por deudas él tuvo que trabajar. Oliver Twist fue escrito después de la entrada en vigor de la Poor Law of 1834, que detuvo los pagos del gobierno a los pobres a menos de que entraran a los asilos.2

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¿Pobreza y delincuencia?

En Oliver Twist el nexo entre pobreza y delincuencia se asoma como una obviedad. Los niños huérfanos y pobres, que huyen de la violencia que las instituciones ejercen sobre ellos, dependen de algo que les permita aquello a lo que les da acceso el señor Fagin: sobrevivir cuando se está fuera de los márgenes.

La cuestión sobre el vínculo que existe entre la carencia de bienes y la delincuencia, sin embargo, es discutible, más allá de las afirmaciones implícitas en la novela. Hay posturas en la teoría criminológica que defienden, fundamentan y explican el nexo; pero hay otras que lo rechazan y aluden, más bien, a factores individuales de las personas. Nos centraremos en las que lo defienden, donde se encuentra la postura de Charles Dickens; en particular, en la dirección sociológica.

 La delincuencia se sitúa en contextos específicos y en circunstancias particulares.
Guerrero Agripino*

Según esta corriente de la criminología, el ambiente es de gran relevancia y los factores criminógenos son externos; sus teorías tienen como objeto descubrir el fenómeno criminal desde el ámbito social.3 Está compuesta por varias escuelas, entre las que destacan las siguientes:

  • Las escuelas cartográficas o estadísticas. Entre sus representantes se encuentra Adolfo Quetelet (1796-1874), astrónomo, matemático y demógrafo belga. Esta escuela “puede investigar sistemáticamente expresiones cuantitativas de los hechos sociales, lo que permite a su vez extraer consecuencias cualitativas utilizadas por diversas ciencias que investigan procesos o fenómenos colectivos”.4
  • La urbanización y el conflicto de la cultura. Entre sus representantes están Edwin Sutherland, Thursten Sellin y Shaw y McKay. Se desarrolló en Estados Unidos tras la Primera Guerra Mundial. Establece numerosas relaciones entre urbanización y criminalidad, derivadas, entre otros factores, por la vivienda, el transporte, la higiene y el orden público.5
  • La escuela antroposocial. También conocida como Escuela de Lyon, estuvo conformada por médicos franceses como Alejandro Laccassagne y Edmond Alexandre Locard. Habla de factores que predisponen y resultan determinantes para la criminalidad, como el daño a la amígdala cerebral.6

Conclusión

Acercarse a la literatura de ficción siempre es útil para comprender lo que en la teoría del derecho y en las ciencias penales se mantiene en la abstracción.

La novela de Charles Dickens es un gran instrumento para acercarse a las corrientes sociales de la criminología y comprender, a la luz de un caso práctico, los factores exógenos criminógenos y su vínculo directo con las conductas delictivas; en particular, entre la pobreza y la delincuencia.

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* Wael Sarwat Hikal Carreón, “Revisión teórica de la génesis criminal”, en Revista Electrónica de Psicología Iztacala, vol. 20, núm. 1, marzo de 2017, pp. 186-209.

1 Kathleen Lohnes, “Oliver Twist, Novel by Dickens”, en Encyclopaedia Britannica, consultado en marzo de 2021, en https://www.britannica.com/topic/Oliver-Twist-novel-by-Dickens.

2 Idem.

3 América Plata Luna, Criminología, criminalística y victimología, Oxford University Press, México, 2018, p. 66.

4 Ibidem, p. 67.

5 Ibidem, p. 68.

6 Ibidem, p. 69.

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