Abogacía, ¿por qué? Respondo en abstracto. En esta época, en la que la realidad ha superado a las pesadillas, en la que reina el dolor, la enfermedad, la intranquilidad, la inseguridad y hasta la muerte, parece un contrasentido dar inicio a una nueva empresa.
Y aunque esta realidad por la que atravesamos pueda arrebatarnos incluso lo más preciado, la vida de nuestros seres queridos, no debe arrebatarnos nunca nuestros sueños e ideales. Nunca. Mientras estemos con vida debemos mantenernos en pie de guerra para realizar nuestra misión como seres humanos: caminar en comunión hacia el bien común, vocación a la que hemos sido convocados en esta existencia.
Es por eso que, como abogados, iniciamos hoy un nuevo proyecto para darle continuidad, con mayor ahínco y desde una nueva trinchera, a nuestra vocación de servicio a México.
Abogacía, ¿para qué? Respondo en concreto. De acuerdo con la información del Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo, hay en nuestro país cerca de 811,000 profesionistas ocupados en el área del derecho. Asimismo, la matrícula total en programas educativos en esta área asciende a 415,000 estudiantes, desde licenciatura hasta doctorado, en casi 1,500 planteles educativos, según las cifras de la ANUIES. ¿No somos demasiados abogados?
Si ejercer la abogacía sólo se entiende como velar por los intereses de quienes lo necesitan cuando ven atropellados sus derechos, entonces en México sobra campo de acción. Basta echar un vistazo a las estadísticas e índices delictivos para constatarlo.Pero ¿queremos seguir formando abogados y expidiendo cédulas profesionales para atender la creciente demanda de justicia sin comprometernos a fortalecer la cultura de la legalidad y el Estado de Derecho, aunque a largo plazo eso signifique una menor demanda de nuestros servicios?
Retomo la pregunta: Abogacía ¿para qué? Por un lado, para invitar al cuestionamiento sobre el papel que los letrados ejercemos en nuestra sociedad: qué hacemos y qué queremos hacer con las habilidades que hemos adquirido en la formación y desarrollado en el ejercicio profesional. Al mismo tiempo, responder esta pregunta da la pauta para este nuevo proyecto editorial: una revista mensual de distribución nacional que dará voz a los profesionales del derecho deseosos de compartir sus reflexiones con sus pares y con los aspirantes a serlo, pero también con todos aquellos interesados en construir un país mejor, sin importar su formación.
De la mano de un sólido y plural Consejo Editorial, conformado por reconocidos especialistas en las diferentes ramas del derecho y profesionales de ciencias auxiliares, esta revista dará espacio a las ideas, será voz para estimular el debate, tendrá apetito por el buen uso del lenguaje, motivará la creación de iniciativas y buscará demostrar que la reflexión amplia y respetuosa no está en pugna con la rapidez y la síntesis de la información diaria. De quienes participamos en ella, pero en última instancia de quienes leerán estas páginas, dependerá el resultado de este ejercicio intelectual, cuyo objetivo es ofrecer una referencia permanente para nuestro gremio y para todo interesado en aquello que gira en torno al derecho y su papel como instrumento para preponderar la convivencia de nuestra sociedad.
