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Rubén Zarco Novelo: SIMEPRODE, referente de la economía circular en México

Rubén Zarco

Rubén Zarco | Foto: David F. Uriegas ©

La gestión de residuos, la economía circular, la política pública con perspectiva social son algunos de los temas de los que platicamos con Rubén Zarco Novelo, encargado de despacho del Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos (SIMEPRODE) de Nuevo León. Este mes, en el que celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra, hay que detenernos a conocer los modelos sustentables que se podrían replicar en otras entidades federativas a partir de la experiencia del SIMEPRODE.


¿Cuál es el panorama actual de la generación de residuos en México? ¿Cómo se ve esta situación que nos platicas en comparación al resto del Mundo?

Es una pregunta necesaria para comenzar nuestra conversación, Mateo, en México de acuerdo con el Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos publicado por la SEMARNAT de 2020, se estima que cada mexicano genera alrededor de 0.944 kilogramos diarios de residuos sólidos urbanos (o basura doméstica).

Esto es equivalente a una generación total de residuos en el país de 120,128 toneladas al día, o aproximadamente 42 millones de toneladas al año.

Las entidades federativas que lideran la generación de Residuos Sólidos Urbanos son: el Estado de México con 16,739 toneladas por día; la Ciudad de México con 9,552 toneladas por día; y  Jalisco con 7,961 toneladas por día.

De los residuos sólidos urbanos que se generan en el país, el 53% son orgánicos. 14% es papel y cartón, 6% vidrio, 4% plástico (en peso, no en volumen), 3% metales (como las latas de aluminio) y el 1% textiles; el 19% restante corresponde a otro tipo de materiales.

Del total de los residuos sólidos urbanos producidos, tan sólo se recicla el 14% de ellos, y el 71% de estos residuos se depositan o entierran en lugares llamados Rellenos Sanitarios.

Es interesante comparar el panorama actual de México con el resto del Mundo. De acuerdo con la Global Waste Index de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico1, para 2022: ○ Oceanía genera en promedio 670 kilogramos de residuos per cápita al año, de los cuales se recicla el 29%.

Los países del continente europeo generan 534 kilogramos en promedio per cápita al año, con una tasa de reciclaje de aproximadamente el 27%;

Los países del continente asiático en promedio generan 472 kilogramos per cápita de residuos al año y recicla el 28% de ellos. Los países del continente americano generan, en promedio, 470 kilogramos de residuos per cápita al año y reciclan solo el 12%. México se encuentra por debajo del promedio en generación de residuos, con 359 kilogramos per cápita generados al año.

Sin embargo, en el indicador de reciclaje de residuos, México también se encuentra por debajo del promedio tanto del continente americano tan solo con un 12.08%.

Todos los países de la OCDE cuentan con un estimado de 25.02% de residuos reciclados del total producido.

De acuerdo con los datos que nos refieren, la cantidad de residuos que genera el país es inmenso ¿Cuál crees que es el origen de que en México tengamos un problema con nuestro patrón de consumo? Y ¿cómo responde a esto la Economía Circular?

Mira, Mateo, la realidad es que estamos consumiendo los recursos del planeta hasta su agotamiento. Estamos inmersos en un viejo y anticuado modelo de producción y consumo lineal que cada vez produce más, para consumir más. Este viejo modelo de producción y consumo ha dejado de ser viable para el futuro de la humanidad y del medio que habita.

En respuesta a la producción desmedida de residuos que se generan alrededor del mundo2, determinados académicos mexicanos, como el Dr. Jorge Witker, proponen un Nuevo modelo de producción y consumo denominado Economía Circular.

Contempla una producción más sostenible y un consumo responsable en su modelo de negocios. Integra diseños que tienen como principal fin concebir los productos de forma que utilicen menos recursos, que se consuma menos energía, que puedan mantenerse indefinidamente dentro de la vida útil como bienes (mediante reutilización, reparación y remanufactura) y que, finalmente, en todo caso, se reutilicen sus componentes, materiales o moléculas mediante el reciclaje (a esto se le conoce como ecodiseño).

Debemos tomar conciencia de esto. No solo los Estados, también las empresas que en 2015 fueron adheridas al Pacto Mundial (año en el que se da a conocer la Agenda 2030 y los ODS) son responsables de trabajar en sinergia para obtener un desarrollo sostenible, como se ha propuesto en los Objetivos del Desarrollo Sostenible.

Las MIPyMES son la columna vertebral de la economía mexicana, si logramos incorporarlas al modelo de Economía Circular, podrían cambiar sus hábitos de consumo y tener una gestión de residuos que priorice la prevención, reutilización, reciclaje y valorización de sus productos y, de esta forma generar la diferencia.

El objeto es que los mexicanos tengamos una política pública efectiva y un marco legal que incentive las prácticas circulares pero que sea firme al penalizar aquellas que son dañinas, que se procure principalmente las empresas que invierten en soluciones y modelos de negocio circulares e implemente regulaciones que prioricen la renovación, readaptación y reúso de productos, en atención y resolución de circunstancias sociales y ambientales.

Sin duda, lo que nos comentas acerca de este Nuevo paradigma hoy en día en nuestro país es un tema de relevancia en el mundo de los abogados, ¿Cuál es tu perspectiva jurídica al respecto?, ¿Cuál es tu perspectiva en relación a la normatividad relativa a esta materia? ¿Cómo está respondiendo el Estado Mexicano a esta situación?

El Estado Méxicano ha respondido a la situación de la Gestión Integral de los Residuos de forma jurídica a través de la academía, de determinados preceptos constitucionales y de proyectos legislativos.

Para comenzar, se ha presentado una nueva doctrina denominada Derecho Económico Circular (impulsado también por el académico Jorge Witker y otros) que registra y da cuenta de numerosas regulaciones vigentes en nuestro país, por ejemplo los artículos 4º, 25, 27, y otros de la constitución mexicana.

Dichos preceptos promueven, por ejemplo, en el caso del artículo 25, que el sector público, bajo los criterios de equidad social, productividad y sustentabilidad se apoyará e impulsará a las empresas de los sectores social y privado de la economía, sujetándolos a las modalidades que dicte el interés público y al uso, en beneficio general, de los recursos productivos, cuidando su conservación y el medio ambiente.

Fue durante la década de 1980 que los criterios de protección ambiental y cuidado de la ecología cobraron vida, se contaba sólo con dos instrumentos para asegurar el cuidado del ambiente. En lo legal, la Ley Federal para Prevenir y Controlar la Contaminación Ambiental (1971). En lo administrativo, la Subsecretaría del Mejoramiento del Ambiente (1972-1976) que formaba parte de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA): diez años después, el calentamiento global y el desperdicio de materiales entraron a la corriente del pensamiento mexicano: las palabras como “reducción”, “reciclaje” y “re-uso” se pusieron de moda; quedó muy claro que no tuvimos la formación, ni el conocimiento de seguir manejando materias primas, productos y sus residuos de manera irresponsable: con este nuevo enfoque se fueron modernizando las leyes mexicanas para el manejo de residuos. Sin embargo, no fue sino hasta principios del siglo XXI que el manejo responsable de residuos entró a las discusiones legislativas.

A consecuencia de este paradigma, en México han aparecido prospectos normativos. La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), publicada en 2003, cuando el tema de la Gestión de Residuos comenzaba a tener presencia, y que proponía las medidas adecuadas para atender este asunto, pero que jamás contempló la situación real, desmedida e irresponsable de nuestra superproducción de residuos. La recién publicada en 2023, Ley de Economía Circular para la Ciudad de México y su Reglamento, que tienes un lado positivo y uno negativo; el lado positivo es que la Ciudad de México se convierte en la primera entidad con contar una ley en la materia; el lado negativo es que la ley genera más incertidumbres que certeza con respecto a su aplicación, beneficios y sanciones para las empresas que no cumplan con planes en la materia. La Ley de Economía Circular del Estado de México, aún en discusión, y que incurrió en la misma situación de la legislación de la Ciudad de México, se ha tratado de una bien intencionada proposición normativa, pero que no responde de facto a la congestión de residuos que vive su entidad. Además se suma un conjunto de leyes que convergen y dan contenido al derecho económico circular: la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, publicada en 1988; la Ley General de Vida Silvestre, publicada en el año 2000; la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, publicada en 2018; la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, publicada en 2013; y la Ley de Aguas Nacionales, publicada en 1992. Es necesario que todas nuestras entidades federativas tomen cartas en el asunto, promoviendo lo nuevo de este modelo económico, adecuándose a legislaciones que estén a la altura de la situación.

Actualmente, estás al frente de un Organismo involucrado en el tema de la Gestión de Residuos denominado SIMEPRODE ¿Puedes contarnos qué es SIMEPRODE?

Hoy día tengo la honrosa labor de estar al frente de un organismo público descentralizado del Gobierno del Estado de Nuevo León, denominado Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos. Este organismo es responsable del manejo integral de los residuos a nivel estatal. Es único en su tipo en México, creado en 1987. De su Ley de creación observamos que tiene por objeto el acopio, recepción, almacenaje, aprovechamiento, reciclaje, procesamiento, comercialización y la disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial, colaborando con la preservación y la cultura del medio ambiente de Nuevo León y de todo México.

¿Qué hace SIMEPRODE en relación a la Gestión Integral de los Residuos en México?

En dicho organismo brinda servicios de: Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos; Recuperación de Residuos Inorgánicos Reciclables; Reciclaje de Residuos Forestales; Producción y venta de energía eléctrica limpia a partir del Biogás; Disposición final de RSU y RME; Capacitación y asesoría técnica; y Destrucción fiscal de materiales.

Nuestro principal objetivo es atender la problemática de: la disposición inadecuada de los residuos en el estado; la emisión de los gases de Efecto Invernadero producidos por la descomposición de los residuos; y la sobreexplotación de recursos naturales.

De la infraestructura total, registrada por el Consejo Mexicano de la Industria de Producción y Consumo, en nuestro país hay 113 estaciones de transferencia de reciclaje, 19 plantas de compostaje, 840 centros de acopio.

Nuestro organismo cuenta con una infraestructura al servicio de: 13 sitios de disposición final de residuos, en los Municipios; 3 Estaciones de Transferencia; 1 Relleno Sanitario; 1 Planta Clasificadora; y, Nuestro orgullo, 1 Planta de Producción de Biogás.

¿Cómo SIMEPRODE se ha vuelto un referente de la Economía Circular?

En 20 años hemos evitado emitir 8 millones 682 mil 331 toneladas métricas de CO2.

Hoy día estamos evitando la emisión de 326,888 toneladas de CO2, equivalente como gas de efecto invernadero, reduciendo nuestro impacto al cambio climático, lo que equivale a sembrar 27 millones 240 mil 671 árboles, tan solo para 2023.

Manejamos 1,776,037.22 toneladas anuales de residuos, es decir, 4,866 toneladas por día. De ellas, 94.3% de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) y 5.7% de Residuos de Manejo Especial (RME).

Procesamos, en promedio, 18, 142.6 toneladas mensuales, de las cuales, el promedio de recuperación fue de 1, 215 toneladas (911 toneladas de Residuos Inorgánicos Reciclables y 304 toneladas de FIRSU).

Es decir, damos aprovechamiento al 31.07% de los residuos que manejamos. E insertamos para la industria del reciclaje 14, 750 toneladas. Valorizamos 4, 493 toneladas de residuos inorgánicos no reciclables, como combustible en la industria cementera.

Aprovechamos 11, 674 toneladas métricas (TM) de metano. De las cuales generamos 58,431 MWh de energía verde, equivalente a la energía requerida para 25,515 viviendas.

En el Estado de Nuevo León, brindamos servicio a 27 municipios, es decir, 53% del Estado. SIMEPRODE es un organismo auto-sustentable que promueve un modelo de Economía Circular a través de la Gestión Integral de Residuos.

Al tratarse de un referente exponencial de la Economía Circular, ¿hacía dónde se dirige SIMEPRODE en temas de Gestión de Residuos?

Actualmente encabezamos distintos proyectos que abonarán exponencialmente a la Gestión de Residuos llevándola a una participación activa y en conjunto con la sociedad, enfocada en la creación de Ciudades Sustentables, y en promoción del modelo de Economía Circular.

Estamos diseñando el Centro Metropolitano de Economía Circular (CEMER), primero de su tipo en México. Servirá como centro de acopio, capacitación y de talleres.

Además, vinculamos nuestro organismo con la sociedad, a través del rediseño del Proyecto “Rutas Verdes”, que capacitará principalmente a 500 maestros y a 21 mil estudiantes de la zona metropolitana del Estado de Nuevo León, en los principales temas de Gestión de Residuos.

Se trabaja en un modelo de valorización de residuos de construcción o escombro, pasando de confinamiento a reciclaje, con el enfoque de Economía Circular; para ello se instalará una Planta para manejar los residuos de obras públicas y privadas, denominada Escombrera Metropolitana.

Transformaremos nuestra estación de Transferencia en el Municipio de Santa Catarina en el primer Centro de Manejo de Residuos ZERO WASTE, en alianza con las empresas Geocycle y Holcim. A partir de este proyecto contaremos con la recuperación de más de 17 toneladas al día de residuos reciclables, con la posibilidad de separar más de 230 toneladas de residuos no reciclables para uso como combustible en la planta cementera de HOLCIM y también con la recuperación de más de 247 toneladas de residuos orgánicos para compostaje.

Por si fuera poco, trabajamos en conjunto con empresas privadas, para crear el primer cemento sustentable de México a partir de agregados obtenidos del reciclaje de escombro. Por lo tanto, también se creará la primera Planta de Reciclaje de Escombro en el norte del país, y la primera en América Latina en suministrar agregados reciclados para la industria cementera.

Estos proyectos consolidan a SIMEPRODE como el líder en el aprovechamiento de Residuos, y referente actual de la Economía Circular en México.

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