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Unidad nacional

En el contexto de la marcha y la contramarcha suscitadas por la reforma en materia electoral propuesta por AMLO, Mauricio Atri llama a la unidad nacional para la construcción de una sana democracia. En este texto, reflexiona sobre los puntos que debemos considerar para lograr dicha unidad.


El mundo está viviendo un clima económico, político y social convulso, lo cual se agrava en México por la convergencia de fenómenos como la polarización social, el victimismo, la complejidad de las comunicaciones y la relatividad de los principios, lo que, en el tema de la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y la contramarcha, ha generado consecuencias negativas exacerbadas.

Entre las instituciones del Gobierno federal que en mayor o menor medida han afectado o intentado afectar a los órganos autónomos de nuestro país están la Comisión Nacional de los Derechos Humanos —capturada—, la Suprema Corte de Justicia de la Nación —amenazada—, la Comisión Federal de Competencia Económica, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y el Instituto Federal de Telecomunicaciones —minimizados—, así como la Fiscalía General de República —fiscal carnal—; sin embargo, nada ha levantado más ámpula en una parte de la población mexicana que la intención de reforma constitucional al sistema electoral.

Como “Plan A” AMLO pretendía sustituir al INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), el cual se encargaría de preparar los comicios no sólo a nivel federal, sino también a nivel local; la administración de las elecciones podría haber vuelto al control del Estado (Secretaría de Gobernación); además, disminuiría el número de consejeros y se modificaría la forma en la que éstos y los magistrados serían elegidos (por voto popular); le quitaría tiempos en radio y televisión; realizaría un cambio a modo en la integración del Congreso, con una importante reducción de asientos; todo lo cual marcó un punto de inflexión por la reacción ciudadana y la de una parte de la oposición, lo que afortunadamente se topó con pared.

Como “Plan B” el primer mandatario anunció su intención de reformar las leyes secundarias, en primer lugar pretendiendo tomar el control del padrón electoral, esto es, de las listas de las personas que pueden votar y, posteriormente, presentando una iniciativa para acotar al INE, la cual ya fue aprobada por la vía del fast track en la Cámara de Diputados, entre otras cosas, afectando el servicio profesional electoral, reduciendo su estructura, su presupuesto, sus puestos, sus sueldos y sus dientes, que pasará al Senado para su revisión y discusión, lo cual sigue alentando la coyuntura.1

El fenómeno de la polarización, la radicalización y el extremismo lo vemos claramente en Estados Unidos (Trump vs. Biden), en el Reino Unido (Unión Europea vs. Brexit), en Francia (Macron vs. Le Pen), en Brasil (Bolsonaro vs. Lula) y en México (chairos vs. fifís), lo cual peligrosamente trasciende y va más allá de la tradicional lucha entre el norte y el sur, la derecha y la izquierda, el capitalismo y el socialismo, el capital y la mano de obra, los conservadores y los liberales, pues se está traduciendo en la lucha entre buenos y malos.

AMLO ha llegado a mencionar: “No es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales… O se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país; se está por la honestidad y por limpiar a México de corrupción o se apuesta por que se mantengan los privilegios de unos cuantos a costa del sometimiento y el empobrecimiento de la mayoría de los mexicanos”.2 Lo que dice nuestro presidente podría traducirse en la consigna: “O estás conmigo o estás contra mí”.

Esto no sólo es un inaceptable reduccionismo, sino una falacia, pues se puede ser conservador o liberal y estar o no a favor de AMLO y de la Cuarta Transformación; incluso las personas podemos ser conservadoras en algunas cosas y liberales en otras.

Lo anterior va de la mano de la quimera presidencial de que los males de uno se le deben atribuir al otro, a quien se sataniza, mientras que el primero se hace la víctima y se aprovecha de ello, consiguiendo lo que en México se le llamaría tirarse pa’ que te levanten y en Estados Unidos se le conoce como play the victim card. Nada justifica abusos, pobreza, disparidad, corrupción e injusticias sufridas por nuestro país, pero pareciera que se quiere enviar el mensaje sistemático y perverso de que los males de una parte de la población los causó de manera deliberada la otra parte.

Ante el anuncio de la marcha del domingo 13 de noviembre de 2022 en defensa del INE, el presidente AMLO acudió al recurso del insulto y la descalificación en contra de organizadores y asistentes a esa movilización. “Son muy corruptos, son muy clasistas, son muy racistas”; “Todos esos, aunque vayan a misa los domingos, no le tienen amor al pueblo, y son racistas en su mayoría, clasistas y muy hipócritas”; “A ellos los mueve el interés por el dinero, ese es su verdadero dios, nada más que son muy hipócritas y son, repito, racistas, clasistas, aspiracionistas; se creen superiores, sabiondos. Son también déspotas, son de los que maltratan a sus trabajadores. Y muchos vienen de abajo, pero se vuelven ladinos, se desclasan, olvidan sus orígenes”.3 No puedo dejar de ligar estos vituperios dirigidos a los marchistas con el más reciente grito de independencia de nuestro presidente cuando dijo: “Viva la paz y la democracia”, pero también dijo: “Muera el clasismo y el racismo.4 Todo lo cual suscribo; sin embargo, advierto que, lamentablemente, quien no sólo está echándole leña al fuego, sino también lo está prendiendo, es él mismo con estas conductas de agitación social.

El rico no quiere al pobre, el pobre no quiere al rico, porque no se conocen.

Ustedes los ricos.5

En todo caso, deberíamos retomar lo dicho en su discurso de toma de protesta, cuando mencionó: “Es pertinente, pues, exponer con toda claridad que vamos a atender y a respetar a todos. Que vamos a gobernar para todos”; “el gobierno no va a ser un comité al servicio de una minoría rapaz. Representará a ricos y a pobres, creyentes y libres pensadores, y a todas las mexicanas y los mexicanos, al margen de ideologías, orientación sexual, cultura, idioma, lugar de origen, nivel educativo o posición socioeconómica. Habrá un auténtico Estado de Derecho, tal como lo resume la frase de nuestros liberales del siglo XIX: al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie”.6 Y también deberíamos estar y pasar por lo dicho en el punto 9 del documento suscrito por el Gobierno federal, denominado Decálogo para salir del coronavirus y enfrentar una nueva realidad, en el que se manifiesta: “Eliminemos las actitudes racistas, clasistas, sexistas y discriminatorias en general”.7

¿Qué diferencia existe entre los discursos incendiarios de Donald Trump en los que a los mexicanos que vamos a Estados Unidos se nos tacha de criminales, asesinos, violadores y narcotraficantes,8 y el de amlo en contra de los que defienden al INE, a quienes tacha de inmorales, rateros y corruptos? De manera categórica puedo decir que no existe diferencia alguna.

Paradójicamente, en su discurso de toma de protesta presidencial, AMLO mencionó como un postulado de la Cuarta Transformación lo siguiente: “Ahora nosotros queremos convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno”; “Al contrario de lo que pudiera suponerse, esta nueva etapa la vamos a iniciar sin perseguir a nadie, porque no apostamos al circo ni a la simulación”.9 De manera reciente AMLO mencionó: “A la gente le gusta mucho, mucho, mucho, mucho, el que haya respeto, el que no haya pleito, que haya madurez, que haya responsabilidad; cuando hay estridencias, insultos, incluso ataques, aun cuando en apariencia no sean promovidos por uno de los aspirantes, la gente se da cuenta de todo”.10

La complejidad de las comunicaciones implica la inmediatez de la información (información en tiempo real), su masividad, su viralización, su acumulación y su repetición, en la que convergen datos, noticias, opiniones, comentarios, contenidos de noticieros tradicionales y de las redes sociales, junto con correos electrónicos, mensajes de texto, editoriales, artículos, spin, conviviendo noticias verdaderas y falsas (fake news), honestidad, rigor y profesionalismo, por un lado, y manipulación, improvisación y adoctrinamiento, por el otro, con la participación activa de periodistas, investigadores, creadores de contenido, influencers y ciudadanos de a pie. Todo este tornado de información ya lleva consigo al tema del INE y de las marchas; la propaganda estatal bombardea con la idea de que supuestamente AMLO quiere hacer el bien por el país, y los otros el mal; el bien bajándole el sueldo al presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova, y al resto de los consejeros de ese instituto, y que el poder de nombrar a los consejeros lo tenga el pueblo bueno y sabio, y no la mafia del poder, lo mismo que la reducción de miembros del Congreso en beneficio del país.

Ligado a lo anterior, se está generando un discurso propio del metaverso donde, por un lado, los políticos aparentemente le hablan a toda la población, y, por el otro, realmente sólo se dirigen a su base, con demérito de los que no votaron por ellos, buscando de ese modo generar un capital político que se traduzca en simpatizantes, seguidores, adeptos y electores, de preferencia incondicionales. Mientras que, por lo general, la población habla y se comunica sólo con quienes piensan igual que ella, y cuando interactúa con los “otros”, generalmente lo hace con nulos o pocos y pobres argumentos, y más bien con descalificaciones e insultos. Y precisamente este discurso sesgado y este diálogo de sordos se está presentando de manera común en nuestro país.

La negación y la relativización de los principios torales que sostienen la vida en comunidad parecen llegar a un camino sin retorno, donde el ataque a la democracia (conductas autoritarias), a la seguridad (violencia y delincuencia), a la justicia (su denegación, corrupción, tráfico de influencias, conflicto de intereses) y a las libertades de todo tipo (incluyendo la libertad de expresión, de reunión y de manifestación, el derecho a la opinión propia y el derecho a disentir) es el pan de todos los días, todo lo cual ya ha adoptado carta de naturalización. No debemos permitir que se siga normalizando ni ser indiferentes.

Estimo que AMLO perdió dos veces la presidencia a la buena y que a la tercera la ganó a la buena. Y si bien en el segundo intento existió una campaña de desprestigio en la que se dijo que era “un peligro para México”, desde hace cuatro años que ya es presidente ha tenido la oportunidad de demostrar lo contrario. Sin embargo, las frases de AMLO de “¡Al diablo con sus instituciones!” de 200611 y de “No me vengan a mí de que la ley es la ley” de 2022 tienen un mismo hilo conductor:12 el desprecio por el Estado de Derecho, la ley, la democracia y los derechos fundamentales.

El presidente AMLO protestó guardar y hacer cumplir la Constitución mexicana y las leyes que de ella emanen, y por cierto, curiosamente, de su propio peculio intercaló que lo haría “de manera democrática”.13 Todos los mexicanos gozan del derecho constitucional a manifestarse;14 incluso quienes afirman que “el INE no se toca” o que “a eso vino, a defender al INE”,15 sin que sea apropiado que satanice a los manifestantes.

Puntos para reflexionar

• Transparentar lo que está pasando en nuestro país para no caer en un nuevo retroceso de un régimen presidencial unipersonal de otros 70 años.

• Aproximarnos a una manera educativa y conciliatoria, no provocadora, retadora, divisoria, agresiva, violenta, ni beligerante. Hay mucha información encontrada que genera mucho ruido, estridencia y crispación en la conversación, la cual debe ser administrada y encauzada de manera moderada, pacífica y amable.

• Entender que el discurso presidencial actual en contra de sus opositores, en el que los azuza y los busca hacerlos enojar, es un intento de caricaturización con el que amlo pretende confirmar que tanto él como el pueblo que representa son víctimas de sus enemigos; es un círculo vicioso, totalmente pernicioso para nuestro país.

• Defender nuestra democracia como patrimonio de todos los mexicanos.

• Defender la unidad nacional. Los mexicanos somos un solo pueblo.

• Evitar la polarización.

• En este pueblo, al que obre bien que se le premie y al que obre mal que se le castigue, esto último mediante un debido proceso legal con todas las garantías.

• La corrupción no se combate sólo tachando a personas o a grupos de corruptos; el acusante debe denunciar, aportando las pruebas que tenga.

• Ben Zomá decía que el rico es el que está satisfecho con lo que tiene;16 sin embargo, eso no significa cruzarse de brazos y no aspirar a más. La aspiración a una mejor vida espiritual y material es más que plausible. No cabe hablar peyorativamente de los aspiracionistas.

• Impedir que se condene la riqueza per se. A las personas trabajadoras cuyo patrimonio se deba al fruto de su esfuerzo y su sacrificio se les debería reconocer y poner como ejemplo, máxime cuando generan empleos, pagan sus impuestos y tienen un compromiso social.

• Comparar si las promesas de campaña y las promesas presidenciales actuales corresponden con la realidad y si se han ejecutado.

Hay que advertir las promesas imposibles de cumplir, a las cuales se les debería tener por nulas.17

• Hacer un corte de caja de los dichos y los hechos, los costos y las utilidades, en rubros como el sector salud, el seguro popular, las estancias infantiles, el desabasto de medicinas, el manejo de la pandemia, la vacuna Patria, la obra pública con proyectos emblemáticos como la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, esto es, de lo que hubiera sido el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, aunado al costo de oportunidad, así como todo lo que lleve la leyenda “del bienestar”, el avión presidencial, la militarización del país, la reforma a la Guardia Nacional y la intención de reforma al INE.

• Analizar si con la austeridad republicana y la pobreza franciscana no nos está saliendo más caro el caldo que las albóndigas.

• El Estado de Derecho es condición necesaria para la vida pacífica y ordenada de nuestra sociedad. Sin respeto al orden jurídico no hay seguridad ni certeza jurídica y sin ello tampoco hay libertades, ni inversión, ni puestos de trabajo. La división de poderes y los pesos y los contrapesos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como de los órganos autónomos, son vitales para nuestro país. Lo anterior, junto con un efectivo sistema de cumplimiento normativo y de rendición de cuentas.

• La sociedad en su conjunto debe condenar las prácticas ilegales del Estado (incluyendo las persecuciones políticas, el espionaje político encubierto de inteligencia militar, la intervención ilegal de comunicaciones y su filtración).

• Exigirle al presidente AMLO que, como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, condene y combata abierta, directa y frontalmente a la delincuencia en general y a la delincuencia organizada en particular.

• Condenar que el presidente de México se convierta en el defensor de los derechos humanos de los delincuentes y narcotraficantes (en desprecio de la sociedad y de las víctimas).

• Exigirle a AMLO transparencia a cualquier acuerdo que tenga con la delincuencia organizada, en sintonía con la idea que tenía cuando era candidato a la Presidencia, de darles amnistía a los criminales. Constitucionalmente hablando, tiene la facultad de indultar a los delincuentes,18 pero no para no perseguirlos y mucho menos para pedirle a la población que abrace a sus verdugos.

• Asimismo, exigirle que modifique su fallida estrategia de “abrazos, no balazos”, que por cierto va a contracorriente de la militarización del país y la reforma a la Guardia Nacional.

• Demandar que en los homicidios y en las masacres se procure y se administre justicia, evitando los discursos vacíos y huecos.

• Exigir respeto y velar por la investidura presidencial, tanto por parte del propio presidente, como de la población en general.

• Condenar la falta de respeto al ejercicio de los derechos de reunión y de manifestación de la población y de la ciudadanía mexicana, y los actos de autocelebración presidencial y de promoción de los candidatos de Estado como actos anticipados de campaña, y más aún con cargo al erario, sumado al acarreo, la amenaza y la extorsión a empleados del gobierno y a beneficiarios de programas sociales, junto con el pase de lista y el apoyo como contraprestación.

• La marcha en defensa del INE brilló por la libertad y la espontaneidad de la participación ciudadana; por eso, creo que lo más destacable del ejercicio de este derecho ciudadano es la manifestación y la protesta a favor del respeto a una institución, más que la condena a quien busque atentar contra ella (aunque muchas veces vaya junto con pegado).

• La contramarcha del presidente AMLO, que aprovechó para rendir su cuarto informe de gobierno, tuvo el sello del Estado; sin embargo, en justicia también habrá que reconocer a los habitantes del país que fueron gustosos a celebrar, vitorear y respaldar a su líder, a la Cuarta Transformación y a los presidenciables oficialistas.

• Ser más críticos con los múltiples informes metaconstitucionales que realiza anualmente el presidente y acudir a la confirmación de los hechos (fact-check) de todas las cosas que atañen a nuestra sociedad. Aquí debe advertirse la instrumentalización y el sesgo del mecanismo gubernamental presentado en las conferencias mañaneras en una sección denominada “Quién es quién en las mentiras”, el cual, lejos de tratar de abrirle los ojos a nuestra sociedad, busca cerrárnoslos.

• Requerimos un INE fuerte que vele por nuestra salud democrática y por nuestro sistema electoral. Vayamos discutiendo posibles reformas para mejorarlo a partir de la siguiente elección presidencial, con el consenso social y de las diferentes fuerzas políticas.

• El Congreso federal también requiere reformas para mejorarlo, pero, igualmente, ahora requerimos más que nunca una oposición que no quede herida de muerte.

• Los partidos de la actual oposición nos han quedado mucho a deber, lo cual explica, mas no justifica, lo que estamos viendo.

En todo caso, ojalá que nuestros políticos pongan los intereses colectivos sobre los individuales y construyan varios precandidatos y, entre ellos, un candidato o candidata que tenga solidez y solvencia, que entusiasme y emocione con verdaderas propuestas, a la vez que haga un llamado a la unidad y a la reconciliación nacional como parte de su bandera política.

• También espero que los miembros de la sociedad estemos a la altura de estos momentos claves para nuestro país. No se trata sólo de vigilar lo hecho y lo desecho por el Poder Ejecutivo, sino también de transparentar más lo que hace y lo que deja de hacer el Poder Legislativo y el Poder Judicial.

• Como sociedad debemos demandar propuestas tanto al gobierno como a la oposición; en el proceso electoral se debe privilegiar el diálogo y la confrontación de ideas, sobre la mera descalificación y el insulto y deben discutirse los grandes temas de la agenda nacional.

• Ya concluyó el acalorado debate sobre la reforma a la Constitución federal, por la cual se amplía hasta 2028 la permanencia de la Guardia Nacional en tareas de seguridad pública. Ahora, para efecto de crear una sólida Estrategia Nacional de Seguridad Pública, en la que exista un cuerpo civil de policía en las calles, que permita que los militares regresen a sus cuarteles, la discusión y el desarrollo del nuevo modelo debería comenzar cuanto antes.

• Parte del éxito que tendremos como Estado y como sociedad consistirá en que logremos posicionar temas de interés nacional en una agenda pluripartidista, donde, si bien siempre existirán diferencias, se privilegie el bien común de la población mexicana.

• En cuanto a la agenda internacional, debemos velar por los verdaderos intereses de México, recalibrando nuestro posicionamiento en la geopolítica y en la política de no intervención (a modo).

• Los aspirantes a dirigir al país con cargos públicos actuales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y de la oposición deben cumplir con sus funciones y dar resultados. Además, debe existir un escrutinio público del uso de su tiempo, de sus gastos de propaganda (pre-pre campaña) y de sus viajes y sus giras. En este sentido, la oposición debe hacer uso de los mecanismos de denuncia oficial frente a actos inconstitucionales, ilegales y antidemocráticos. Tal como correctamente sucedió con la denuncia presentada por senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) ante el INE por el uso indebido de recursos públicos, acarreos, promoción con fines electorales y actos anticipados de campaña y de precampaña a propósito de la contramarcha de AMLO. Y también como acertadamente sucedió con la denuncia presentada por el PAN y MC ante el INE en contra de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, por actos anticipados de campaña y uso indebido de recursos públicos para propaganda en bardas y en lonas en gran parte del país, así como en redes sociales.

• El respeto al otro debe existir, tanto entre todos los miembros de la población, como entre todos los miembros de diversos partidos políticos.

• Hagamos un alto en el camino sin necesidad de ocultar nuestra preocupación y nuestra indignación, pero sin enojos, ni rencores; simplemente llamando a las cosas por su nombre, desenmascarando lo que está sucediendo, sin calificativos peyorativos.

• Más dañina que la institucionalización de la Revolución sería la eternización de una supuesta transformación basada en el populismo y el paternalismo; no es justo condenar a nuestras nuevas generaciones a la mediocridad y a la pobreza y, para colmo, aventarlas al precipicio, pidiéndoles que griten: “Estoy feliz, feliz, feliz”.

• A cuatro años de su gobierno, el presidente AMLO se encuentra en su decimooctavo año de campaña; ya no puede seguir culpando a los fantasmas del pasado, sino que tiene que aprovechar el poco tiempo que le queda para construir un mejor futuro para nuestro país.

• AMLO ha señalado que “vamos bien”; sin embargo, muy pronto pasará a afirmar que ya se terminaron de sembrar las bases de la Cuarta Transformación, pero que necesita más tiempo para que se puedan ver sus frutos, y que, por eso, será necesario votar por sus presidenciables. Pero la realidad es que no se puede cosechar lo que no se sembró.

• Espero que unidos retomemos el rumbo.19

Notas:
  1. 7 de diciembre de 2022.[]
  2. Discurso pronunciado el 6 de junio de 2020 en la Refinería General Lázaro Cárdenas, en Minatitlán, Veracruz.[]
  3. Vituperios lanzados entre el 7 y el 11 de noviembre de 2022.[]
  4. Arenga del Grito de Independencia del presidente AMLO del 15 de septiembre de 2022.[]
  5. Esta película concluye con la frase: “Conocer es amar”. Dentro de la trilogía: Nosotros los pobres, Ustedes los ricos (1948) y Pepe el Toro (1953).[]
  6. 1º de diciembre de 2018, fragmentos del discurso de toma de protesta del presidente AMLO, cuando también afirmó: “Gobernaré con entrega total a la causa pública, dedicaré todo mi tiempo, mi imaginación, mi esfuerzo, a recoger los sentimientos y a cumplir con las demandas de la gente. Actuaré sin odios, no le haré mal a nadie, respetaré las libertades, apostaré siempre a la reconciliación y buscaré que entre todos, por el camino de la concordia, logremos la cuarta transformación de la vida pública de México”.[]
  7. 12 de junio de 2020[]
  8. Discurso de lanzamiento de la campaña presidencial de Donald Trump el 6 de junio de 2015 y frase pronunciada el 25 de junio de 2015 en entrevista en relación con sus comentarios iniciales sobre los inmigrantes mexicanos.[]
  9. Discurso del 1º de diciembre de 2018. Lo cual, para mi gusto, encuentra contradicciones constantes, incluyendo la consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes, así como otras acusaciones utilizadas como meros distractores.[]
  10. Frase pronunciada por AMLO el 9 de noviembre de 2022 en la conferencia mañanera en relación con los seguidores de los aspirantes a la Presidencia de la República por Morena.[]
  11. Frase pronunciada el 6 de septiembre de 2006 por AMLO como candidato perdedor a la Presidencia de México, en contra del Tribunal Electoral Federal que confirmaba la decisión del Instituto Federal Electoral.[]
  12. La frase completa pronunciada el 6 de abril de 2022 por el presidente AMLO a la SCJN en relación con la discusión sobre la reforma eléctrica fue la siguiente: “No me vengan a mí de que la ley es la ley, no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”.[]
  13. Protesta de ley del artículo 87 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) por el presidente AMLO el 1º de diciembre de 2018.[]
  14. Artículos 6 y 9 de la CPEUM.[]
  15. Algunas de las frases y las pancartas de los manifestantes a la marcha del 13 de noviembre de 2022 en defensa del INE y en rechazo a la reforma electoral impulsada por el presidente AMLO.[]
  16. Pirkei Avót 4.1.[]
  17. Artículo 1943 párrafo primero del Código Civil Federal[]
  18. Artículo 89 fracción XIV de la CPEUM[]
  19. A 7 de diciembre de 2022.[]
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