El ejercicio de la profesión se transforma conforme cambian las perspectivas y las prácticas. La transición generacional ha traído al mercado nuevas abogacías al litigio penal que pueden conformar un puente intergeneracional para ofrecer nuevas formas de resolver los conflictos penales en el país. Un ejemplo es el despacho Vega Mac Gregor Arellano, con quienes platicamos acerca de esta visión.
Sobre Vega Mac Gregor Arellano
Adrián Arellano Regino – Son muy interesantes las circunstancias en las que decidimos emprender este proyecto. Estamos en medio de dos reformas constitucionales que nos van a afectar directamente en la práctica. La primera, la elección de jueces; la segunda, el retroceso en cuanto a la prisión preventiva oficiosa, según el artículo 19. Emprender un despacho y un proyecto en ese contexto es un reto que nos da la oportunidad de hacer cosas nuevas con visiones nuevas. Tener un despacho de jóvenes nos proporciona la posibilidad de abrir la perspectiva sobre nuevas prácticas y el uso de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, y otras con las que afortunadamente crecimos. Pensamos que generar nuevas prácticas con nuevas visiones le viene bien a la práctica profesional para atender los asuntos a la luz de las circunstancias.
Ricardo Mac Gregor Uriarte
Tanto mis socios como yo queremos, a través de este proyecto, tender un puente entre la vieja y la nueva generaciones de penalistas. Nos queremos constituir y consolidar para que cuando se haga el relevo generacional, estemos listos para asumir nuestro rol en la profesión.
Estudié derecho en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Trabajé cuatro años con Javier Coello Trejo en esa época. Una vez que terminé la licenciatura, trabajé con el doctor Antonio López y con el licenciado Enrique Saldaña Baranda. Cuando que me sentí listo para dar el salto a la independencia, conocí a mis socios: somos cuatro en el despacho. Finalmente intenté emprender e iniciar esta nueva etapa de mi vida.
Vega Mac Gregor Arellano es un proyecto que ya tiene bastante tiempo funcionando, aunque nuestra es reciente constitución. Aquí tramitamos muchos asuntos y proyectos conjuntamente. Una vez que consideramos que ya estábamos todos listos, dimos un paso importante en nuestras carreras profesionales y emprendimos este proyecto.
Leopoldo Vega
Principalmente, se requiere un despacho como este porque somos jóvenes, tenemos nuevas ideas, poseemos mucha experiencia en el ramo penal. Estamos conscientes de que las generaciones de los grandes penalistas ya van de salida y es necesario que los jóvenes nos involucremos en el ámbito jurídico y que a partir de esta coyuntura construyamos nuestro camino.
Estudié derecho en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Soy de Michoacán. Tengo siete años trabajando incansablemente en el derecho penal. Empecé hace siete años a laborar en un despacho que se enfoca principalmente en la rama penal, en especial en la atención de delitos patrimoniales; de esa forma, a través de los años y la atención de los clientes, pude adquirir mucha experiencia y conocí básicamente tanto la parte de la asesoría jurídica como la parte de la defensa en cualquier asunto.
Para mí, emprender con este despacho ha representado dos cosas: la primera, un reto; la segunda, una gran motivación, porque esto implica mucho esfuerzo, disciplina y, sobre todo, mucha visión y trabajo de equipo con las personas que ahora son mis socios.
Principalmente pretendemos ser una firma que los jóvenes puedan tener como motivación, además de ofrecer servicios a los clientes con base en nuevas visiones y prácticas que faciliten la atención de sus asuntos bajo los principios de eficiencia y transparencia.
Irving Arellano Regino
Buscamos que se puedan esclarecer los hechos tras la comisión de un hecho delictivo y que las víctimas o las personas imputadas puedan obtener justicia —que suele ser complicada y tardada— de una forma más ágil. La reforma constitucional prevé un término para que puedan ser resueltos los casos, cosa que antes no se consideraba. A la luz de lo anterior, brindaremos mayor celeridad y, de forma oportuna, información a los clientes sobre sus asuntos.
Soy egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde actualmente soy docente. A lo largo de mi carrera me he dedicado únicamente al ámbito penal, tramitando los delitos que llegan al despacho.
Los despachos que se han consolidado en el país llevan muchos años en el mercado. Considero que es importante la inclusión de las nuevas generaciones que se han formado y han trabajado con las reformas constitucionales en materia penal. La forma de litigar ha cambiado, desde la inclusión de la perspectiva de género hasta la implementación de las técnicas en los juicios orales; todo esto es nuevo y son las juventudes emprendedoras las que tienen que tomar la batuta en este cambio generacional.
Adrian Arellano Regino
Yo definiría a las abogacías —no sólo enfocadas a la rama penal— como personas que deben comprender las circunstancias sociales y jurídicas de su entorno; es decir, como personas que resuelven no sólo una problemática en relación con la ley, sino que además comparten buenos consejos a sus clientes para ampliar sus perspectivas y ayudarlos a tomar mejores decisiones que eviten la comisión de delitos y la posibilidad de ser víctimas, y para saber cómo afrontar el problema cuando ya se es parte de éste, ya sea como imputado o víctima de un delito. Sin duda, el hecho de tener una abogacía penalista a tu lado, te brinda la posibilidad de proteger tu patrimonio, tus circunstancias y a tus familiares, y, sobre todo, te ayuda a tomar mejores decisiones.
Soy abogado egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, con un enfoque desde casa de una cultura del esfuerzo. La idea siempre ha sido dedicarme a la materia penal. Desde la preparatoria sabía que me iba a dedicar a esta materia. Empecé a trabajar desde muy chico, aproximadamente desde los 16 años de edad, en una fiscalía y de ahí me fui a un despacho en materia penal, donde trabajé aproximadamente 10 años. Y de ahí me vine a emprender este nuevo proyecto con lo cual estoy muy emocionado.
Principalmente buscamos —esto nos unió como socios— ser un puente entre la nueva y la vieja generaciones de abogados penalistas. Esto no significa que queramos desplazar a las generaciones que nos antecedieron, ni mucho menos; por el contrario, queremos aportar nuevas ideas y compaginarlas con las prácticas que ya se venían realizando en el ámbito jurídico. Tenemos la gran fortuna de contar con muy buenos abogados y con una muy buena escuela de despachos en los que trabajamos antes. Pero ahora nos toca asumir nuestros aciertos y nuestros desaciertos en este emprendimiento como despacho.
También buscamos brindar atención focalizada en las necesidades de nuestros clientes. En muchas ocasiones hemos detectado algunas debilidades en la forma en que habitualmente se llevan a cabo los asuntos. Nuestra perspectiva no es solamente que un asunto penal se resuelva por vía penal, sino atender el cúmulo de circunstancias que hay en torno de la materia, premisa que implica el desarrollo de nuevas posturas, nuevas estrategias y nuevas formas de apostar por la resolución de los conflictos penales. La reforma al Poder Judicial, además del cambio de perfil de las personas que van a estar involucradas en el sistema penal, requiere un cambio en las prácticas jurídicas, criterios inclusivos y nuevas perspectivas.