¡Viva la democracia!

En septiembre celebramos la independencia de México, hecho que nos ha permitidio construir nuestra propia historia como Estado, aunque perteneciente a una comunidad internacional, soberano. Este mes coincide, además, con la celebración a la democracia en el globo. La pluma de Paulina Palencia nos hace aprovechar la fecha para recordar que el país y la forma de gobierno que queremos habitar es algo por lo que debemos luchar.

El 15 de septiembre no sólo es una fecha conmemorativa en México por el Grito de Dolores. También es para celebrar el orgullo, el honor y el patriotismo, así como el acervo cultural que da la grandeza a nuestra nación. A su vez, el mundo conmemora el Día Internacional de la Democracia con el fin de promover las libertades ganadas, la buena gobernanza, el respeto a los derechos humanos y el fortalecimiento de las instituciones democráticas y de la buena praxis jurídica, en un mundo cada vez más caótico y pocas veces comprensible. ¿Es oportuno sensibilizar a las nuevas generaciones de los riesgos autoritarios que se asoman en el nuevo orden mundial? ¿Aún hay tiempo de hacerlo? O ¿cuál es el ánimo de algunos gobernantes para fragmentar y violentar el mecanismo mediante el que fueron electos? ¿Es el inicio de una implosión social?

Con la democracia no se juega

Hasta el momento, más de la mitad de la población mundial ha acudido a las urnas para elegir una alternancia, o una transformación, o simplemente una nueva oportunidad para mejorar su calidad de vida, pues la justicia social ha quedado rezagada y las desigualdades sociales son más notorias que hace un siglo. Aun cuando la democracia es un modelo político costoso, ha propiciado el surgimiento de diversos organismos autónomos que tienen el fin de regular y encauzar el poder. De ahí la premisa: “La democracia no es perfecta. Sin embargo, es perfectible”.

Los jóvenes (Generación Z) nacieron en un mundo en el que la alternancia forma parte de su presente y desconocen las graves consecuencias de vivir en un régimen en el que las libertades tienen que ser arrebatadas para gozar de los frutos de la Revolución francesa. ¿La humanidad pretende regresar a un régimen autoritario para después volver a luchar por su libertad? ¿No cree usted, estimado lector, que lo óptimo sería salvaguardar lo que ya se tiene para mejorarlo?

Caos y oportunidad

Las primeras elecciones del año se desarrollaron en Bangladesh, donde la primera ministra Sheikh Hasina fue electa para un cuarto mandato consecutivo, con un abstencionismo de 60 por ciento. El descontento de ese país abrió la Caja de Pandora en la que se evidenció el abuso sistemático de los derechos humanos, la escasa legitimidad del gobierno, la burocracia y la corrupción que sentaron las bases para que un movimiento estudiantil, con el beneplácito de la población, exigiera la renuncia de Hasina. Cabe señalar que la represión encabezada por este personaje provocó cientos de muertos y heridos tras varias semanas de revueltas.

A pesar de lo anterior, la unión logró los frutos deseados: el 5 de agosto la primera ministra dimitió y huyó en helicóptero a la India. El primer ministro de ese país, Narendra Modi, la recibió, pero, ¿cuánto tiempo podrá permanecer ahí sin afectar los intereses geopolíticos de Modi en la región y resistiendo la presión internacional? ¿Continuarán los planes de conectividad indobangladesí iniciados por Modi y Hasina? ¿Se detendrá el flujo migratorio de los bangladesíes a la India? ¿Llegó el momento en que las condiciones laborales del fast fashion sean reguladas por el nuevo gobierno?

Muhammad Yunus, condecorado con el Premio Nobel de la Paz, asumirá el gobierno interino de Bangladeh y lo detentará hasta que se lleven a cabo las próximas elecciones. Mientras tanto, ¿Yunus podrá limitar la represión a los musulmanes rohingya en el río Nafn en la frontera con Myanmar? ¿Será una oportunidad de oro para el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, de tener mayor influencia sobre Bangladesh de la que tenía India?

América Latina arde

En junio de este año, Bolivia vivió horas de incertidumbre al desarrollarse un eventual golpe de Estado. El escepticismo del presidente boliviano, Luis Arce, ocasionó que denunciara, mediante redes sociales, las movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército, las cuales irrumpieron en el Palacio de Gobierno. Lo anterior desencadenó desinformación, crisis política y miedo social ante otro posible levantamiento armado en un país que ha enfrentado múltiples golpes de Estado, unos exitosos y otros fallidos.

Por fortuna, el presunto golpe de Estado se contuvo gracias a que el jefe del Ejército, Juan José Zúñiga, fue arrestado y acusado por diversos cargos relacionados con esa intentona. Sin embargo, es de suma importancia aclarar que el general Zúñiga declaró que los supuestos actos golpistas fueron liderados por el propio presidente Arce, con lo que dio a entender que se trató de un posible autogolpe que podría beneficiar al presidente en los próximos comicios generales que se realizarán en agosto de 2025, pues impulsaría su popularidad en el país y en la región. Luis Arce ha negado categóricamente esa acusación. ¿Por qué asestar un golpe de Estado para legitimar el poder cuando se vive en un país demócrata y cuando faltan 11 meses para las próximas elecciones? ¿La consolidación de la democracia es una amenaza en un país que ha vivido más de 30 golpes de Estado?

México

La cruzada del Poder Ejecutivo contra los organismos públicos autónomos ha sido la bandera mediática de los últimos meses para lograr el desmantelamiento de la transparencia, la rendición de cuentas y la mejora del servicio público, sin olvidar la propuesta de reformas al Poder Judicial. Para fortuna de unos y para desgracia de otros, la aplastante victoria del partido oficialista provocó que la oposición argumentara que durante el reciente proceso electoral hubo un fraude electoral basado en miles de inconsistencias, denuncia que con el paso de las semanas ha quedado en el olvido de la gran mayoría de la ciudadanía.